WASHINGTON.- El cineasta Michael Moore presentó en la universidad católica jesuita de Georgetown su última obra, el libro de memorias, "Here Comes Troubles", en el que se refiere en profundidad al "gran pecado capital" de Estados Unidos: la codicia.
"Nosotros los estadounidenses hemos permitido que un pequeño grupo de personas se convirtieran en expertos de uno de los siete pecados capitales", señala. "Y ese pecado, por supuesto, es la codicia".
En los años 1960-70, explicó Michael Moore, quien toma como ejemplo su propia infancia en Flint, dependiente del sector automovilístico, los ricos pagaban ciertamente muchos impuestos, pero vivían muy cómodamente, mientras que los menos ricos tenían una vivienda, educación gratuita y empleo seguro.
Pero hay que concluir que eso ya no ocurre hoy, afirmó el realizador de "Bowling for Columbine" y "Fahrenheit 9/11", por el que recibió la Palma de Oro en Cannes en 2004.
"¿Qué ocurrió en estos últimos treinta años como para que pensemos que hicimos algo bueno al crear una sociedad que genera tanta miseria?", se pregunta, recordando que 46,2 millones de norteamericanos viven en la pobreza.
"¿Qué de lo que ha dicho Jesús está vinculado con el hecho de que las personas sean desalojadas de sus casas?", agregó en referencia a los embargos inmobiliarios que siguieron a la crisis de los préstamos hipotecarios de riesgo ("subprime") en Estados Unidos.
"¿O con que no se le dé un seguro de salud (a los que carecen de él) o que no se les atienda cuando caen enfermos?", agrega.
"El principal problema no es la deuda. Necesitamos empleo, empleo y empleo", insiste luego cuando responde a las preguntas de los estudiantes, lo que le permite volver sobre los temas que más le interesan, como el del uso de armas de fuego.
¿La política del presidente Barack Obama? "En un partido no se puede jugar al revés durante las tres cuartas partes del tiempo e intentar ganar al final", afirma Moore, quien le dio su apoyo a Obama durante la campaña presidencial de 2008.
El problema, añade, "es el capitalismo del siglo XXI", que debería ser "totalmente reestructurado".
"No creo que sea imposible (...) pero necesitaremos más iniciativa gubernamental, y que nosotros, los ciudadanos, nos pongamos manos a la obra para garantizar que la torta se divida de manera equitativa", estimó el cineasta.