Fernández Almendras (der.), con los protagonistas de ''Huacho'': Cornelio Villagrán y Alejandra Yáñez.
AFPVALDIVIA.- Su primera película, "Huacho" (vea el tráiler), sólo contó con actores no profesionales y llegó a estrenarse en el Festival de Cannes, pero el director Alejandro Fernández Almendras sabía que para su segundo largometraje necesitaba a alguien que pudiese expresar emociones muy profundas con simples gestos y miradas, un protagonista que cargara con la responsabilidad de la película. Así lo hizo Daniel Muñoz.
"Sentados frente al fuego", que tuvo su gran estreno en el Festival de San Sebastián, se proyectó por primera vez en Chile en el marco del Festival de Valdivia, donde se encuentra participando en la competencia internacional de largometrajes. La cinta, al igual que el trabajo anterior de Fernández, vuelve a ambientarse en el Chile rural, los alrededores de Chillán, para contar esta vez una historia centrada en una pareja.
Muñoz y Alejandra Yáñez interpretan a dos personajes con su mismo nombre de pila, una pareja que ha estado un par de años junta y que ha intentado levantar una vida en el campo, pero todo se complica a medida que una grave enfermedad deteriora la salud de ella.
"Es una película que busca la emoción, que busca la empatía y busca la cercanía del espectador con los personajes. Tiene esa diferencia, es una película que emociona mucho más que 'Huacho'. Trata sobre una pareja, entonces es una cosa mucho más íntima y cercana", comenta Fernández a Emol.
Una pieza angular para este proyecto fue la presencia de Muñoz, un actor que Fernández reconoce haber estado siguiendo desde hace años. "No soy yo el que lo dice, lo ha dicho gente que ha visto la película, que este es lejos el mejor papel que ha hecho en cine. Me parece que es una gran actuación de él, se echa la película encima, con una sobriedad y una profundidad increíble", relata el director.
La película, pese a que incluyó cierto grado de improvisación, especialmente en crear escenas sobre la marcha, presentó severos desafíos a partir de un guión exigente, como un extenso diálogo de casi once minutos entre los dos protagonistas tendidos en una cama. "Fue una toma sin cortes y que se hizo seis o siete veces, con diálogos que memorizaron, que entendieron. Era algo que quería explorar, la escritura de una película", explica.
Debido a experiencias no muy gratas con "Huacho", en esta ocasión Fernández decidió, al menos por el momento, no tener un agente de ventas para la película, lo que por el momento mantiene pendiente una posible fecha de estreno en cines nacionales. "Chile a veces es más complicado de distribuir que en otros países. Aunque yo creo que es una película que conecta muy bien con la gente, es muy difícil convencer a un distribuidor para que apueste por ella", explica, agregando que espera llegar a incluirla dentro del circuito alternativo que, a su gusto, ya debería comenzar a cohesionarse.
Pero mientras su nueva película se exhibe en pantalla, Fernández también se mantiene ocupado planeando su próximo proyecto, un thriller donde volvería a trabajar con Muñoz.
"Está inspirada en un hecho real. Es la historia del padre de una familia que empieza a ser acosada por un delincuente, al punto tal que el protagonista decide matar a este tipo, un acto que él no estaba preparado para cometer, con el conflicto moral que esto le genera y la dificultad práctica de hacerlo. Es un thriller básicamente, es una película de género policial", explica el realizador sobre este proyecto, con el que ya ha comenzado a buscar financiación.