Cristian Plana fue uno de los jóvenes directores chilenos aplaudidos en Francia, gracias a ''La comida alemana''.
Sergio López, El MercurioPARÍS.- La primavera chilena fue la estrella de la XXX edición del Festival Translatinas dedicado al teatro de América Latina, Francia y España, que cierra sus puertas el sábado en Bayona, tras una semana con salas llenas.
"La escena teatral chilena está viviendo una verdadera primavera, con directores muy jóvenes que están trabajando sobre la memoria de los años sombríos de la dictadura, pero de una manera nueva, moderna, vital", declaró el director artístico de este Festival, Jean-Marie Broucaret.
Los espectáculos chilenos programados en Translatinas "tienen en común un trabajo sobre la memoria de la dictadura, pero desde el punto de vista de jóvenes que no vivieron directamente ese periodo oscuro, pero que se lo han apropiado con su trabajo", dijo Broucaret.
En una entrevista telefónica con la AFP, el director del festival citó "Afasia, los Olvidados de la Dictadura", de Lorna Gonzalez, que se basa en testimonios recogidos en Santiago durante un encuentro con víctimas de la dictadura cuando niños.
Cristian Plana adaptó "La comida alemana", del alemán Thomas Bernhard, para crear un drama centrado en la Colonia Dignidad, secta nazi establecida en Chile.
Guillermo Calderón presentó "Villa", que se interroga sobre la reconversión de Villa Grimaldi, un centro de tortura bajo Augusto Pinochet, y "Discurso", en la que imagina un discurso de la ex Presidenta Michelle Bachelet.
"Un discurso que Bachelet, que fue torturada, no pronunció nunca, y que el director quisiera que hubiera pronunciado", explicó Broucaret.
La obra de esos jóvenes directores chilenos revela que su acercamiento a ese periodo es "muy distinto al de la generación que vivió la tortura, y que ahora quiere pasar a otra cosa, ocuparse de la vida, ver las flores que crecen, disfrutar un atardecer", dijo.
"Pero los espectáculos crean un territorio común entre ambas generaciones, crean puentes. Y la generación que vivió la dictadura está contenta de que esta nueva generación tome la palabra, y relate a su manera lo que ellos vivieron", señaló.
El director de esta cita teatral, que antes era anual pero que en el 2009 pasó a celebrarse sólo cada dos años, subrayó que las piezas chilenas impactaron no sólo por el tema, sino por "la gran calidad de la escritura, de la interpretación, y por su visión teatral moderna".
La otra gran estrella de Translatinas 2011 fue la española Angélica Liddell, quien fue el gran descubrimiento del Festival de Aviñón en 2010, y que en Bayona presentó "Te haré invencible con mi derrota", en homenaje a la violoncelista británica Jacqueline du Pré, que murió a los 42 años de una esclerosis en placas.
Lidell "establece una identificación muy fuerte con Du Pré, y su espectáculo, muy fuerte física y emocionalmente, expresa su rabia contra la vida, contra Dios".
El director dijo que el Festival también fue impactado por el testimonio de mujeres mapuches, reunidas por la directora Paula González, que propone una forma de teatro documental. "Eso me ha dado la idea de dedicar el próximo festival, en el 2013, a los países andinos, Ecuador, Bolivia y Perú", indicó.
El Festival concluye el sábado con "Kadogo niño soldado", creada por el grupo chileno La Patriótico Interesante, que apunta a las causas y responsabilidades sociales de la violencia infantil.