El anestesiólogo Paul White durante el juicio por la muerte de Michael Jackson.
ReutersLOS ANGELES.- Fiscales lograron hoy que un médico, testigo de la defensa, admitiera que el doctor de Michael Jackson cometió errores importantes cuando le administró al cantante el potente anestésico propofol para que pudiera dormir.
Durante una agresiva ronda de preguntas, el médico Paul White también reconoció que jamás había escuchado que se administrara propofol en un dormitorio, como ocurrió con el caso del fallecido "Rey del pop".
Se espera que White sea el último testigo de la defensa en el juicio por homicidio involuntario que se realiza en contra de Conrad Murray.
El experto en propofol señaló la semana pasada de forma hipotética que el cantante de 50 años podría haberse inyectado una dosis letal del medicamento sin que Murray lo supiera, lo que le provocó la muerte el 25 de junio del 2009.
El propofol, que generalmente es utilizado en cirugías, fue identificado como el principal causante de la muerte de Jackson.
Murray señaló a la policía que le dio 25 miligramos de propofol a Jackson en la mansión del cantante en Los Angeles.
"¿Ha administrado propofol en el dormitorio de alguien?", preguntó el fiscal David Walgren a White. "No, no lo he hecho", respondió White. "¿Alguna vez oyó que otra persona lo hiciera antes de este caso?", consultó Walgren. "No", dijo White.
White también admitió que Murray se alejó de los procedimientos médicos habituales el día en que murió Jackson y también durante los dos meses previos, cuando le daba al cantante dosis diarias de propofol para dormir.
El experto señaló que recibió un pago de 11.000 dólares del equipo que defiende a Murray. En cambio, el experto en propofol de la fiscalía, Steven Shafer, señaló al jurado a comienzos de mes que no recibió dinero por su testimonio.
El juez de la corte suprema de Los Angeles Michael Pastor excusó en un momento al jurado para reprender airadamente a White, luego de que el experto en propofol realizó en varias ocasiones referencias a dos charlas que sostuvo con Murray, que no fueron consideradas como evidencia en el juicio.
Murray, quien se declaró no culpable del cargo de homicidio involuntario o de negligencia grave, enfrenta una sentencia máxima de cuatro años de cárcel en caso de ser condenado.