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Vale la pena el viaje

Después de iniciarse en el grupo Fruto Prohibido en Chile en los '90, el músico Gastón Astorquiza pasó siete años en México y hoy, desde Los Angeles, California, manda su nuevo disco, Kaminando.

13 de Noviembre de 2011 | 09:39 |
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Si se trata de dejar registradas las vueltas personales de la vida, Gastón Astorquiza, de oficio músico y cantante, tiene a mano sus canciones para ir señalando esos cambios. Se inició en Chile ya a comienzos de los años '90 con la última formación del grupo Índice de Desempleo, ganó más atención como parte de la banda de rock Fruto Prohibido entre 1995 y 2003 con éxitos radiales como "Taxi" y "Azúcar flor", y con el nuevo nombre de Astor se estableció en México en 2004. Siete años más tarde, Astor tiene un nuevo disco, y entre sus canciones hay algunas que grabó cuando vivía en Chile, pero que ahora suenan actualizadas.


Una de ellas se llamaba "Adiós" originalmente. "Siempre me gustó, pero le cambié un poco el ritmo a uno más relajado y la letra también la modifiqué pues la encontraba algo negativa", explica: "hablaba de que mando a la cresta a alguien, y después de algunas cosas que he vivido creo que nadie se merece ser desechado. Todos nos merecemos una oportunidad, o quizás varias, y es por eso que la rebauticé como 'Te espero' en vez de 'Adiós'. Es como un simbolismo para dejar siempre las puertas abiertas a cualquier persona con la que has tenido una situación difícil y ser capaz de perdonarla y amarla".


No es el único caso. "Frente al mar" es una adaptación de "Sin tocar", otra canción de Fruto Prohibido.


-En la letra me pasaba igual que con "Adiós", y en vez de reprimir algo preferí agregar otra cosa que me gusta y que es el mar. En esta canción participó un montón de amigos, fue mágico hacerla. Y en un momento me sentí tan desconectado de Chile y del pasado que, cuando me dijeron por mail que aún pasaban "Taxi" en radios, y que la tocaban incluso más que antes, me sorprendió mucho, y como agradecimiento a la canción quise volver a producirla con mi estilo actual de guitarra acústica y armónica. Como estas canciones representaban etapas tan importantes de mi vida, decidí rescatarlas y adaptarlas a mi nuevo sonido para darlas a conocer a futuras audiencias.


Dos discos como solista tiene Astor a su haber, entre Astor y los Brujos del Mar (2008), grabado en México, y el actual Kaminando (2011), hecho en Los Angeles, California, donde el cantante está radicado y desde donde responde estas preguntas. "La diferencia con el primer disco es que en Kaminando di hasta el último suspiro para que quedara muy orgánico y espontáneo. Por eso no ocupamos programaciones como en el disco anterior. Todo se tocó con instrumentos reales y nos dimos la tarea de encontrar músicos que realmente entendieran el espíritu místico rocanrolero que andábamos buscando. Con los años creo que mi música se ha ido volviendo más relajada y poética, o al menos es lo que intento. Aparte las letras del disco anterior son mas fantásticas y abstractas, y las de Kaminando son más reales y autobiográficas".


-¿Por qué decidiste cambiarte de Ciudad de México a Los Angeles?
-Decidí mudarme a Los Angeles a modo de terapia y renovación, para darme un nuevo respiro, por la cercanía al mar, porque es un lugar más liberal, relajado y luminoso y porque si cambias tu entorno drásticamente por lógica todo lo demás también cambia. Después de andar siete años y medio en el DF (Ciudad de México) ya necesitaba salir y transportarme a una dimensión distinta para pasar a otro capítulo de mi vida.


-¿De dónde viene ese sonido rockero y acústico al mismo tiempo, con guitarra, piano, armónica?
-Desde chico escuchaba esas canciones de los (Rolling) Stones medias bluseras, con armónica, piano y guitarras acústicas de Keith Richard. Me gusta esa sonoridad como espontánea, libre y pastosa, creo que el sonido que me identifica viene de por ahí. También un poco del folclor chileno. Kaminando es una mezcla de muchas cosas. Aparte es rico tocar acústico pues siempre estás preparado para lo que salga. Con Fruto (Prohibido) tratamos de encontrar ese sonido desde el principio, pero recién en el tercer disco (Sin tocar, 2003) me parece que lo logramos. Y no es sólo una cosa de cómo mover las perillas. También es con qué actitud tocar. Son pensar tanto y disfrutando el momento.


Músicos como los chilenos Cadenasso, Daniela Aleuy, Mariel Mariel y Kataix, la cantante mexicana Leika Mochan y Arturo Turra Medina, productor chileno afincado en México, toman parte de Kaminando. "Somos todos amigos y, si tienes una hermandad con músicos tan talentosos, pensé que era mejor jugar el partido juntos y fue más fácil de lo que pensaba", dice el dueño de casa.


-¿Cómo fue que grabaste con todos ellos, en persona o a la distancia?
-Con Daniela ya había grabado en "El camino" en el 2000, ella es súper profesional y como este año andaba en México todo se dio para que grabáramos. Sabe muy bien cómo poner coros en cualquier disco, tú no tienes que hacer nada, ella manda y queda de lujo. Con Mariel en México éramos casi vecinos y grabó flautas traversas que quedaron justo como lo requería el disco. Leika Mochán es una cantante mexicana popular en el medio de jazz y world music, soy su fan y tiene un estilo que me alucina.


Astor trabajó a la distancia con el tecladista Kataix y con el guitarrista Felipe Cadenasso, hoy solista, cantante de Matorral y ex integrante de los propios Fruto Prohibido. "Cadenasso  me encanta, es todo un artista, por algo fue parte de Fruto Prohibido, el grabó en Chile y me envió las pistas. Con Kataix nos conocemos de cuando estudiamos música en Chile, es muy buena persona y toca el piano tan bien".


-Viniste a comienzos de 2009 a tocar a Chile. ¿Tienes planes de volver, ahora que tienes disco nuevo?
-Es importante reconocer y cuidar las raíces y servir a tu pueblo. Son como tu familia y base. Quiero ir a Chile cuando sea el momento y quiero que sea pronto.


-"Grandioso es el hecho de cantar en la vereda, aguantando la pena por unas monedas", dices en la canción "Viaje". ¿Es autobiográfico todo lo que dices ahí?
-Definitivamente. Tuve que hacer muchos sacrificios para poder vivir en México, quizás más de los que hubiera imaginado. Todo es para crecer, México es un gran maestro, ojalá más músicos chilenos se vayan ahí por un rato. Pero si te fijas bien esa canción comienza así: "Vamos subiendo al bus con la guitarra al mar": el destino final es la playa. Al fin lo que importa es llegar donde quieres y si hay que hacer sacrificios, bueno, todo tiene un precio y vale la pena el viaje.

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