SANTIAGO.- Las expectativas eran altas y él sabía que debía cumplir con una cuota de espectacularidad. No en vano fue el único hiphopero invitado a subir al escenario de Maquinaria en el horario estelar. Y es que Snoop Dogg no es sólo uno de los raperos más importantes de Estados Unidos : es un emblema.
Y como tal, debía demostrar su condición ante los miles de chilenos que acudieron a su concierto en el Club Hípico. La extravagancia de su show quedó demostrada desde su ingreso al escenario, cuando subió en medio de un apoteósico juego de luces acompañado de un fragmento de Carmina Burana.
El puntapié inicial lo dio "What’s My Name?", en medio de una multitud que, encendida, saltaba en las primeras filas continuas al escenario. Los ánimos se incrementaron aún más con la segunda canción, "P.I.M.P", cover de su amigo 50 Cent.
Acompañado por un cuerpo de sensuales bailarinas, Calvin Cordozar Broadus ( nombre real del hip hopero), interpretó algunos de los temas más sexuales de su repertorio, a los que también sumó el sencillo de Akon "I Wanna Fuck You".
Pero no todo el contenido de Snoop Dog se centra en las mujeres y el sexo. Prueba de ello fue la ejecución de "Beautiful" y de la canción que popularizó junto a Justin Timberlake, "Signs".
Una parte importante del éxito de la puesta en escena se debió a la interacción con el público. El músico habló bastante entre canciones, e incluso fomentó el coreo de un “Ole Ole” en su honor.
Esta segunda visita de Snoop Dogg a Chile resultó tan exitosa como la primera, acontecida en 2007 en el marco del Hip Hop Town Festival, que se desarrolló en la Pista Atlética del Estadio Nacional.
La potencia del ánimo que se percibía en el show de Snoop Dogg, también se registró en el acto de Crystal Castles. El dúo de electrónica canadiense conglomeró a unas seis mil personas en el escenario secundario de Maquinaria.