El premio a Nicanor Parra fue bienvenido por escritores españoles que elogiaron la obra provocadora del chileno.
Carla Pinilla, El MercurioMADRID.- Escritores, narradores y poetas españoles consideraron absolutamente justa la concesión del Premio Cervantes al chileno Nicanor Parra, exponente de la "antipoesía", con alguna contada excepción como la de Caballero Bonald, que reconoció que el chileno era la opción que menos le gustaba.
"No es un poeta de mi predilección, puedo decir poco, porque la antipoesía y este tipo de estética me pilla a trasmano. Pensaba que este año se lo darían a Tomás Segovia, a Fina García Marrús o a la poetisa cubana Ida Vitale", confesó Caballero Bonald, eterno candidato a este galardón, el más prestigioso de las letras españolas.
Muy diferente fue la reacción de Benjamín Prado, para quien Parra es "un premio Cervantes indiscutible" y el candidato que más le apetecía, admitió, en declaraciones a EFE. "Es el otro gran poeta chileno junto con Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Pablo de Rokha y Gabriela Mistral", aseguró.
En su opinión, el fallo del jurado supone "un reconocimiento a otro tipo de poesía, más experimental, visual, provocativa, al margen de canales más frecuentes".
El poeta canario Andrés Sánchez Robayna definió a Parra como "un clásico de la poesía hispánica, con una obra muy en consonancia con el espíritu de vanguardia y de gran resonancia internacional", además de su candidato "desde hacía mucho tiempo".
Para él, "ha sido extraño que hayan tardado tanto en dárselo, pues merecía haberlo recibido mucho antes que otros premiados en la modalidad de poesía, cuyas obras no han sido tan importantes", algo que achacó a "su espíritu radical y de vanguardia, que ha retraído a muchos en cuanto al reconocimiento oficial".
Luis Antonio de Villena recalcó por su parte que ésta ha sido, una vez más, la crónica de un fallo anunciado, tras la concesión en 2001 del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, del que él forma parte.
De Villena destacó que, además de pertenecer a una familia muy vinculada al arte -como su hermana, la cantautora Violeta Parra- el agraciado con el Cervantes 2011 creó con sus antipoemas "una concepción nueva de tipo narrativo, que se saltaba el lirismo tradicional, pero que es poética porque está sujeta a la sorpresa".
Para el autor de "Chicos" -que subrayó la avanzada edad de Parra y el hecho de que con este premio se reduce al mínimo la lista de escritores vivos "indiscutibles" por su dimensión literaria- el chileno supo convertir "cosas cotidianas, del día a día, en poesía".
De la misma opinión es Luis Mateo Díez, que dijo a EFE que existía "una deuda" con Parra y que "era uno de los grandes que no lo había tenido".
Díez opinó que la del chileno es "una voz extremadamente personal, muy significativa en la poesía en nuestra lengua" y que, en él, "siempre hay un punto de ironía, de peculiaridad y sentido de las cosas, además de un gran creador del lenguaje", añadió este escritor castellano.
Como representante de las voces más jóvenes de la poesía española, la cordobesa Elena Medel se mostró también de acuerdo en que "hacía mucho tiempo que se lo tenían que haber dado". "Es un poeta nuevo y no es un tópico decir que, en su caso, inventa un lenguaje y un universo propio que empieza y acaba en él", refirió.
Al Premio Cervantes de 2002, José Jiménez Lozano, le parece bien la concesión del galardón a un poeta, pero admite que conoce "poco, poquísimo" la obra del autor de "Antipoemas", aunque en sus oídos "suena de los más antiguos y considerados".