Alejandro Jodorowsky, durante su presentación en Puebla.
EFE
PUEBLA.- Atraen, hacen pensar, en ocasiones impactan o desagradan: los breves mensajes que el cineasta y escritor Alejandro Jodorowsky envía a través de Twitter son otra faceta de su creatividad y su capacidad de remover a quienes lo leen o escuchan.
La recopilación de sus reflexiones en no más de 140 caracteres ahora inspira su nuevo libro "Ojos de oro" en el que el autor recopilará los tweets que comenzó a transmitir, según confiesa, "sin ninguna finalidad" en la red social.
Jodorowsky explicó en Puebla, durante una presentación, que la escritura de textos cortos con disciplina le sembró la idea de usar la red social para difundir "literatura gratis".
Momentos antes de la presentación de su vídeo "Spiritual Journey" en la Universidad de las Américas, explicó que al usar Twitter se dio cuenta de que sus mensajes podrían ser utilizados como vía de difusión de "literatura, filosofía, psicomagia y arte".
Desde Francia, su residencia actual, Jodorowsky escribe todos los días 15 tweets en español durante una hora. Y lo considera una “labor literaria".
"En la mañana me levanto y escribo. Desayuno y mando tweets, llueve o truene", relató el artista, que no deja pasar un solo día sin escribir.
El texto que los reúne podría ser presentado en febrero o marzo de 2012, estimó.
"Literatura del siglo XXI"
También conocido por su célebre uso del tarot, Jodorowsky consideró que la red social es "una maravilla" y que en ella no cabe el robo de pensamientos "porque es algo que regalas, que das, literatura gratuita".
Su hijo fue quien, hace un par de años, le sugirió por primera vez usar la red social. "Yo me pregunté qué era eso, y ahora digo que es la literatura del siglo XXI", afirmó.
Añadió que la red social también es "una puerta que se abrió" a las revoluciones y una herramienta para convocar manifestaciones.
El propio cineasta utilizó esa red social para convocar a una marcha el fin de semana pasado en la capital mexicana para recordar a los muertos por la violencia, que superan 45.000 personas desde finales de 2006.
En su opinión, Estados Unidos es culpable de parte de la violencia que padece México. “¿Quieren solucionar el narcotráfico? Obliguen a los estadounidenses a no drogarse, porque son ellos los que compran la droga y quienes venden las armas", apuntó.
