Ernesto Díaz y "Santiago Violenta": "Es la película que quería hacer cuando me enamoré del cine"

SANTIAGO.- "Siempre mi pieza fue como mi productora, mi estudio", comenta el realizador chileno Ernesto Díaz Espinoza, el director detrás de refrescantes cintas como "Mirageman", "Kiltro" y "Mandrill", que ahora pareciera como haber sacado los juguetes de su viejo baúl de recuerdos para la que es su nueva creación: "Santiago Violenta".

Su nuevo proyecto, que es protagonizado por Nicolás Saavedra, Matías Oviedo y Mauricio Diocares, es una historia que se acerca al género policial y gangsteril, pero como es tradicional en las cintas de Díaz, con un firme sello "made in Chile", ubicando a personajes comúnes y corrientes de la fauna nacional en situaciones inusuales.

"No es netamente policial o cine negro, sino que es un grupo de personajes comunes y corrientes que se meten en una aventura de pistolas y mafias. Podría ser cualquier persona del público que en una noche de carrete termina metiéndose con una mafia en Santiago", explica Díaz a Emol.

El director cita de memoria cuáles son sus referentes para este film: Quentin Tarantino, Martin Scorsese, Sam Peckinpah y Alfred Hitchcock. Fue su época viendo las películas de aquellos realizadores lo que finalmente lo llevó a trabajar en este proyecto. "En el fondo, 'Santiago Violenta' es la película que yo quería hacer en los años en que uno se enamora del cine, esas películas que lo transforman, las que a uno lo hacen ser cineasta. Son los referentes que me enamoraron del cine", comenta.

La cinta ya ha pasado largo tiempo en proceso de post-producción y actualmente resta el trabajo de sonido y la composición musical, nuevamente a cargo de su habitual colaborador Rocco. "No tenemos fecha definida, la intención es estrenar el primer semestre del 2012", explica el director, que pronto se pondrá a trabajar en el segmento que realizará para la cinta colectiva estadounidense de terror "The ABC of Death".

Un "garage" en la pieza

Pero Díaz, además de estar trabajando en su primer largometraje sin Marko Zaror, se ha convertido en una fuerte voz que busca guiar el uso de las nuevas tecnologías en la realización cinematográfica, no como un reemplazo de lo que ya existe, sino que para poder ampliar las fronteras de la expresión audiovisual.

"Una película hecha con un iPhone 4 no debería tratar de copiar lo que hacen los gringos o lo que podría hacerse con una cámara de 35 mm, sólo porque tiene capacidad HD. Hay que utilizar un iPhone 4 como una herramienta que puede llegar a un nuevo lenguaje, una nueva narrativa, por su forma, su peso y tamaño, de los movimientos que se pueden hacer, que no se pueden hacer con una tremenda cámara", explica.

Si bien en "Santiago Violenta" el director no experimentó tanto con este tipo de grabación, históricamente ha aprovechado las innovaciones tecnológicas en los procesos posteriores al rodaje, algo que ejemplifica con lo que podría calificarse de "montaje casero".

"Las cuatro películas (que he hecho) las he editado en un MacBook en mi casa, con Final Cut. Las cuatro. Es una manera súper íntima de trabajar, de estar rodeado de tus DVD, de tus pósters, de tus películas, de tu familia", explica Díaz.

El realizador cree que en esas circunstancias "el trabajo fluye mucho mejor" y se condice con sus orígenes. "Es mucho más coherente al cómo yo empecé a hacer cine, el que hacía con la cámara de la familia, trabajando con mi hermana en mi casa, y editando de VHS a VHS. Siempre mi pieza fue como mi productora, mi estudio... mi taller. Para los gringos es el 'garage', acá no lo usamos mucho para eso".