Por ''cromática y táctil'' fue resaltada la instalación de Karla Black, una de las cuatro artistas nominadas.
AFPLONDRES.- El premio Turner 2011 de arte contemporáneo, uno de los más relevantes en su tipo y al que aspiran cuatro artistas, se fallará hoy en una ceremonia que tendrá lugar en la localidad inglesa de Gateshead, y que estará a cargo del destacado fotógrafo Mario Testino.
El pintor George Shaw, la videoartista Hilary Lloyd, y los creadores de instalaciones Martin Boyce y Karla Black, son los que este año están nominados al premio, considerado también como uno de los más polémicos del panorama europeo.
El galardón se fallará esta noche en el centro Baltic de arte contemporáneo en Gateshead, donde los trabajos de los cuatro artistas han sido expuestos desde octubre.
El Turner, siempre asociado a trabajos impactantes, está dotado con 25.000 libras (unos 38.900 dólares) para el ganador y 5.000 libras (unos 7.700 dólares) para cada uno de los otros tres seleccionados.
El galardón, que reconoce al mejor artista británico o residente en el país de menos de 50 años, aspira a resaltar la "variedad y la vitalidad" del arte contemporáneo.
George Shaw ha sido seleccionado por sus pinturas de paisajes urbanos aislados y sin figuras humanas inspirados en el suburbio de la localidad de Coventry (Reino Unido), donde creció el artista.
Karla Black ha sido nominada por su "cromática y táctil" instalación "Not a person in the world" en la Galerie Capitain Petzel, en Berlín.
La investigación de los vínculos entre imagen, sonido y formas escultóricas que Hilary Lloyd propuso en la galería Raven Row de Londres, fueron las que consideró el jurado para la nominación de esta artista, que reflexiona sobre los espacios urbanos y los lugares cotidianos en instalaciones pensadas para interactuar con el público.
El jurado reconoció asimismo el trabajo del escultor Martin Boyce expuesto en la galería Eva Presenhuber de Zurich ("A Library of Leaves"), una variación escultórica elaborada a partir de una mesa de trabajo diseñada por el francés Jean Prouvé para la Casa del Estudiante de París, en la que Boyce dota al objeto cotidiano original de profundidad y textualidad.