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Santiago: Martes 03 de diciembre del 2024 | Actualizado 16:06
En 2011, Ai Weiwei vivió la cárcel en China, pero el reconocimiento mundial fuera de las fronteras de su país.
EFEPARIS.- El influyente diario francés "Le Monde" destacó hoy al artista y disidente chino Ai Weiwei como personalidad de 2011, con lo que lo ubica como la cara visible para ilustrar doce meses en los que las protagonistas fueron "las revueltas".
El suplemento semanal de "Le Monde" subrayó que más allá de una "estrella del arte contemporáneo como Damien Hirst, Jeff Koons o Maurizio Cattelan", el creador chino se ha convertido en "el heraldo de una nueva disidencia que se expresa, sobre todo, a través de internet".
"Como los anónimos de Túnez o El Cairo, los 'indignados' de Madrid o de Wall Street, Ai Weiwei representa, a su manera, juguetona y contestataria, ese arranque que lleva a un hombre sin calidad a convertirse en el sujeto de su propia historia", resume "Le Monde".
El artista, acusado de evasión de impuestos y pornografía, se ha convertido este año en el más conocido activista pro derechos humanos en China, especialmente tras estar detenido e incomunicado durante 81 días en la pasada primavera.
La detención de Weiwei, que recibió muestras de apoyo de simpatizantes, gobiernos y ONG de derechos humanos, fue la más destacada entre las centenares que el gobierno chino ha practicado desde febrero, con el fin de atajar cualquier atisbo de imitación de una "Primavera Árabe" en China.
Ai sustituyó como personaje del año en "Le Monde" al australiano Julian Assange, el controvertido fundador del portal WikiLeaks. Un año antes, el reconocimiento simbólico fue para el entonces presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien inauguró esa clasificación en el prestigioso vespertino francés, tras 65 años de historia.
Escritor condenado
Pero si Weiwei es resaltado una vez más, otro artista chino vive la cara opuesta de la moneda. Chen Wei, veterano activista pro democrático, fue condenado por el Tribunal Intermedio de Suining, en Sichuan, a nueve años de cárcel por incitar a la subversión contra el poder del Estado.
El escritor de 42 años no apelará la sentencia, una de las más duras de este año por una acusación relacionada con la llamada "Revolución Jazmín".
La pena es similar a la que recibieron otros presos de conciencia en China, como el premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, condenado a once años en 2009 y con el que Chen colaboraba habitualmente.
