Manuel García repasa su mejor año y proyecta su temporada de festivales

SANTIAGO.- "Puede haber años más mágicos que otros, por situaciones que a uno le pasan personal y artísticamente, pero a nivel de lo que significa para mi carrera, éste ha sido el año más brillante", dice Manuel García.

La opinión desde fuera ya estaba instalada: Creciente éxito internacional, premio Altazor, disco de oro, un Caupolicán repleto, grabaciones con Jack Johnson y llamados para los festivales de Viña y Olmué, entre otros hitos, ya daban cuenta de un año excepcional para el cantautor, que ahora él mismo también reconoce.

"Me doy cuenta del momento en el que estoy, de las cosas que han ido haciendo progresiva mi carrera", dice. En esa línea, fija gran parte de la responsabilidad en la alianza con Carlos Fonseca, su actual manager y recordado hombre clave en la exitosa historia de Los Prisioneros.

"Yo era muy trabajador antes, había logrado cosas con mi inquietud, pero la progresión aritmética es responsabilidad de Carlos. Yo lo único que hago es tocar. Pensé que el año pasado hice un récord con 150 conciertos, pero ahora voy en 200. Tengo la responsabilidad de seguir trabajando en función de las cosas buenas que pasan", asegura.

Para coronar esta exitosa temporada, acaba de llegar a las tiendas el DVD En Vivo Teatro Caupolicán 2011, que registra la presentación que García ofreció en el recinto de calle San Diego, en julio de este año.

Fueron cerca de tres horas de concierto —de las que se rescata aproximadamente la mitad—, marcadas por una especial comunión con el público, que el cantautor cree que se refleja en el registro audiovisual. "Nos preocupamos de grabar al público, y es un protagonista importante. La gente es la trama del disco. Lo que tiene que ver con el concierto es la relación entre las canciones y quienes las cantan, incluyendo al cantante, pero también a la gente que las hace suyas", explica.

Para el verano, sus mayores desafíos estarán en los festivales de Olmué y Viña del Mar, donde Manuel García llegará como artista principal y parte del jurado, respectivamente. Para esas ocasiones "estoy pensando cada vez más en defender mi posición como solista con la guitarra, reforzada por la banda en algunos momentos, pero no ampararme en eso, sino exponerme como el público me entiende: Como un hombre y su guitarra".

En Viña del Mar, contaría con cerca de 40 minutos para presentarse, además de formar parte del show de Los Bunkers "en el tema que a ellos más les acomode". Ambos comparten la noche del sábado 25 de febrero, que será cerrada por la cumbre tropical entre Ráfaga y Garras de Amor.

A ello sumará su rol como jurado, instancia que en 2012 repetiría la modalidad de este año, con los jueces poniendo notas al término de cada presentación. Por biografía, García se ve bien preparado para la misión: "Como alguna vez estudié pedagogía, espero ser justo con las décimas", dice entre risas.