Rosales junto a Rodrigo Tapari, el vocalista que reemplazó a Ariel Puchetta. Según el guitarrista, el cantante les inyectó ''mucha juventud, mucha energía, y nos impulsó a seguir''.
LUNSANTIAGO.- La última hornada de anuncios para el Festival de Viña del Mar hizo emerger una vez más los comentarios ya clásicos entre los "detractores" del evento: Que se trata de nombres repetidos, con poco mérito para estar en la próxima edición, etc.
Los argentinos de Ráfaga no fueron la excepción. Aunque anotan exitosos pasos por el certamen en 2000 y 2001, al de 2012 llegarán en otra etapa: Tras arrasar a fines de los 90 cambiaron a su vocalista, se distanciaron del país, triunfaron en Europa, iniciaron el regreso, y desde hace un par de temporadas prueban de nuevo el éxito en Chile, donde hoy son visita regular.
Por eso, las críticas no hieren a Richard Rosales, histórico guitarrista de la agrupación: "Una vez un periodista chileno me dijo que ya éramos historia. Yo le respondí que eso no era cualquier cosa, porque escribir una página en la historia de la música es muy importante. Ahora vamos por la segunda página, y la estaremos escribiendo en Viña. Si la gente nos volvió a elegir por algo será. No somos de hablar mucho, lo que sabemos es tocar, y lo demostramos en el escenario. Después que la gente saque sus conclusiones. Son 15 años que nos respaldan".
En la primera parte de esos 15 años Chile fue parte fundamental, con el éxito arrollador que cosecharon temas como "Maldito corazón", "La Luna y tú" o "Mentirosa". Y en la última parte de esa trayectoria nuestro país nuevamente ha cobrado relevancia, con visitas constantes para actuar en escenarios que van desde festivales comunales hasta el Centro Cultural Amanda.
"Para nosotros el público chileno es nuestro público, y este reencuentro nos llena de satisfacción y orgullo, porque a pesar de que cambiamos cantante seguimos vigentes", dice Rosales.
Además del regreso a Viña del Mar, Ráfaga estará mañana en la ex Oz y el sábado en la gran fiesta de Año Nuevo que se realiza a los pies de la Torre Entel. Allí repasarán "los clásicos" del grupo, pero "también lo que se está escuchando ahora, los últimos discos, que a la gente le encantan", dice el guitarrista, aludiendo a trabajos en los que "tratamos de innovar, pero sin irnos de lo que es la esencia de Ráfaga".
Luego vendrá el Festival de Viña del Mar, donde "teníamos la meta de estar otra vez. Ahora estamos con la ansiedad de pisar la Quinta Vergara", cuenta Rosales, con el recuerdo fresco de 2000 y 2001:
"En ese momento era tanto trabajo, que después te das cuenta de la magnitud, de lo que has logrado, cuando ves los videos, y no lo podés creer. Con el tiempo te das cuenta de que es tan importante lo que has logrado, y por eso estar de vuelta en ese escenario tiene un valor extra para nosotros. Era un desafío. En la vorágine del éxito no te das cuenta de lo que tienes, pero cuando pasa agua bajo el puente, comenzás a pensar. Estar en Viña del Mar, con la madurez que tenemos, tiene un sabor mucho más dulce. Estamos con muchísimas ganas, quizás más que en las veces anteriores".