COPENHAGUE.- Uno de los museos más importantes de Dinamarca, el de arte moderno de Arken, abrirá el próximo sábado una muestra que recopila 35 años de obra pictórica de una artista muy peculiar: la reina Margarita II.
Con motivo de sus cuarenta años en el trono, Arken ha organizado la mayor exposición hasta la fecha de esta artista "a tiempo parcial", como se define ella misma, que además diseña decorados para ballet, obras de teatro y películas.
"La esencia del color: el arte de la reina Margarita II" recoge más de 130 acrílicos, acuarelas y muestras de découpage de una artista "abierta, vulnerable y creativa" que es capaz de captar "lo inconcebible y grande en la existencia humana", en palabras del director del museo, Christian Gether.
La muestra, que se podrá visitar hasta el 1 de julio, no es la primera que se acerca a esta otra faceta de la monarca danesa, de 71 años, pero sí la más importante por su dimensión y por el escenario.
"Nunca me había sentido tan tensa como ahora", admitió la reina en una rueda de prensa en el museo previa a la inauguración de la muestra, que calificó de "gran experiencia".
El viaje al mundo pictórico de Margarita II muestra una evolución desde las primeras obras, fundamentalmente paisajes inspirados en la obra de Tolkien, a elementos de la naturaleza, para acabar con una serie de huesos no expuesta hasta ahora
Margarita II no reconoce ninguna influencia ni inspiración concreta, aparte de la naturaleza y del paisaje, y admite que nunca ha sentido la necesidad de introducir personas en sus cuadros, aunque una vez probó a retratar a sus hijos de pequeños.
La muestra de Arken cuenta también con ejemplos concretos y un testimonio audiovisual de su interés por el découpage y de sus colaboraciones con el cine, "La reina de las nieves" y "Los cisnes salvajes", basadas en los cuentos homónimos del célebre escritor danés Hans Christian Andersen.
La condición de reina de Margarita II es un elemento difícil de apartar al enfrentarse a la artista, algo que ella misma admite, aunque invita al potencial público a acercarse a su obra sin prejuicios y con normalidad.
"Primero que miren con sus propios ojos, y luego que piensen en el resto", explica la monarca, advirtiendo no obstante que ella no es quien para dictar cómo la gente tiene que contemplar el arte, ni siquiera sus obras.
La vertiente artística de Margarita II es conocida en Dinamarca desde hace muchos años, y probablemente sea uno de los aspectos que más contribuye a hacerla popular a ojos de sus súbditos, que aprecian que su reina sea capaz de hacer otras cosas.
A pesar de ello, su obra pictórica nunca ha despertado el entusiasmo unánime de los críticos, que en bastantes casos la consideran como mucho una buena aficionada.
Pero la reina de Dinamarca no tiene miedo de lo que puedan decir los expertos de esta retrospectiva, aunque tampoco considera que ella esté por encima de las opiniones.
"Tan vanidosa no soy como para no leer lo que los críticos escriben sobre mi obra", dijo la reina, que hace dos semanas cumplió cuatro décadas en el trono y fue objeto de varios homenajes populares.