El cantautor saluda desde su silla del jurado. Mañana lo hará desde el escenario de la Quinta Vergara.
José AlvújarVIÑA DEL MAR.- Aunque para muchos su presencia en el Festival de Viña siga pareciendo algo extraña, Manuel García se mueve muy cómodo por las distintas instancias del certamen, muchas veces apuntado por sectores de la audiencia como cuna de la frivolidad televisiva.
"Creo que el hecho de establecer un vínculo humano con personas que a veces tienen que ver con el mundo de la televisión y la farándula, genera una ética que tiene que ver con la relación entre seres humanos. Eso es lo primero que me interesa: Romper prejuicios", aclara el cantautor.
Y esos prejuicios no sólo los rompe en cada uno de sus pasos en Viña del Mar, sino que además los quebrará mañana, cuando se suba al escenario para desarrollar una presentación inusual para los estándares festivaleros: En la Quinta Vergara, sólo estarán García y su guitarra.
"Espero que podamos establecer una relación con el público, como ha ocurrido hace tantos conciertos con este puente que es la guitarra", dijo el músico en conferencia de prensa realizada esta mañana. "Mi espectáculo está basado en ese instrumento, en mis composiciones" y "es una invitación abierta para que el público conecte con aquello".
García tiene claro que "hay una propuesta diferente en mi música" en relación "con el escenario de Viña, que es de música mediática, de canciones que tienen que ver con lo rítmico, canciones de amor. Sin desmerecer aquello. Hemos visto grandes exponentes de canciones que tienen que ver con la diversión".
Sin embargo, instancias como el Día de la Música le dan confianza en torno a que "Chile ha demostrado que apoya en contextos masivos este tipo de propuestas", de corte cantautoral.
Sobre su enfoque social y sensibilidad en torno a problemas como los que hoy se viven en Aysén, versus el clima de fiesta que impera en Viña del Mar, el cantautor asume que les celebraciones en todo el continente siempre están acompañadas de tensiones.
"Tenía el corazón un poquito nublado al partir la jornada, pero pensé que hay que resolver estos problemas donde hay que resolverlos", dijo sobre su experiencia de anoche. "Lo que Marc Anthony hizo tenía que ver con una sinceridad tan grande como artista, que igual me entregué a bailar", contó, ya que "los artistas permiten que no sólo reflexionemos, sino que también podamos descansar de toda esta tensión por algunos minutos".
Sobre los pasos que vengan en su carrera tras Viña del Mar, asegura que "debería proyectarse hacia afuera de una forma muy natural", además de cerrar 2012 con una amplia gira nacional y editar un nuevo disco, "que se despega bastante de lo que la gente conoce de mí a nivel de sonido".