Adamo obtuvo todos los trofeos de la Quinta Vergara.
Luciano Riquelme, El MercurioVIÑA DEL MAR.- Un revés enfrentó la entrada de Salvatore Adamo a su regreso a la Quinta Vergara. El músico ítalo-belga entró a escena y sus musicos comenzaron a interpretar la canción "Es mi vida", pero a la hora en que el cantante quiso empezar a cantar, no pudo hacerlo por la inexistencia de audio en su micrófono. No obstante, esto no opacó lo que sería su presentación
Al momento del percance, el cantante miró hacia producción y dio golpecitos a su micrófono para manifestar el error técnico. Acto seguido, los animadores se acercaron para revertir el error activando el aparato.
"Son cosas que pasan" dijeron a coro Eva Gómez y Rafael Araneda cuando el músico ofreció disculpas al público por la poco triunfal entrada. El monstruo lo aplaudió para manifestarle su apoyo, pese a que minutos antes y fuera de la transmisión televisiva, abucheaba el corte a Daniel Muñoz y solicitaba la entrega de Antorcha de plata al cuequero.
El espectáculo del italiano cumplió con todas las expectativas depositadas en lo que sería el show: un repaso a sus grandes éxitos y una clase magistral de romanticismo tradicional, con canciones como "En mi canasta", "Un mechón de tu cabello", "Tu nombre", "Mis manos en tu cintura", "Porque yo quiero", Al despertar" y "Como siempre".
El repertorio del emblemático italiano incluyó en noventa minutos composiciones de todas las etapas de su extensa carrera y fue coronado con la entrega de todos los galvanos entregados por el Monstruo.
Las antorchas de plata y de oro fueron las primeras en ser solicitadas por la Quinta Vergara a su ídolo, pero bastó sólo una canción más para que el Monstruo exigiese la entrega de la Gaviota de plata.
El italiano afirmó estar muy emocionado por el cariño del público y decidió cerrar la jornada con un himno perfecto para despedirse del festival: "Mi gran noche".