Manuel García: "Tuve la duda de que mi arte pudiera tener cabida en el Festival"

VIÑA DEL MAR.- "Había mucha gente que creía que tenía que representar demandas sociales. Lo estudié con responsabilidad, no quería ser panfletario", dice el cantautor Manuel García tras su resonante triunfo de anoche en el Festival de Viña del Mar.

Allí llamó la atención por diferentes aristas, entre ellas su vibrante y emotiva presentación, pero también por su determinación a la hora de enarbolar banderas en favor de distintas causas políticas y sociales.

Pero para García eso es algo natural, que fluye en los escenarios pequeños que pisa cada tanto, y que ayer fluyó también en la Quinta Vergara. "Es un resorte natural, son mis preocupaciones como ser humano, normales, lo que pasa es que en la música se pueden canalizar, y ver con mas detalle dónde aprieta el zapato. Pero con cariño, porque la canción, aunque plantee diferencias de pensamiento, es un símbolo de paz", dice.

Pese a la gran atención que captó con sus intervenciones, García explica que su máxima fue que en Viña "antes de decir hay que cantar", por lo que fue en la música donde sus preocupaciones estuvieron concentradas.

Al respecto, cuenta que "tuve en un minuto la duda de que mi arte pudiera tener cabida en el Festival". Sin embargo, pudo disiparlas para cumplir con el objetivo que se trazó con esta visita: Reivindicar el lugar del cantautor en esta cita.

"En Viña nos habíamos olvidado hace tiempo de este aspecto del cantautor, pero los ha habido. Julio Zegers, Eduardo Gatti, Fernando Ubiergo, Gervasio", repasa. "Es una tradición que esperaba recuperar, pero que recuperaramos juntos" con el público.

Sobre su cosecha completa de trofeos, aseguró que se va feliz con lo obtenido. "Para mí significa mucho", dijo, comparando con figuras que han pasado por Viña y que no han sabido administrar los galardones. "Artistas que a veces sigo toman la Gaviota, la dejan por ahí. No saben en qué lugar están. Una vez un artista la llamó el pajarito", recordó.

De todos modos, reconoció que sus cálculos sólo llegaban hasta la Antorcha de Plata, por lo que ya tenía listo el itinerario de largo plazo. "Lo bueno para mí era hacer lo justo y necesario, y volver con un espectáculo más largo, mejorado, en una próxima oportunidad".