Morrissey en su actuación en la Arena Movistar de Santiago.
Cristian Soto L.Por un minuto pudo dar la impresión de que el volumen no iba a dar abasto para el concierto. Pero no por ninguna falla técnica en el audio, sino porque cerca de quince mil personas al unísono y a voz en cuello son capaces de enmudecer cualquier otro sonido. Así partió el concierto que Morrissey dio el pasado domingo 26 en Santiago, con el cantante inglés y su banda casi silenciados ante la entrega de la audiencia que abarrotó del recinto de Arena Movistar de extremo a extremo para reencontrarse con él en vivo.
Entrega es lo que hubo de lado y lado, porque desde el escenario Morrissey también entró en una comunicación instantánea con el público. En su tercera visita a nuestro país luego de sus actuaciones de 2000 y 2004 en Santiago, recompensó la intensidad de la concurrencia con un repertorio balanceado con maestría entre su reciente disco Years of refusal (2009), su catálogo de éxitos como solista desde 1988 y algunas páginas escogidas de The Smiths, la banda con la que dio forma a uno de los repertorios fundamentales de la música pop de los años '80.
Desde "First of the gang to die", ese hit de su disco You are the quarry (2004) con que estimuló el mencionado coro de masas al comienzo del show, fue desgranando canciones reconocibles como "Alma matters" (1997), "Everyday is like sunday" (de su disco debut, Viva hate, 1988), "Ouija board, ouija board" (1990) y "Let me kiss you" (2004). Pero también se permitió mostrar tres canciones todavía inéditas, "Action is my middle name", "People are the same everywhere" y "Scandinavia", en un gesto tan inusual como refrescante de compartir anticipos exclusivos con el público e inyectar novedad al repertorio.
Cinco instrumentistas tiene a sus espaldas, entre la base de bajo y batería de Solomon y Matt Walker, el nuevo tecladista de ascendencia colombiana Gustavo Manzur y la dupla de guitarras de Jesse Tobias y el fiel Boz Boorer, quien ha permanecido en ese puesto desde el disco Your arsenal (1992), cuando el cantante reclutó a una banda de marcado sello rockabilly. Hoy los jopos de Boorer y el propio Morrissey acusan siempre esa influencia, pero el grupo es capaz además de sumar distorsión rockera de guitarras o bajar la intensidad en melodías más quietas con la misma propiedad.
Y más quieto es como suena a menudo cuando es el turno de las selecciones de The Smiths, de las cuales eligió cinco en esta vuelta. Entonces su banda parece replegarse y bajar el volumen para privilegiar la experiencia de escuchar la voz con la que este mismo hombre registró canciones universales del rock independiente como "Meat is murder", una íntima recreación de la plegaria "Please please please let me get what I want", la popular "How soon is now" y una dupla de despojadas versiones para "I know it's over" o "There is a light that never goes out".
El mundo sabe que estas dos últimas melodías pertenecen a un disco llamado The queen is dead, y si ése es un título provocativo puesto en un LP de 1986, veintiséis años más tarde se lee en perfecta sintonía con la leyenda "We hate William and Kate" ("Odiamos a William y a Kate", dedicada a la popular pareja de la monarquía británica) impresa en las camisetas con que la banda salió a tocar. Desde sus años en The Smiths, Morrissey se ha caracterizado por la sensibilidad de su música pero también por su crítica a instituciones tan diversas como la realeza en su país, los clichés del rock o la falsedad de la industria del entretenimiento. Pero en vivo la provocación cedió espacio a la complicidad con el público, reforzada por la naturalidad del cantante a la hora de entablar conversación.
"Pienso que están choqueados por habernos visto ayer en la televisión chilena. Muy choqueados", fue su única ironía tras las polémicas de poca monta de su paso por el Festival de Viña el viernes último. "¿Quién fue ese?", dijo después de invitar a tomar la palabra en castellano al tecladista, quien soltó muy "latino" un "Griten duro. Ya llegó Morrissey. Viva Chile, mierda". "¿Alguien vino desde Concepción esta noche?", preguntó de improviso. "No les gustó", fue su evaluación instantánea tras "Scandinavia", una de las canciones nuevas. "¿Cuál es tu dirección? Te veré mañana", dijo a persona en la platea. Y el diálogo fue en ambas direcciones: "¡Liberación animal!" gritó todo lo fuerte que pudo otra persona en medio de "Meat is murder", la canción contra el consumo de carne con que Morrissey viene haciendo activismo desde 1985, intolerables imágenes de maltrato animal en pantalla gigante incluidas.
Tampoco es esa complicidad la única que justifica ni fundamenta el valor del cantante. Más allá de la acreditada incondicionalidad que Morrissey despierta en audiencias de todo el mundo, su concierto es una demostración objetiva de la vigencia que es posible en el rock, más allá de la juventud a la que esa música está asociada, y de la coherencia de autor que un músico puede mantener a lo largo de una carrera de más de tres décadas. "Me gusta aquí, ¿puedo quedarme?", dijo en algún momento casi inadvertido hacia el final del show. "I like it here, can I stay?", que es un verso de otra canción de The Smiths, "Half a person". Pese a la insinuación Morrissey no la cantó, pero sí fue una cita creíble a ojos cerrados, porque fue un gusto estar allí para todos quienes fueron, y porque la respuesta es sí: él podría haberse quedado todo el tiempo que hubiera querido.
Las canciones
El show de Morrissey es cualquier cosa menos abuso de nostalgia, como queda claro no sólo en lo que elige para cantar sino también en el ejercicio de identificar sus descartes. De un disco como Vauxhall and I (1994) toca "Speedway" en lugar de hits como "The more you ignore me, the closer I get". De Your arsenal (1992) elige una encantadora "You're the one for me, Fatty" de relativo bajo perfil al lado de singles como "Tomorrow". Y en general hay ausencias de éxitos probados como el iniciático "Suedehead" (1988), "November spawned a monster" (1990), "The last of international playboys" (1991) y "Boxers" (1995). Éste es el repertorio que trajo a Santiago.
1. First of the gang to die (del disco You are the quarry, 2004).
2. You're the one for me, Fatty (de Your arsenal, 1992).
3. Alma matters (de Maladjusted, 1997).
4. You have killed me (de Ringleader of the tormentors, 2006).
5. Ouija board, ouija board (de Bona drag, 1990).
6. There is a light that never goes out (de The queen is dead, con The Smiths, 1986).
7. Everyday is like sunday (de Viva hate, 1988).
8. I will see you in far-off places (de Ringleader of the tormentors, 2006).
9. Action is my middle name (inédita).
10. I'm throwing my arms around Paris (de Years of refusal, 2009).
11. I know it's over (de The queen is dead, con The Smiths, 1986).
12. Let me kiss you (de You are the quarry, 2004).
13. Speedway (de Vauxhall and I, 1994).
14. People are the same everywhere (inédita).
15. Please, please, please let me get what I want (de Hatful of hollow, con The Smiths, 1984).
16. Black cloud Play (de Years of refusal, 2009).
17. Meat is murder (de Meat is murder, con The Smiths, 1985).
18. One day goodbye will be farewell (de Years of refusal, 2009).
19. Scandinavia (inédita).
20. How soon is now? (de Hatful of hollow, con The Smiths, 1984).
21. Still ill (de The Smiths, primer LP de The Smiths, 1984).