VIÑA DEL MAR.- Al ser coronada como reina del Festival de Viña del Mar, Valeria Ortega dijo que el piscinazo tendría su sello, y cumplió. Este lunes en la tarde la notera de "Bienvenidos" se lanzó a la pileta del Hotel O'Higgins con una performance tradicional, a gran distancia de la ejecutada por Andrea Dellacasa el año pasado.
Con lo que no contaba la ex "Calle 7" era que una competidora se las arreglaría para opacar en algo el tradicional ritual. La candidata de "Primer Plano", Nydian Fábregat, apareció repentinamente en medio de los periodistas y fotógrafos, provocando que buena parte de las cámaras se desviara hacia su figura.
Pero Ortega simplemente "no pescó". La también animadora de "Cubox" simplemente continuó ofreciendo declaraciones desde la piscina, a la que se lanzó con un bikini en tonos amarillo y celeste. Minutos antes, había cumplido con el tradicional piquero luego de sacarse la ropa al ritmo de "Rabiosa", de Shakira, ante la mirada de centenares de fotógrafos, camarógrafos y periodistas acreditados.
Claro que, luego del revuelo, Fábregat aseguró que su intención fue sólo "saludar" a la nueva reina, lo que logró cumplir con amable saludo entre ambas. En la elección, Ortega superó a la modelo española por 176 votos contra 70.
De todos modos, el aire de "funa" ya se había instalado en el entorno del piscinazo, recordando las lamentables acciones de Rocío Marengo, tanto en el piquero de Tonka Tomicic en 2006 como en la coronación de Pilar Ruiz Dufay, cuyo piscinazo también intentó ser interrumpido por un hiperventilado Roberto Dueñas en 2007.
Cerca de 200 integrantes de la prensa acreditada se reunieron en la piscina del hotel viñamarino, para ver el emblemático acto de la reina del certamen, pese a las altas temperaturas, sol abrasador y a un espacio que cada vez resulta más reducido.
La estudiante de periodismo permaneció en el agua por varios minutos más, para dejar que los fotógrafos retrataran el momento.
Ortega optó por volver a un "piscinazo" algo más clásico, breve y lejano a cualquier polémica. Su atuendo fue un bikini habitual, que se aleja de innovaciones del rubro (como trikinis, o trajes con banderas) que han imperado en años anteriores, y que está definitivamente a años luz de la performance que Andrea Dellacasa levantó el año pasado: La soberana de 2011 estuvo alrededor de media hora posando sólo con unos parches en sus zonas íntimas.