Roberto Matta.
Archivo El MercurioSANTIAGO.- Manejarse en el mercado del arte es, en sí mismo, un arte, ya que para la compra y venta de artículos es preciso estudiar a cabalidad la biografía de los creadores, el quehacer de las salas de exposición, los movimientos de las casas de subastas y la prensa especializada (como artprice.com), factores que inciden en el valor de cada obra.
Los trabajos antiguos poseen mayor valoración en este negocio debido a que ya no están sujetos a la especulación y la moda, sino que se les considera manifestaciones pictóricas clásicas que a medida que pasan los días adquirirán mayor valor.
Otro aspecto importante es la cantidad de falsificaciones que posea un determinado artista u obra, factor que irá en desmedro del precio del original debido a la desconfianza que genera en los compradores, quienes además pueden sellar una buena inversión adquiriendo una copia con décadas de antigüedad que, a pesar de no tratarse del original, igual contribuye a la tasación del objeto artístico.
Cualquier cosa que goza de un valor más allá de lo tangible, es decir, emocional, está sujeto a la sencilla lógica de la venta en caso de muerte, deuda o divorcio, casos que se incrementan ante un escenario de crisis económica.
Junto a ello, el precio de una pintura está ligado a las emociones que sea capaz de estimular en el público, motivo por el que se dice que los cuadros se compran con el corazón. De lo contrario, sin obtener algún tipo de goce, ¿quién invertiría miles de dólares, en un mercado tan impreciso, para luego dejarlos colgados en su hogar?
Chile cuenta con representantes de dos casas de subastas internacionales: Christie’s y Sotheby’s, quienes se dedican a la venta de obras que superan los US$10.000. Ambas asesoraron a Emol, entre otras fuentes, para elaborar esta lista de los pintores autóctonos más valorados en el mercado.
Abajo figura una presentación en la que se pueden explorar las imágenes de estos artistas chilenos, las características de su obra y sus creaciones pictóricas.