Bruce Springsteen lanza su nuevo disco con un mensaje explícito contra los banqueros.
ReutersPARÍS.- Wrecking Ball, algo así como "bola de demolición", es el nombre del disco con el que Bruce Springsteen arremete contra el corrupto mundo financiero y la avaricia de Wall Street.
El álbum, que sale a la venta mañana, se fue gestando tras el colapso financiero de 2008. "La gente lo perdió todo. Nadie quería responsabilizarse. Pero nadie quería tampoco oponerse a los cuatro vientos", dijo recientemente Springsteen en una entrevista en París.
A sus 64 años, la leyenda del rock eligió la ciudad del Sena para presentar su nuevo disco a los medios. Un álbum sobre la situación en Estados Unidos que esta vez es más sombrío en su contenido, aunque demuestre que la rabia no tiene sólo consecuencias negativas. Y es que al rock nunca le ha dañado que sus artistas estén hartos, afirmó Springsteen.
Ya el mismo título es una declaración de intenciones. Wrecking Ball es esa pesada bola de acero que cuelga de una grúa y oscila hasta que gana la fuerza suficiente para derribar todo un edificio. Y en este caso, es una metáfora de lo que ocurre en Estados Unidos.
Así, en el tema "Jack Of All Trades" carga contra las injusticias con versos como "el banquero engorda, el obrero adelgaza/pasó antes y seguirá ocurriendo". Y su grito es aún más claro en "Shackled And Drawn": "El jugador tira los dados, el trabajador paga las facturas/pero el banquero sigue nadando en abundancia allá arriba en su colina/en la colina del banquero, la fiesta continúa".
Había mucho secretismo en torno al decimoséptimo álbum de estudio de Springsteen, aunque algunos de sus temas no sean tan nuevos. Por ejemplo, la canción con la que abre el disco, "We Take Care Of Our Own", se lanzó hace tiempo, convirtiéndose en lema del movimiento Occupy. Y también "Wrecking Ball" y "Land Of Hope And Dream" son viejos conocidos.
Sus letras cargadas de indignación van de la mano, en parte, con sonidos totalmente nuevos para Springsteen. En muchos temas se escuchan por primera vez coros gospel con electrónica y hip hop. Además, el álbum es el primero desde la muerte -el año pasado- del saxofonista Clarence Clemons, miembro de la E-Street Band del cantante. Y el "Boss" perdió también en 2008 a su teclista de las últimas cuatro décadas, Danny Federici.
En realidad, Springsteen quería hacer un álbum de folk, sólo con su voz y su guitarra. Pero entonces llegó el productor Ron Aniello y juntos trabajaron en sus canciones-protesta. "Me mostró un gigantesco espectro de sonidos y ritmos que me permitió experimentar. No había ninguna premisa sobre qué instrumentos debían aparecer. Podía ir donde quisiera, hacer lo que siempre quise. Fue muy abierto", explicó el estadounidense.
El resultado de este experimento es un mix de los clásicos himnos de Springsteen con sonidos sorprendentes que dotan el conjunto de nueva poesía. El 13 de mayo iniciará su gira europea en Sevilla, desde donde viajará a Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, San Sebastián y Madrid.