Parra de raíz

Lleva nueve meses establecida en Europa, fiel a la tradición itinerante que hizo célebre a buena parte de su familia. Antonia Parra, hija de la cantante Clarita Parra y por lo tanto nieta de Eduardo Parra, a su vez conocido como el popular Tío Lalo, también escogió la música por oficio y junto a su actual incursión internacional tiene disponible su disco debut, Raíz americana (2011), publicado poco antes de partir.

-Y mi estancia por lo pronto es indefinida -escribe ahora desde España, donde vive. Antonia Parra ya estuvo a comienzos de 2010 en Europa, cantó en Londres y París y en la capital francesa se presentó en un restaurante chileno del Barrio Latino. "Pensaba que iba a cantar sólo para chilenos, y para mi sorpresa la mayoría de los asistentes eran franceses", recuerda. Pero ese viaje quedó interrumpido por su regreso a Chile tras el terremoto de febrero de 2010.

En 2011 su retorno a Europa se inició con una semana en París, invitada esta vez al festival Pour et Avec L'Amérique Latine ("Por y Con América Latina"), con el que se había puesto en contacto un año antes y donde actuó el 26 de mayo de 2011. Es un encuentro organizado desde hace cuatro años por un grupo de gestores culturales orientados a Latinoamérica, con conciertos, documentales y exposiciones.

-Fue un lindo encuentro con un público de distintos países. La invitación surgió a raíz del terremoto del 27 de febrero (de 2010). Para entonces yo estaba en París, se iban a realizar eventos en beneficio para los chilenos y me pidieron ser parte de eso, pero no me fue posible, tuve que volver a Chile urgente. Luego en 2011 me invitan nuevamente ya como parte del festival.

Siguieron una gira por otros países y su arribo a España, todos lugares en los cuales Antonia Parra ha presentado Raíz americana y canciones más íntimas en guitarra junto al músico Marcelo Finning: folclor chileno, latinoamericano y cuecas choras son parte de su repertorio a partir de ese disco, grabado con el director de orquesta René Calderón ("Es siempre una experiencia alucinante trabajar con él", dice. "Conectarse con sus arreglos te eleva, te inspira").

Los que seguimos nos inspiramos

-Este disco es un trabajo de cuatro años, con canciones que esperaban este momento y otras que nacieron en el proceso, como es el caso de "El cielo está de farra", dedicada al tío Lalo Parra -define la cantante, quien compuso esa canción tras la muerte de su abuelo a los noventa años, el 4 de abril de 2009.

-Aquí tienes canciones inspiradas en tu tío abuelo Nicanor Parra y tu abuelo Lalo Parra. ¿Cómo fueron esas dos experiencias, la de componer "El niño era del sur" y "El cielo está de farra"?
-En el caso de "El niño era del sur", Clarita (su madre) estaba trabajando el tema para el antipoeta y pensé "yo debo ser parte de esto". Luego trabajamos juntas la letra. Es una canción que nace hace varios años. Siento orgullo por este homenaje que no se ha hecho desde la familia. Con "El cielo está de farra" fue distinto: esta cueca nace a días de la partida de mi abuelo, con un arreglo vanguardista pero sutil, que no deja escapar el sentimiento.

-Más allá de que sean dos hermanos, ¿para ti representan cosas diferentes, te aproximas de manera distinta a cada uno?
-Me aproximo de formas muy distintas a ambos. Con mi abuelo (Lalo Parra) viví años de mi niñez. Reí, lloré, canté y compartí escenarios con él. Fui su primera nieta. "La regalona", decía él. Al tío Nicanor lo visité unas dos veces en La Reina hace muchos años. Pero antes de hacer este viaje fuimos a Las Cruces a verlo y conectamos inmediatamente. Me recordó además mucho a mi abuelo. Una tarde inolvidable. Tomamos un vinito, le entregué la canción "El niño era del sur", homenaje a él, y me dio el vamos con la siguiente frase: "Adelante con los faroles".

-"Tu genialidad espanta", dice uno de los versos de "El niño del sur". También eso se puede conectar con ser parte de la familia a la que perteneces. ¿Es un privilegio ser un descendiente de Parra, o es una exigencia, para alguien de las nuevas generaciones como tú?
-Ser parte de la familia Parra es de verdad un privilegio y un orgullo. Siento la responsabilidad y la exigencia. Pero al mismo tiempo es lo más normal. Nací rodeada de música, canciones y guitarras. La genialidad lejos se la adjudico a los ocho Parra: Nicanor, Hilda, Violeta, Lautaro, Eduardo, Roberto, Elba y Oscar. Los que seguimos nos inspiramos en el legado musical. Así lo creo yo.

La música, el canto, la cueca y los versos

Nacida en Copiapó y criada desde pequeña en Santiago, Antonia Parra se remonta hasta los seis años si hay que buscar un inicio en su gusto por la música.

-Comencé a los trece años a tocar la guitarra, para cantar las canciones de Silvio Rodríguez. Los primeros acordes me los enseñó mi abuelo. Recuerdo que no tenía mucha paciencia mi viejo. Pero mi madre me cuenta que desde los seis me gustaba cantar.

Entre 1988 y 1989 estudió música en la escuela de la SCD y debutó como solista cuando Lalo Parra cumplió ochenta años, en junio de 1998. "Lo celebramos en Carmen 340, ex Peña de Los Parra. Durante varios años presentamos junto a mi abuelo y a Clarita la Trilogía Parra. Desde siempre recibí la asesoría de ambos".

Luego participó en discos como Vamos a la luna (1994), de Alejandro Hermosilla; 2 veces 25 (1999) y Tiempo de cantar (2003), de Clarita Parra, y con su madre también ha compartido la autoría de canciones como "Temporeros de amor", con la que actuó en el Festival de la Vendimia en Molina (2007), el programa radial "Entre Parras y mujeres" en la Radio Folklórica (2008) en Internet, y el espectáculo en vivo "Entre Parras" en 2009 y 2010. Con su abuelo fue parte Los Churi Churi, la banda de Lalo Parra, entre 1998 y 2006.

-¿Cómo recuerdas esa banda? También estaban ahí Pablo Ugarte, Colombina Parra y otros músicos.
-De la banda de los Churi-Churi muchos fuimos parte. Como experiencia, la mejor. Además desde ahí me inicio como solista en la música, el canto, las cuecas y los versos.

-Llama la atención tu técnica vocal. ¿Ha sido un estudio personal o has tenido clases con maestras de canto?
-Mi escuela ha sido mi madre Clarita Parra, mi mentora y guía. Lejos, para mí, la mejor intérprete del canto de raíz folclórica en Chile.

-Más que del folclor, te defines como una autora, compositora e intérprete de canto popular latinoamericano. ¿Cómo surgió esa opción? ¿Probaste en algún momento con el folclor más tradicional y luego ampliaste la mirada?
-Mis inicios como solista lo hago cantando canciones de los Parra, de Víctor Jara, del folclor latinoamericano en general. No soy folclorista, pero en mi repertorio hay canciones del folclor chileno más tradicional. Y claro, la mirada musical se amplía mucho, tanto así que en algún momento empiezo a cantar boleros, baladas y canciones de Fito Páez, de Spinetta, también incluyo unos tangos, que me encantan. Pero lo que me mueve y siento más es la fusión latinoamericana, ritmos fusionados como el landó, la zamba y la cueca. Y eso es en esencia Raíz americana.