BUENOS AIRES.- Las nuevas trabas impuestas por el Gobierno argentino a la importación de libros y revistas desataron la polémica en las redes sociales del país, con tuiteos como "#LiberenLosLibros" o "las ideas se mueren de hambre".
La protesta virtual se debe a la entrada en vigencia de la normativa que limita la importación de publicaciones extranjeras a aquellas cuyos contenidos gráficos no posean más de 0,06% de plomo.
En la práctica, la iniciativa hará que los particulares que quieran recibir libros o revistas del exterior, tendrán que retirarlos del aeropuerto internacional de Ezeiza, a unos 35 km de Buenos Aires.
La decisión, cuyo argumento oficial es evitar exponer a los usuarios a los peligros derivados de las tintas con alto nivel de plomo, afecta a envíos valorados en menos de US$1.000 y bajo los de 50 kilos de peso.
La iniciativa forma parte de la política proteccionista impulsada por el Gobierno argentino para limitar las importaciones y fomentar la industria local en todos los sectores económicos, lo que ha provocado duras críticas de empresarios y países vecinos.
Con esto, el Gobierno argentino pretende que las grandes editoriales extranjeras, la mayoría españolas, comiencen a imprimir sus textos en el país, donde se distribuyen entre 75 y 78 millones de publicaciones al año.