BUENOS AIRES.- El Gobierno de Argentina se retractó de la medida que restringía el ingreso al país de libros y revistas, adoptada en sintonía con su política para limitar las importaciones y fomentar la industria local.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se comunicó telefónicamente con las diferentes cámaras de la industria editorial para informarles que el sistema de entrega a domicilio de ejemplares "se normalizará" en las próximas horas.
Asimismo, el secretario aseguró que la normativa por la que desde hace semanas un cúmulo de libros y revistas permanecían retenidos en la Aduana había sido "malinterpretada".
Estas trabas causaron hace unos días una rebelión en las redes sociales del país con tuits como "Liberen los libros" o "Estamos siendo gobernados por gente que prefiere liberar los goles a cambio de secuestrar los libros" .
La polémica normativa limitaba la importación de publicaciones extranjeras a aquellas cuyos contenidos gráficos tuvieran más del 0,06% de plomo.
En la práctica, la iniciativa suponía que los particulares que querían recibir libros o revistas del exterior tenían que retirarlos del aeropuerto internacional de Ezeiza, a unos 35 kilómetros de Buenos Aires.
La decisión, que según el argumento oficial pretende evitar a los usuarios los peligros derivados de las tintas con alto contenido de plomo, afecta a envíos valorados en menos de US$1.000 y que pesen menos de 50 kilos.
El Gobierno argentino pretende que las grandes editoriales extranjeras, la mayoría españolas, comiencen a imprimir sus textos en el país, donde se distribuyen entre 75 y 78 millones de publicaciones al año.