SANTIAGO.- Antes de cerrar la fiesta latina que armó en la elipse del Parque O'Higgins, Gustavo Cordera anuncia que el último tema estará dedicado "a todo el pueblo Mapuche, que se desnuda ante la ley antiterrorista que impuso el G20".
Los aplausos brotan entre las cerca de cuatro mil personas que han disfrutado de sus casi 60 minutos de presentación, antes de que comiencen a sonar los acordes de "La bomba loca", uno de los temas más encendidos de su disco La Caravana Mágica.
Pero hacia el final de ese tema, aquello del desnudo se vuelve literal, cuando Cordera desabrocha su jardinera y termina su show cantando absolutamente desnudo, y regalando la que de seguro será una de las imágenes más curiosas de esta segunda edición chilena de Lollapalooza.
"Éste es mi regalo para el 2012 que viene, la desnudez, la fragilidad", dijo el argentino sobre su llamativa acción, que fue profusamente fotografiada por decenas de cámaras y celulares, y que de seguro ya circula por las redes sociales.
Pero, al final, ésa será sólo una anécdota en la presentación del ex Bersuit, quien se enfocó en la fusión latina que ha marcado su trabajo en solitario, para regalar al festival su primera fiesta bailable.
Canciones de su último disco como "No es que sea viejo", "Estoy real", "Asalto de cumbia", "Se cae" y "El lisiadito", se mazclaron con algunos éxitos de su ex agrupación como "La soledad", configurando un conjunto colorido y mestizo.
En la Arena Movistar (Perry's Stage), se presentaba mientras el dúo chileno Adrianigual, quienes validaron los aplausos conseguidos tras su álbum Éxito Mundial con una presentación basada en su sonido de sintetizadores y en los temas de ese disco.
"Bang bang bang", "Me cargan los ochentas", "Me gusta la noche", "La agente" y "Arde Santiago", fueron algunas de las piezas con que Diego Adrián y Nacho Aedo lograron entusiasmar a más de mil personas que decidieron ingresar al recinto techado.
Tras ellos, la audiencia se duplicó con Ritmo Machine, el encendido proyecto de Latin Bitman y el percusionista Eric Bobo (Cypress Hill), quienes impulsaron el baile con su patentada mezcla de electrónica, ritmos latinos y rap.
"Brazil", "Maestro", "Sangre" y "This day", fueron algunas de las piezas interpretadas, junto a la compañía de nombres nacionales tan reconocibles como C-Funk y Chico Claudio. Para "Senny Sosa", en tanto, Jimmy Fernández (ex La Pozze Latina) se sumó en las voces.
Mientras, en la zona principal el alemán Gentleman logró entusiasmar a cerca de cuatro mil personas, con un reggae apegado a la más clásica receta jamaicana.
El público sigue llegando de forma continua al Parque O'Higgins, donde ya hay cerca de 20 mil personas deambulando por las diferentes áreas: Ya sea a los pies de los escenarios, con paseos entre las distintas alternativas, o escuchando a lo lejos desde alguna sombra (un bien que escasea), cada uno ya vive Lollapalooza a su manera.