AFP
VERSALLES.- Diecisiete sorprendentes obras de la artista portuguesa Joana Vasconcelos invadirán desde junio el palacio de Versalles, una iniciativa que escandaliza a los que estiman que la residencia de los reyes antes de la Revolución de 1789 debe ser respetada.
Vasconcelos, de 40 años, será la primera mujer que expondrá en el palacio construido por el Rey Sol, en el marco de una osada iniciativa del establecimiento, que desde el 2008 invita a exhibir a estrellas del arte contemporáneo, como el norteamericano Jeff Koons y el japonés Takashi Murakami.
Sonriente y segura de sí misma, la artista, que vive y trabaja en Lisboa, donde realiza instalaciones y esculturas coloridas y monumentales a partir de objetos de uso cotidiano, como cacerolas y recipientes de plástico, explicó que exponer en Versalles representa "un inmenso desafío".
"Para mí el desafío es sobre todo establecer un diálogo con Versalles, y con los cientos de artistas, arquitectos y artesanos que han trabajado aquí a lo largo de los siglos", explicó la artista en una rueda de prensa en el castillo.
"Mi propuesta es utilizar técnicas usadas por esos artistas -como tejidos, esculturas- pero usando materiales banales, pobres", señaló Vasconcelos, que construye sus obras de gran escala con toda clase de objetos, como tenedores de plástico, juguetes o tejidos.
Vasconcelos, que reinventa con humor e ironía las iconografías tradicionales, como corazones, zapatillas de cristal, vírgenes de Fátima, ha escogido para esta exposición 17 obras, entre las cuales ocho creadas especialmente para las galerías y salones de mármol y oro del castillo de Versalles.
En la famosa Galería de los Espejos reinará, desde el 19 de junio hasta el 30 de setiembre, una instalación de cuento de hadas: unas sandalias de cuatro metros de alto que Vasconcelos realizó en el 2001, inspirándose de unas que calzó Marilyn Monroe.
Esa espectacular escultura, que supuestamente evocará las suntuosas noches de fiesta en el Palacio real, está fabricada con cacerolas de acero.
En el Salón de la Paz latirá un gigantesco corazón rojo, una instalación que Vasconcelos realizó en 2005, inspirándose en una joya tradicional portuguesa que usan las novias de su país, y que ella reinventa con miles de tenedores de plástico.
Para la Galería de las Batallas de Luis Felipe, donde se narra en pintura la historia militar francesa, escogió impresionantes esculturas textiles, las valkirias, "diosas que sobrevolaban los campos de batalla para salvar a guerreros muertos, a los que resucitaban para que siguieran luchando".
La exposición de Vasconcelos, como las otras de artistas contemporáneos organizadas en el castillo desde el 2008, creará seguramente una encendida polémica, así como protestas de los sectores conservadores, encabezados por la asociación "Versalles mi amor", que llama a "respetar" la residencia real.
La artista insiste en que para la muestra no ha escogido sus obras más políticas, como "War Games", y que su objetivo no es "provocar polémica, sino estimular el diálogo entre el arte contemporáneo y el arte de la época".
"Yo creo en ser positiva, en abrir el diálogo entre el pasado, el presente y el futuro. Y aunque estoy aquí no por ser mujer, sino por ser artista, traigo mi visión particular sobre la vida, la sociedad, sobre la mujer, que quiere vivir y participar y diseñar el futuro", concluyó Vasconcelos.