Vargas Llosa abogó por liberar a América Latina del machismo y la homofobia.
AFP
MÉXICO.- El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa criticó hoy la homofobia "profundamente arraigada" en América Latina, a raíz de la muerte del joven chileno Daniel Zamudio a manos de un grupo de neonazis.
"Ojalá la inmolación de Daniel Zamudio sirva para sacar a la luz pública la trágica condición de los gays, lesbianas y transexuales en los países latinoamericanos", indicó el escritor peruano en una columna publicada en el diario mexicano "Reforma".
Vargas Llosa consideró que la discriminación y el odio a las minorías sexuales están "profundamente arraigados en toda América Latina", donde la comunidad homosexual es "sin una sola excepción" objeto de "escarnio, represión, marginación, persecución y campañas de descrédito que, por lo general, cuentan con el apoyo desembozado y entusiasta del grueso de la opinión pública".
En América Latina, agregó, "esta idea del homosexualismo se enseña en las escuelas, se contagia en el seno de las familias, se predica en los púlpitos, se difunde en los medios de comunicación, aparece en los discursos de políticos, en los programas de radio y televisión y en las comedias teatrales".
El Premio Nobel abogó por "liberar a América Latina de esa tara inveterada que son el machismo y la homofobia".
Apuntó que en la región la homofobia abarca tanto a la derecha como a la izquierda y puso como ejemplo a los dos movimientos comunistas que se enfrentaron al Estado en Perú en los años 80, Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, que "ejecutaban a los homosexuales de manera sistemática en los pueblos que tomaban".
Citó también un informe del Movimiento Homosexual de Lima, según el cual entre 2006 y 2010 en su país fueron asesinadas 249 personas por su orientación sexual.
Sin embargo, lamentó que "seguramente, lo más terrible de ser lesbiana, gay o transexual en países como Perú o Chile no son esos casos más bien excepcionales, sino la vida cotidiana condenada a la inseguridad, al miedo, la conciencia permanente de ser considerado (y llegar a sentirse) un réprobo, un anormal, un monstruo".