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MTV Unplugged

Luego de años restringido a la comodidad de su fórmula y de una severa crisis artística, el colombiano regresa con sus éxitos de siempre pasados por el cedazo de Juan Luis Guerra, cerebro del concierto acústico e impulsor del renacimiento del antioqueño.

18 de Mayo de 2012 | 12:08 |
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"Todo lo que está pasando es obra del maestro Juan Luis Guerra", dice Juanes antes de embarcarse en la interpretación de "Todo en mi vida eres tú", durante el concierto unplugged que grabó en febrero para la cadena MTV. La balada, una de las más románticas que registre el repertorio del colombiano, es uno de los temas hechos especialmente para la ocasión, y en sus créditos aparece también la firma del dominicano, además de la de Juan Esteban Aristizábal.

La secuencia es sólo un ejemplo del rol fundamental que Guerra jugó en el registro en vivo realizado por el intérprete de "A Dios le pido", que este domingo 27 de mayo será emitido por la cadena de televisión, y que a partir del martes 29 estará disponible vía iTunes (su fecha de publicación en CD y DVD es aún indefinida). Porque Juanes convocó al hombre de las "Burbujas de amor" para que asumiera como director musical del espectáculo, y el dominicano se lo tomó en serio: Su huella está presente prácticamente en cada arreglo que sonó esa noche en el New World Center de Miami (un flamante teatro pensado para actuaciones en 360°).

Eso no es poco decir: Aunque se lo asocie a la fiesta y el merengue, Guerra es uno de los más ilustres graduados del Berklee College of Music de Boston, y el unplugged de Juanes es prueba clara de los múltiples lenguajes en que se mueve. Ello es notorio desde el primer minuto, en la apertura con "Fíjate bien" y "La paga", dos canciones que en su registro original bien se asientan en el sello del colombiano, ese pop con huellas de reggae y de guasca antioqueña que lo transformó en la gran novedad latina de principios de siglo.

El problema fue que la fórmula se transformó pronto en un cliché, un refugio tan conocido, cómodo y seguro, que Aristizábal se entregó sin más a la falta de riesgos, y vino la debacle: Éxito en descenso, ruptura con su manager, crisis personal y hasta anuncios de retiro. Sin embargo, son esas mismas piezas las que aquí se complejizan, revitalizan, y encuentran nuevos bríos en la sociedad de bronces y percusiones dispuesta por Guerra, quien incluso se permite imprimir cuotas de merengue y coros a lo 4.40 en "La señal" (otra novedad), más toques de bachata en "Es por ti".

La sorprendente brasileña Paula Fernándes ("Hoy me voy") y el español Joaquín Sabina firman las sociedades, este último en un tema ("Azul") que recoge esos lúdicos aires dixieland que lo caracterizan. Guerra, en tanto, sólo aparece en escena para comandar el gigantesco coro de inspiración gospel que cierra la velada, con "Odio por amor" transformada en un grandilocuente himno, y con Juanes reconociendo que en esa versión está el punto cúlmine de la aventura desenchufada. El resumen final, en tanto, cae tan de cajón como la canción símbolo: Con su disco unplugged, el cantante comienza a dejar atrás las nubes, los lugares comunes y la cerca con que él mismo se rodeó, para expandir sus horizontes hacia nuevas direcciones. Es, simplemente, el colombiano en su mejor forma.

Sebastián Cerda

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