Dietrich Fischer-Dieskau se consolidó como uno de los principales cantantes líricos alemanes del siglo XX.
EFEBERLÍN.- El barítono alemán Dietrich Fischer-Dieskau falleció hoy, a pocos días de cumplir los 87 años, en su casa de Starnberg (Baviera), comunicaron fuentes familiares.
El solista, hijo predilecto de Berlín, la ciudad donde nació el 28 de mayo de 1925, murió rodeado de sus familiares, dijo la soprano Julia Varady, su cuarta esposa, con la que se casó en 1977.
Considerado una de las grandes voces de la escena alemana del siglo XX, Fischer-Diskau debe su celebridad principalmente a sus interpretaciones de piezas de Franz Schubert, Gustav Mahler y Carl Löwe.
La trayectoria musical de Fischer-Diskau alternó entre su Berlín natal y la Baviera, donde vivió durante décadas y hasta su muerte.
Su carrera arrancó en 1947, cuando se vio interpretando el "Deutsches Requiem" de Johannes Brahms por enfermedad de quien iba a ser el solista titular.
A partir de ahí, fue contratado como barítono por la Deutsche Oper de Berlín, una de las tres óperas de la ciudad, con la que permaneció vinculado durante prácticamente toda su vida.
Paralelamente, actuó en las más prestigiosas óperas de todo el mundo, desde Munich a Londres y Nueva York, y a las órdenes de directores como Daniel Barenboim, Christoph Eschenbach y Claudio Abbado.
Además de solista, Fischer-Dieskau ejerció como pedagogo y, ya retirado en su casa de Starnberg, a orillas del lago del mismo nombre, se dedicó a la pintura.
Su última gran interpretación como barítono fue en una gala de la Ópera Bávara, en 1992.
La noticia de su muerte desató una ola de condolencias tanto del mundo musical como del espectro político, encabezadas por el alcalde gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, y el líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), el conservador Horst Seehofer.