En la denominada "música del alma" abundan diversos estilos. Uno de ellos, el Chicago Blues, es sin duda una de las piedras angulares en las que se ha construido el desarrollo moderno del blues y que, al mismo tiempo, le ha dado sus nombres más recordados. Little Walter, Sonny Boy Williamson, Buddy Guy y Muddy Waters ya forman parte del panteón del género. Nombres sacros que se inscribieron con letras grandes no sólo en ese género, sino también en la historia de la música popular.
El ejemplo de Muddy Waters como una de las piedras angulares del desarrollo y construcción del blues moderno, es decidor. Como solista, innovó con la guitarra, pero fue en la configuración de la banda de blues, su clásica Muddy Waters Blues Band, en la que evidenció la evolución de lo que sería, a la postre, una banda del estilo: Guitarra, batería, bajo, armónica y voz, junto a un ocasional acompañamiento de vientos.
Asociado a la historia del blues contemporáneo, Jerry Portnoy aparece en escena precisamente en esa agrupación, en el puesto de armonicista. Desde 1974 a 1980 permanecería al lado del célebre "blues-man", para luego formar parte de The Legendary Blues Band. Fueron seis años en esta formación, que luego dejó para inaugurar a The Broadcasters en conjunto con el guitarrista Ronnie Earl. Para 1991, tras finalizar su aventura con The Broadcasters, formó parte de la All Star Blues Band, del legendario Eric Clapton, con el que trabajaría hasta 1993.
-¿Qué similitudes existen entre la forma de trabajar de Muddy Waters y la de Eric Clapton?
-Bueno, una de las cosas que tienen en común es que ambos son unos líderes de banda sumamente generosos, en lo que respecta a las personas que tocan en sus grupos. Hay algunos directores de banda que se ponen celosos de sus colaboradores, si éstos tienen muchos aplausos. Quieren toda la atención para ellos. Pero ambos, Muddy y Eric, fueron muy buenos en ese sentido: Ellos eran felices si tú te llevabas los aplausos. Muddy me empujó al frente del escenario y me decía "¡ve por ellos, hijo!", y Eric es muy similar. Ciertamente, fue un gusto trabajar con ellos.
La llegada a Santiago Blues
Con una carrera que bordea las cuatro décadas de trayectoria, cuesta creer que Jerry Portnoy no haya pisado suelo sudamericano alguna vez. "Sabes, he tocado en todas partes del mundo, pero nunca en Sudamérica", aclara el armonicista al teléfono. La deuda, finalmente, será saldada este miércoles 23 de mayo.
-¿Qué espera de esta visita a Santiago?
-Estoy realmente emocionado al respecto. He escuchado cosas maravillosas. Obviamente, como estoy en esta suerte de retiro ya no hago giras y, sabes, ahora viajar en avión no es la experiencia más placentera. Pero fuera de eso, una vez que llego al lugar sólo pienso en pasar un buen rato, y ciertamente que quiero llegar ya a Santiago. Estuve hablando con Rick Estrin, de los Little Charlie & The Nightcats, quien ha sido un muy buen amigo mío en los últimos 40 años. Él ya ha estado allá y me convenció de ir. Me dijo que la pasaría de maravillas allá. Sólo espero que la gente vaya a verme y disfrute de lo que hago. Y si les gusta lo mío, yo disfrutaré con eso y espero que lo pasen bien.
-¿Pensó que existiría un público fanático del blues por estos lados?
-Bueno, me imagino que la mayoría de la gente que irá a verme son fans del blues, la verdad es que no lo sé. Pero incluso si no lo son, espero que se hagan fanáticos del blues luego de haberme escuchado si es que no lo eran antes de eso.
Jerry Portnoy, profesor
El blues, así como muchas otras cosas, ha madurado con el tiempo. Desde sus inicios acústicos en el delta del Mississippi a la electricidad de nombres actuales, como el del guitarrista Joe Bonamassa, la evolución del estilo ha hecho patente la necesidad del traspaso generacional de las experiencias anteriores.
Jerry Portnoy está consciente de ello. Tanto así, que ya tiene tres discos de instrucción y da clases por internet del instrumento. "Sabes, el blues es algo que se traspasa de generación en generación. Yo fui muy afortunado porque aprendí de los viejos maestros. Solía ir a la casa de Big Walter Horton con una botella de whisky y tocar, y me sentaba ahí y escuchaba. Y cada generación le enseña a la siguiente, es como un testimonio que se pasa. Hago mi pequeña contribución de pasar esto a las nuevas generaciones", dice el músico.
-¿Usted está al tanto de lo que están haciendo esas nuevas generaciones con el Blues?
-La verdad es que no conozco muy bien a estos nuevos músicos. En lo que a mí concierne, sigo escuchando los discos de los clásicos, como Muddy y Howlin' Wolf, Jimmy Rogers, Little Walter, Sonny Boy Williamson, todos ellos. Y escucho a big bands y esas cosas, como Count Basie, Artie Shaw, Ray Charles, sabes. Hay tanta buena música en el pasado, que escucho eso más que a los nuevos músicos.
-Finalmente, ¿podría decirnos cuál es la importancia de la armónica en el desarrollo del blues?
-Bueno, la armónica, en especial en el estilo conocido como Chicago Blues, que es el que toco y por el que soy conocido, es muy importante. Es un elemento central. The Muddy Waters Blues Band fijó el estándar de cómo una banda que practique este estilo debería ser: bajo, batería, guitarra, armónica y piano. Pero fue el pianista Otis Spann quien dijo, y Otis tocó junto a Muddy Waters durante muchos años, que "la armónica es la madre de la banda". O sea, el instrumento central, el instrumento líder en una banda de Chicago Blues. La armónica le responde a la voz del cantante y es, realmente, el instrumento líder, casi como la trompeta en el jazz.