Escritor chileno debuta con una novela de soledad que transforma en apocalíptica

SANTIAGO.- En "Nunca" (Emecé, $7.900), un crítico de arte marcado por el estigma inolcutable de la obesidad mórbida, sufre los rigores de la soledad hacia la que la vida lo condujo, y que su fachada no hace más que refrendar.

El detalle es que ya entrada la historia, el relato gira, y la hasta entonces íntima novela se transforma en una al borde de la ciencia ficción, cuando una diversidad de plagas se dejan caer sobre Santiago para convertirlo en una ciudad apocalíptica.

Así es la apuesta del periodista Patricio Urzúa en su primera novela, una que en el papel suena al menos singular, pero que el escritor resuelve con el mérito de hacer de ese apocalipsis un recurso metafórico absolutamente verosímil y necesario.

"Quise desencadenar una crisis final en los personajes, quitarles las reglas, las convenciones, y ver qué pasa ahí con ellos. Me interesó el mecanismo en términos estéticos y como solución creativa. Tiene algo de la atmósfera de catástrofe a la que estamos acostumbrados en Chile. De hecho, mientras estaba escribiendo fue el terremoto de 2010", cuenta Urzúa, quien se ha desempeñado como crítico musical en diversos medios.

"Tiene de ese ambiente, pero no me interesó crear un escenario plausible, porque tampoco creo en eso. No creo en las profecías de Salfate", agrega.

Pero en "Nunca" el fin del mundo sí ocurre, y sus personajes deben enfrentarlo. "Me parece válido pensar qué haría el día de mañana si llegara a pasar algo. Probablemente no me transformaría en un héroe estilo Mad Max, sino que trataría de sobrevivir de la mejor manera posible".

Esa pregunta también se la hace el protagonista, Ricardo, un hombre de 168 kilos que cada día desayuna por seis, en una rutina que le toma una hora. "Si el mundo fuera a acabarse, ¿crees que tú y yo podríamos estar juntos?", le dice a Alejandra, la chica de la cual comienza a enamorarse.

"Es un personaje súper aislado, solitario. Quise ver cómo se relaciona con el mundo, cómo se quiere sobreponer a su soledad y a esta cosa que él mismo había puesto entre él y el mundo", dice Urzúa sobre la coraza que recubre a Ricardo.

"Nunca", que tuvo su lanzamiento oficial anoche, se desarrolla con el verdadero relato paralelo que constituyen las introducciones a cada capítulo, en las que se reseñan diversos cuadros y obras de arte.

"Me interesaba rescatar ciertos artistas visuales jóvenes que suelen quedar fuera del circuito de galerías en Chile. Todos los cuadros existen, están en livings de casas de amigos. Quería establecer una especie de colección de pintura doméstica, articulada por el relato del crítico", explica Urzúa. La opción, además, ofrece "una resonancia entre el tema de las pinturas y el capítulo que anuncian, pero no es tan directo. Es una solución más estética que narrativa".