Javiera y Nury son las protagonistas de ''Atom Candy''.
Pablo SantanderSANTIAGO.- Cualquiera que en las últimas semanas haya asistido a la Comic Con Chile o a la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, seguramente habrá visto al escritor Sergio Amira firmando ejemplares de su cómic “Atómica”, sobre una joven chilena que descubre que tiene superpoderes. Un proyecto en el que estuvo trabajando durante varios años. Sin embargo, no es la única novedad que Amira —autor de "Identidad suspendida" y "Psique" (junto a Daniel Guajardo)— presenta este año. Porque decidió asociarse con el destacado ilustrador Pablo Santander —quien trabaja para la editorial belga Glénat en la serie "Bruxelles Metropole"— para crear "Atom Candy", un webcómic completamente distinto que ya lleva 21 páginas, con una periodicidad de dos páginas semanales.
"La idea con 'Atom Candy' es que sea lo más realista posible", afirma Amira. "Trata sobre dos adolescentes, Javiera y Nury, que eran las mejores amigas hasta que una de ellas (Javiera) repitió de curso. La historia da cuenta de ese proceso y explora las posibilidades futuras de dicho quiebre. En una primera instancia la historia transcurre en Viña del Mar".
-¿Cómo nace el proyecto de "Atom Candy" y en qué se diferencia de "Atómica"?
-Nace de las ganas de crear una historia que sea un work in progress, que crezca orgánicamente y que se extienda por un lapso considerable. En cuanto a las diferencias con "Atómica", podríamos decir que el universo de "Atom Candy" es una realidad alterna, mucho más parecida a nuestra realidad que a la de los cómics de superhéroes. Debido a esto no hay superpoderes, no hay magia ni científicos locos ni robots asesinos ni alienígenas o conspiraciones, aunque sí puede que exista Salfate (ríe). En un principio visualizábamos "Atom Candy" como una especie de "Smallville" (la serie de TV), pero se ha perfilado como algo muy distinto. No quiero decir más "serio" o "realista", pero por ahí va la cosa. "Atómica" está orientado a un público infanto-juvenil, mientras que "Atom Candy" es una historia más adulta. No le hará el quite a temas más complicados y no se centrará sólo en los dos personajes que de momento parecen ser los protagónicos. Yo lo veo como una teleserie, y como en toda teleserie, necesitamos muchos episodios para desarrollar la personalidad de los personajes y sus conflictos. Además, esta Javiera se llama Javiera Derdarian y no Javiera Vega ("Atómica").
-¿Y de dónde nace el nombre para este webcómic?
-Buscando un derivado de "Atómica" se me vino a la mente un caramelo envuelto en papel celofán con el símbolo radioactivo. Iba a ser sólo el logotipo, pero al final acordamos con Pablo que este "caramelo atómico" fuese el nombre también del cómic, aunque ahora aparezca como algo casi sin relación con la historia.
-¿Cómo han recibido los lectores este nuevo proyecto?
-Bien. Uno de ellos, por ejemplo, me dijo que le gustaba más "Atom Candy" que "Atómica", lo que demuestra que en efecto se trata de dos cosas muy distintas, aunque compartan un par de personajes similares.
-Cuéntanos de la experiencia de trabajar junto a Pablo Santander.
-Es algo que siempre sorprende y la razón por la que hacemos esto. Existe un guión "básico" de unas cien páginas en el cual, fuera de ciertos hechos clave, todo puede ser modificado dependiendo de cómo Pablo vaya plasmando en papel lo escrito. Hasta ahora hemos producido todas las páginas trabajando codo a codo, acordando la disposición de las viñetas y la cantidad de páginas para determinada secuencia.
-¿Cómo ha sido la experiencia de pasar de un cómic impreso a un webcómic? ¿Cuáles son sus ventajas?
-Hasta "Atom Candy" todos los webcómics en los que he participado han funcionado con la lógica del papel, es decir, historias autoconclusivas que se pueden leer de la primera a la última página aún cuando formen parte de un arco argumental mayor. Con “Atom Candy” no ocurre eso. Tenemos un principio pero no sabemos cuándo llegará el final y podemos ir modificando cosas según se estime conveniente. Esa es una de las mayores ventajas del webcómic serializado.
-¿Por cuántos meses o años piensan publicar “Atom Candy”?
-El plan es unos cinco años mínimo. Somos los dos más grandes fans de este cómic y queremos disfrutar de él por mucho tiempo. Como es un reflejo de la vida misma, podemos seguir por siempre. La idea es ver a los personajes principales interactuar y crecer, convertirse de adolescentes en adultos. Supongo que “Atom Candy” es más parecido a una novela que un cómic, en el sentido de que nos tomamos todo el tiempo que estimamos necesario en contar la historia.
-¿Y “Atom Candy” pasará en algún momento de la web al papel?
-Esperamos que sí, dentro de algunos años más y en un tomo grueso como una guía telefónica.