McIntyre, Knight y Wahlberg, adelantaron un show de grandes éxitos, más temas del disco que publicaron en 2008. Tras el fin de la gira, aseguran que volverán al estudio.
Michael NavarroSANTIAGO.- Los nuevos chicos de la cuadra ya no están tan nuevos. Más de 20 años han pasado no sólo de su apogeo, sino también de su única visita a Chile. Pero ello no es impedimento para que la energía en ellos fluya con tanto entusiasmo como en esos años en que eran el conjunto más exitoso del planeta: "¡Nos sentimos jóvenes!", dicen.
Con ese ánimo es que Jordan, Donnie, Joey, Danny y Johnathan, los New Kids on the Block, están ahora de vuelta en nuestro país, y de esa manera es que se pararán mañana en el escenario de la Arena Movistar, tras su regreso a las pistas en 2008.
Los tres primeros ofrecieron esta tarde una conferencia de prensa en el hotel Ritz-Carlton, donde compartieron algunas claves de su concierto, pero también del estado actual de la reunión, de la perspectiva con que observan sus años de gloria, y de ese rejuvenecido espíritu que muestran, ya sin la presión de vender millones.
"Es muy emocionante, muy sorprendente", dice Donnie Wahlberg sobre estar de vuelta. El otrora chico malo del quinteto aún rememora ese perfil con polera, jockey y una ligera barba de chivo, pero frente al micrófono se muestra también como el más locuaz y reflexivo.
Así, asegura que la visita de hace casi 22 años al festival "Desde Chile, un abrazo a la esperanza" (organizado por Amnistía Internacional) fue "increíble, un momento culminante en nuestra carrera musical. Tuvimos el increíble honor de estar invitados a ese festival, y pudimos ver la enorme reacción de las fans. Estuvimos en un país que estaba cambiando, la gente se estaba abriendo, había mucho entusiasmo, esperanza. Fue un logro en nuestra carrera".
Jordan Knight, el dueño del falsete, agrega que ése fue "probablemente uno de los públicos más grandes para los que actuamos". Sin embargo, reconocen también que "no estábamos bien informados de lo que ocurría. La gente de Amnistía Internacional nos contó de Pinochet, de lo que aquí había pasado y de lo que había ocurrido en el estadio en que actuaríamos. Fue una maravillosa experiencia de aprendizaje. Ahora regresamos y vemos un país distinto", afirma Wahlberg.
Pero no sólo Chile está diferente. Ellos, por cierto, también, pese a que los recuerdos fluyan sobre el escenario. "Celebramos la música, la experiencia. Son tantos los fans que regresan, que estuvieron hace 20 años. En cada lugar que hemos actuado en los últimos cinco años se siente algo especial, y nos dejamos llevar por eso. Es como si fuéramos chicos otra vez, y también el público. Tenemos la fortuna de poder seguir haciendo esto y compartirlo", dice el también hermano del actor Mark Wahlberg.
De este modo, explica Joey McIntyre (el menor de los cinco), el show privilegia los hits, pero "hicimos un álbum en 2008, así es que incluimos algunas de esas canciones, que tal vez las fans también conozcan. Hay nostalgia, pero también nos sentimos muy jóvenes todavía, entonces es realmente una fiesta. Al final del día, la gente quiere pasarlo bien".
Algo de eso han visto desde su llegada, con maduras fans que los saludan como si fueran los adolescentes de antes. "Eso es incluso mejor ahora, porque antes eran niñas, y era más normal, pero ahora tienen muchas opciones", dice Wahlberg. "¡Nos encanta que se vuelvan locas, para eso vinimos! Olviden el trabajo, olvídenlo todo, recuerden esos momentos en que eran jóvenes, y pásenlo bien. Nos encanta cuando vienen y se vuelvan locas", es el recado de Knight.
Y Wahlberg lo sentencia: "Somos pop. Hace 20 años quizás vinimos con una misión más política, pero ahora las fans quieren sentir alegría con la música, compartir la noche con nosotros. Tenemos la responsabilidad de hacer que lo pasen bien".