David Hinds liderará a Steel Pulse en el Caupolicán, tal como lo hiciera en el Parque O'Higgins en 2011.
Cristián Soto L.En abril de 2011, cuando el sol de las 14:00 tenía a la elipse del Parque O'Higgins sumida en un calor desértico, un verdedero oasis asomó en uno de los escenarios principales de Lollapalooza Chile. Se trataba de Steel Pulse, banda británica que en medio de la vorágine de nombres cool que se dejó caer en la primera versión chilena del festival, logró dar un respiro a los miles de asistentes a esa histórica primera jornada, con su reggae de raíz.
Más de 35 años de carrera, aplausos transversales y colaboraciones hasta con el mismísimo Bob Marley, eran antecedentes más que suficientes sobre su valía, pero sus integrantes están lejos de andar por la vida con cartel de leyenda. Hoy recuerdan ese paso con un asombro casi infantil.
"Recuerdo que fue un evento apabullante para mí. Había bandas que había escuchado, pero que nunca había tenido la oportunidad de verlas tocar. Por ejemplo, Jane's Addiction, Kanye West o The Flaming Lips, que me asombró especialmente. Después de Lollapalooza fuimos a ver a Slash. Él también fue asombroso", recuerda David Hinds, emblemático guitarrista y vocalista de la agrupación.
A poco más de un año de esa ocasión, el grupo regresa esta semana al país para ofrecer un concierto en el Teatro Caupolicán este miércoles 27, que será abierto por el más reconocible crédito local del género, Quique Neira.
La presencia del ex Gondwana no es casual: En su reciente disco Alma (2011), el chileno contó con la colaboración del mismo Hinds en voces, en un tema llamado "Love Love Love". Por lo mismo, una sociedad entre ambos parecía de cajón, pero el británico por ahora está sólo en guardia.
"Usualmente me tomo un break antes de actuar, así es que dudo de que tenga la oportunidad de hacer algo con él. Pero quién sabe. Sé que él tiene planes para nosotros, de hacer un video con la canción que grabamos. Dijo 'inténtenlo y abríguense'. Supongo que estará chilly (frío) en Chile", dice.
Sobre Neira, asegura que es "un músico excelente, que tiene ese sexto sentido cuando se trata de componer música comercial. Todo lo que él necesita es la exposición mediática y también vivirá en Beverly Hills", bromea.
Para el concierto, en tanto, aprovecharán que ya no tendrán sólo los 60 minutos de Lollapalooza, sino un tiempo que les pertenece, para ir más allá de sus éxitos. "Ya que hemos estado en Chile en pocas ocasiones, podemos darnos el lujo de presentar nuevas canciones y hacer algunas de las viejas con estilos diferentes. Además hemos añadido algunas cosas nuevas al repertorio", adelanta.
-Vienen nuevamente a Chile y hay una alta expectativa en sus seguidores. ¿Dónde creen que estuvo la clave para que una banda británica lograra ser tan reconocida en el reggae mundial?
-Cuando se trata de reggae, Gran Bretaña ha jugado un rol importante en establecerlo alrededor del mundo. El resto, siguió el ejemplo poco después. Durante ese período muchos artistas de Jamaica hicieron viajes al Reino Unido para actuar, e incluso grabar. Los jóvenes como nosotros tomamos nota de cómo se hacían las cosas. En esos años de experimentación y desarrollo, Gran Bretaña logró un estilo completamente diferente. Nosotros adoptamos diversos estilos de raíz en Birmingham, mientras que los londinenses desarrollaron uno conocido como lovers rock. Eran diferentes. Ofrecimos acordes más orientados al jazz y melodías de rango medio. A veces, más capas de armonías. No fue tan popular como el reggae de Jamaica, que se concentra más en el groove y la voz principal. Sin embargo, cuando escuchas se nota de inmediato la diferencia, y te gusta. Los jamaiquinos han interpretado este estilo a su manera, y ahora los estilos de reggae son aun más variados que en esos días.
-¿Se sorprendieron al saber que también había músicos de reggae en un país tan lejano como Chile?
-Sí, pero no tanto. Lo que sí fue sorprendente fue cómo en los clubes la gente literalmente se comporta como en cualquier otro dancehall o club de reggae de Jamaica o Nueva York. También fue realmente sorprendente para mí la cantidad de rastafaris que estuvieron en una conferencia que tuvo lugar en Panamá, hace seis años. Un buen porcentaje de ellos en realidad venía de Chile.
-Y transcurridos tantos años, ¿cómo siguen recordando el tour que pudieron hacer junto a Bob Marley?
-El tour con Mr. Marley lo llevo siempre conmigo. Fue parte de mi crianza y de mi desarrollo musical. Fueron un montón de lecciones las que recibí en ese tour, y todavía las aplico en lo que como Steel Pulse hacemos. Ésa es la razón de por qué la precisión, teatralidad y voluntad de hacer cada show mejor que el anterior, es aún parte de nuestra existencia y longevidad como banda. Bob tenía todas esas cualidades de forma natural. Nosotros estuvimos justo a tiempo para usar esa experiencia y esas cualidades.