Se tomaron un tiempo para mostrar por primera vez su música en un disco. Este grupo chileno existe desde 2006, el simple hecho de tener una cuenta en MySpace lo evidencia como de la década pasada y desde ahora hay muchas más pruebas sólidas de su preparación en todo este tiempo. Emergido del taller de música latinoamericana que dirige el profesor Claudio Acevedo en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, es decir el mismo origen del grupo Cántaro en 1999, Merkén viene ahora a enriquecer más el panorama de los músicos y grupos chilenos de fusión y raíces latinoamericanas.
La mayoría de los siete integrantes son egresados de esa facultad y la formación académica se advierte con claridad en el tratamiento de esta música, tan importante como la base que Merkén encuentra en ritmos y géneros folclóricos del continente como chacarera, zamba o waylas. El encuentro entre esos elementos determina el carácter del grupo. La composición es contemporánea, con obras extensas y estructuradas en secciones sucesivas. Las armonías suelen ser sugerentes e incluso disonantes como en los acordes de piano de "Alborada", del pianista Pablo López, o como en "La loca", del percusionista Gonzalo Ramos, que es chacarera pero también tiene disonancias y hasta frases jazzísticas, o como en la instrumental "Jallachera", del guitarrista Felipe Valdés, llena de juegos de armónicos, con cajón peruano y acordeón como acompañamientos de la guitarra acústica.
Ese encuentro de universos es la base. Sobre ella Merkén despliega sus particularidades. Primero, una poesía que no renuncia a las imágenes dolorosas y contingentes encerradas por ejemplo en versos sobre una loca condenada a bailar una chacarera solitaria no lejos del Estadio Nacional. No parece casual que el grupo haya incluido aquí versiones de la Violeta Parra más doliente y más política en "Una copla me ha cantado" y "La carta" respectivamente. Luego, son varias las voces del grupo, entre la cantante Paulina de Petris, la guitarrista y charanguista María Fernanda Mosqueda y los mencionados Felipe Valdés y Gonzalo Ramos. Y está el piano, que funciona no sólo como un instrumento clave en la composición y los arreglos, sino también como un timbre distintivo. Merkén marca con señas como éstas su identidad en una genealogía que ya suma décadas en la música chilena, entre la Nueva Canción de los '60 en adelante, la fusión latinoamericana, el Canto Nuevo y herederos de los '90 hasta la fecha como Alameda, Entrama, Coré, Episodio, Surgente, Aranto, La Comarca, Fractal, Cántaro, Antípodas, Bombyx Mori, Sonámbulo, Ensamble Serenata y más. Aunque pudieron haber sumado antes su nombre a esa saga, no estuvo mal esperar. Merkén es un primer disco, pero hecho con la propiedad que da la madurez.