La precisión matemática que presenta la masa de sonido de Meshuggah esconde, en el fondo, una ambición mayor: La de someter las complejas y polirítmicas creaciones a un formato que se acerca a una canción de formato más "tradicional". Al menos, eso es lo que se percibe luego de repasar los diez temas que componen Koloss, último trabajo de los metaleros suecos y sucesor del bien recibido Obzen (2008). Sin embargo, para entender este supuesto giro lo justo es que nos remontáramos más atrás, a Catch Thirty-Three (2005), registro en el que la banda comenzó a depurar sus complejas formas para acercarse más a formatos tradicionales.
La fórmula del ensayo/error que practicaron los suecos claramente da sus frutos en este nuevo disco. El inicio, con los temas "I Am Colossus", "The demon's name is Surveillan" y "Do not look down", es representativo de esta vuelta de tuerca al estilo de Meshuggah: Temas concretos, en los que se privilegia el groove por sobre las ambiciones técnicas de la era primitiva. Aun así, los integrantes de Meshuggah son concientes de que ese elemento es el que, en definitiva, ha marcado su estilo. Por lo mismo, aparecen cortes como "Marrow" y "Behind the sun", en los que el conjunto amalgama esa característica con sus nuevas formas.
Sin embargo, los suecos proponen un nuevo salto y van más allá de sus propias consideraciones de sonido y de lo nuevo, en este caso lo concreto, de sus composiciones. Lo de Meshuggah es aprovechar esos dos elementos y transformarlos en un constante y furibundo metal, más allá de sus anteriores entregas. "Swarm" y "Demiurge" aprovechan, en ese sentido, esta suerte de marco sonoro para configurar los nuevos caminos de la banda. Unos que se vislumbran más complejos pero, al mismo tiempo, mucho más densos y duros que los de sus contemporáneos. Claramente, en este séptimo trabajo de estudio los metaleros escandinavos dan otro salto cualitativo más y se colocan a la vanguardia de todo un género, siendo muy difícil que en la actualidad alguien logre alcanzarlos.
—Felipe Kraljevich M.