Federico Faure (contrabajo) y Hugo Moraga (voz y guitarra) tocan con el percusionista Juan Sobarzo este sábado 4 a las 22 horas en Antupirén 9.301, Peñalolén, Santiago.
Marcos Soto.SANTIAGO.- Va a ser un concierto, pero también un saludo colectivo. "Ante la sombra… canto" es el nombre de la actuación que el músico y compositor chileno Hugo Moraga hará este sábado en la comuna de Peñalolén en la capital, en la que rendirá un homenaje en canciones a algunos de los músicos populares que han muerto en estos primeros seis meses de 2012 en Chile y otros circuitos cercanos.
Sin rabia y sin pena, explica. "En este año varios músicos y compañeros han enfrentado las sombras del más allá, entonces reflejo esa idea de que el canto es una forma de ponerle cara a un destino ineludible, sin rabia, sin pena, con un ánimo humanista", dice, a propósito de músicos como Luis Alberto Spinetta, el uruguayo Osvaldo Fattoruso y los chilenos Eduardo Guzmán y Nelson Schwenke, de los dúos Quelentaro y Schwenke & Nilo respectivamente.
-Hay varios que me han llamado la atención, tipos valiosos que han tenido una vida en la música. Y también estoy pegado con muchos viejos, no sólo en la música sino también en la literatura, que se murieron hace rato y para los que nosotros ahora somos el futuro, somos su mañana, y su música está viva. Por eso es que digo que ante la sombra el canto tiene un valor que trasciende esos dos lados. En ese sentido concibo la música como una especie de ente, como un éter que circula por los dos ámbitos.
Limbo: Hugo Moraga inédito
En el concierto de este sábado Moraga va a incluir una veintena de canciones de su repertorio, trabajo que inició a mediados de los años '70, reconocido por composiciones como "Romance en tango" y "La vida en ti", y que llega hasta la actualidad con discos recientes como Guitarra continuo, realizado durante su estada en Francia entre 2006 y 2009. También hay composiciones todavía inéditas, entre ellas una de las que va a presentar. Es "Limbo", hecha a su mencionado paso por Francia y motivada además por el recuerdo de Julián Colamar, un dirigente de la localidad de Caspana, región de Antofagasta, a quien Moraga conoció en los años '90.
-Se generó una especie de amistad, una aproximación muy kármica, con cosas fuertes que nos ligaron y que tienen que ver con la vida y el entorno de ambos. Cuando él se murió para mí fue una gran impresión. Me quedó dando vuelta esa muerte y la elegancia, porque el viejo era un tipo de una prestancia superior, que pasó por muchas cosas: la humillación de ser un indio, todo lo que ocurre con el Estado chileno frente a la gente de culturas originarias, pero al mismo tiempo con una dignidad especial, que lo elevaba frente a todo. Era capaz de ser exactamente el mismo frente a cualquier circunstancia, frente al tipo más chico y modesto o frente al Presidente.
En vivo el de esta noche será un trío con Moraga (voz y guitarra), Federico Faure (contrabajo), integrante de Congreso, y Juan Sobarzo (percusión), como parte de una relación con músicos de nuevas generaciones que ya tiene antecedentes. Desde su regreso Moraga ha tocado con cantantes como Gepe, Manuel García y Pedropiedra y el 24 de agosto se va a presentar con Javier Barría. Aparte acaba de tener una experiencia adicional en el trabajo que compartió junto a Isabel Aldunate, Eduardo Peralta, Guillemo Rifo y otros músicos en el jurado de "La Cumbre de los Cantores", concurso ideado por el cantante y gestor Nano Acevedo que culminó en la reciente edición de un disco con canciones de diez autores de diversas generaciones.
-Llegaron quinientas ochenta canciones. Nos dividimos, cada uno escuchó más de cien y varias tenían un nivel bastante alto en muchos sentidos. Fue bueno que hubiera una diversidad desde canciones bastante locas, modernas, hasta cosas con una búsqueda tradicional. Es un abanico de música bastante pertinente en representar lo que somos.
Hugo Moraga se presentará este sábado 4 de agosto a las 22.00 horas en el centro de eventos Kahuín, situado en avenida Antupirén 9301, Patio La Rosa, Peñalolén, Santiago (724 5973), con boletos disponibles en cinco mil pesos. Y es parte de un plan con que se propone incrementar su presencia en vivo, compartida con compañeros de oficio como Manuel Huerta, Leo Sepúlveda, Mario Rojas y otros.
-Cómo solucionamos el problema de tocar en medio de un ambiente entregado a la no-música -plantea, a propósito de la baja difusión de la música local en los medios-. Hemos hablado de hacer duplas, porque dos cantantes funcionan bien en lugares chicos, la idea es juntar música de gente que tenga cierta afinidad y combinarla con varios cantantes nuevos. Hay que lograr que la gente llegue a reconocer esta música, y a necesitarla.
"Canciones hay: lo que necesitamos es difusión", concluye. "Que se diga. Estamos hablando de saturar el mercado, por llamarlo así, porque la gente necesita percibir esto. Lo mismo que hace la televisión: te satura con sus productos, no puedes sustraerte a ellos y al final resulta súper cómodo tomarse una cocacola porque la tienes en la cabeza. Nos hemos dado cuenta de que el solo hecho de que aparezca que vas a tocar, sea en Café Brazil, en el Kahuín, en El Merkén, en La Casa en el Aire, ya es una señal. No importa si fue gente o no, si estuvo lindo o feo, hay que hacerlo una vez y otra vez, ésa es la manera. Por saturación".