Lila Downs, abajo a la derecha, fue una de las artistas que lideró los homenajes a Chavela Vargas.
ReutersMÉXICO.- Cientos de personas despidieron este lunes a la cantante Chavela Vargas en la emblemática Plaza Garibaldi, en el centro histórico de Ciudad de México, con flores, lágrimas de emoción y música, en el primer homenaje organizado tras su fallecimiento.
La plaza Garibaldi es conocida como centro de diversión nocturna, siempre lleno de mariachis. Allí han encontrado acogida diversos artistas, entre ellos la propia cantante fallecida el domingo a los 93 años de edad.
Tras varias horas de espera, la euforia entre los asistentes se desató con la llegada de los restos mortales de Vargas, en medio de aplausos y gritos de "Viva Chavela" o "Chavela, te queremos". Allí, un grupo de mariachis abrió el acto.
Instalado bajo una carpa en la que se colocaron numerosas coronas de flores, el féretro estuvo cubierto con un poncho a rayas azules y blancas con borde rojo, en recuerdo a la prenda que Chavela acostumbraba usar —no en vano, además de "La Chamana", Vargas recibió el sobrenombre de "La dama del poncho rojo"—.
La lluvia, que se desató en el mismo momento en que se inauguró la despedida (19:00 horas locales), no impidió a los asistentes disfrutar de emblemáticas canciones como "La Llorona" y "Qué bonito amor", interpretadas durante la primera parte del homenaje musical por los mariachis de la Guardia Nacional del Gobierno de Ciudad de México.
Poco a poco, los admiradores de la cantante fueron pasando junto al féretro para darle su último adiós, después de haber estado esperando por más de tres horas bajo el sol, que a primera hora de la tarde lucía en la capital mexicana antes del brusco cambio de tiempo, propio de la época.
Lila Downs, Eugenia León y Tania Libertad lideraron el concierto en homenaje que se realizó en la segunda parte del acto. Acompañadas de mariachis, las artistas interpretaron canciones tan conocidas como "Flor de Azalea", "Volver, volver" y "Un mundo raro".
Al acto, que se pudo seguir a través de una pantalla gigante instalada en la plaza, también asistieron personalidades de la cultura y la política como el jefe de Gobierno de Ciudad de México y la secretaria de Cultura de la capital.
Tras el homenaje, que se prolongó hasta bien entrada la noche, el féretro fue llevado hasta las instalaciones de una funeraria para reposar esperar hasta hoy, cuando está previsto que sea trasladado hasta el Palacio de Bellas Artes, donde miles de mexicanos podrán seguir despidiendo a la artista.
Posteriormente, el cuerpo será incinerado y sus cenizas esparcidas en el cerro del Calchi, cerca de Tepoztlán, en el central estado de Cuernavaca, donde la cantante pasó los últimos años de su vida.