Catherine Zeta-Jones y su extenuante regreso a los musicales con "Rock of Ages"

SANTIAGO.- Diez años tuvieron que pasar para que Catherine Zeta Jones volviera a aceptar un musical. Y es que la actriz regresa al formato que conoció en Broadway con la versión cinematográfica de un clásico de las tablas neoyorkinas: "Rock of Ages".

Ambientada en la década de los ochenta, la película sigue la historia de la joven pueblerina Sherrie Christian (Julianne Hough), quien llega a Hollywood para intentar cumplir sus sueños de artista. Allí conoce a Drew Boley (Diego Boneta) , quien comparte las mismas ambiciones que su amiga.

Mientras intentan construir una carrera, trabajan en el club nocturno The Bourbon Room. Pero las cosas se complican cuando el local corre el riesgo de ser cerrado y sólo un concierto con la superestrella Stacie Jaxx (Tom Cruise) podría salvarlo. En todo este enredo, Zeta Jones ingresa bajo el papel de la puritana y conservadora Patricia Whitmore para oponerse al show del pecaminoso Jaxx.

La esposa de Michael Douglas admite que el ritmo de trabajo fue extenuante, pero apunta que valió la pena el resultado que logró el director Adam Shankman.

"Todo fue muy intenso, mucho más intenso que en cualquier película normal. Eso pasa en general con los musicales. Fue todo muy intenso y me aprendí la coreografía en un día y en dos días ya la estaba haciendo. Pero amo la camaradería del baile. Se trabaja realmente duro, es difícil. A la una de la mañana piensas que es posible hacerlo una vez más con un ángulo de la cámara distinto", afirma la actriz.

Para la estrella de Hollywood también fue complicado tener que volver a estar en condiciones físicas óptimas para el personaje.

"Fue un desafío volver a estar en forma, porque claro, no me tocaba los dedos de los pies desde 'Chicago', como la persona floja que soy a veces. Entonces fue como lanzarme al fuego, pero a un fuego grande, cálido y acogedor", apunta.

Esta es la primera colaboración cinematográfica entre Catherine Zeta Jones y Adam Shankman. Ambos habían compartido en el programa de caridad Motion Picture And Television, pero no en la pantalla grande. Fue precisamente la presencia del cineasta la que terminó por convencerla de participar en el proyecto.

"Amo la ética de su trabajo y su entusiasmo, y su energía es muy contagiosa. Además amo su sentido del humor, que es enfermo, oscuro y absolutamente horrible. Entonces (cuando me pidió que trabajáramos juntos) fue como 'bueno, dime cuando empezamos ¿Qué haré yo?' y claro, cuando estábamos grabando, le decía 'Adam, por favor puedes escribir otra canción para mi? ¿Puedo hacer algo más? No me quiero ir, me estoy divirtiendo mucho'", concluye  la actriz, quien regresa a los cines tras un receso de tres años.