MONTREAL.- La película china "Million Dollar Crocodile" dio al partida al Festival de Filmes del Mundo de Montreal el jueves, con una mezcla de terror y sarcasmo poco visto en las producciones de ese país.
La producción del director Lisheng Lin, que llega 58 años después de "Godzilla", es más una cinta para reír que para temer.
La película muestra a un cocodrilo gigante que se escapa de su jaula y devora a un gánster, pero ese hecho es casi un acto justiciero, ya que el sujeto, interpretado por el actor Lam Suet de Hong Kong, quería convertir al animal en un manjar exótico para turistas.
Sin otra ambición que divertir al público, esta película, que según los medios chinos tuvo un presupuesto de 4,7 millones de dólares, ofrece a los televidentes occidentales una imagen de la China del siglo XXI, sorprendentemente cerca del Occidente capitalista y fascinada por el dinero.
El enorme reptil proviene de una finca privada y es vendido por su propietario por un abultado paquete de billetes a otro empresario. El gángster detrás de esta operación también piensa hacer su negocio vendiendo la carne del animal en un restaurante.
Y la motivación de una bella joven que regresó de un viaje a Italia -interpretada por la actriz taiwanesa Barbie Hsu-, que caza el cocodrilo sin pensar en el peligro, es el paquete de 100 mil euros que accidentalmente se tragó el animal.
La fascinación por el dinero parece haber hecho que los guionistas se olviden del tipo de cambio: los 100.000 euros equivalen a un millón de yuanes, una cifra citada por los protagonistas, pero el valor del cocodrilo alcanza el millón de dólares en el título.
Por si fuera poco, según las primeras reseñas publicadas después del lanzamiento de la película en China a principios de junio, el cocodrilo se llamaba Mao., pero en la versión exhibida el jueves en Montreal, era Amao.