"Nunca se sabe dónde va a saltar la liebre, nene"

En su regreso a Chile el cantante español Dyango vino a coincidir con parte de su familia en Santiago. Justo en estos días está trabajando aquí Marcos Llunas, quien es, junto a su hermano menor, de nombre artístico Jordi, uno de los dos hijos de Dyango que se dedicaron a cantar al igual que el padre. Llunas es uno de los "profesores", junto a Myriam Hernández y Américo, en el programa-concurso para cantantes aficionados "El mejor de Chile" iniciado en agosto en TVN.

Septiembre, en cambio, marca el turno del padre, con los conciertos que Dyango dará este primer fin de semana del mes en el capitalino Teatro Teletón (ver recuadro). Y, además de éxitos probados por décadas en las radios AM y FM chilenas como "Corazón mágico" y "El primer beso", él tiene unos cuantos estrenos previstos para estas jornadas: son adelantos del disco que está terminando, que espera lanzar en los próximos meses y que, según sus cálculos, será el número cincuenta y uno de su carrera.

-Yo soy de la opinión de que cuando un cantante saca un disco, como éste que voy a sacar ahora, no tiene que hacer (en los conciertos) el disco entero ni muchísimo menos -considera, poco antes de subir al escenario-. Porque la gente, al no conocerlo, está siempre esperando que uno cante las canciones que ellos creen que son suyas, las canciones de tantos años, de tantos éxitos. Entonces hay que dar en pequeñas dosis, tres o cuatro canciones.

Por lo demás el disco todavía no tiene fecha de estreno definitiva, pero Dyango sí sabe cómo se va a llamar. "Hasta hace poco no tenía título, imagínate. Y ahora ya le puse título porque se lo merece. El disco se llamará El cantante. Porque refleja mucho la historia de cualquier cantante, que lógicamente también soy yo. Es el reflejo en parte de lo que he sido toda mi vida".

-El cantante hace pensar en títulos de discos tuyos previos, como El mundo, de 1979. O La radio, de 1980. Títulos precisos.
-Sí, y es El cantante, que la gente se piensa que todo son flores y cositas hermosas, que por supuesto hay, y muchas. Pero también hay nuestras dificultades, nuestras soledades, nuestras ganas de estar en otro sitio del planeta cuando tienes que estar a veces sobre el escenario. Es lo que se llama la tan cacareada "soledad del artista", y eso es cierto. El artista está en un momento en un teatro, imagínate, un show espléndido, con un éxito enorme, un público maravilloso: terminas eso, se apagan las luces, se baja el telón… ¿y ahora qué hago, Dios? Está todo cerrado, ni comerme una hamburguesa, je. Hay cosas que no son tan fáciles.

-Es dura la vida del artista.
-Hombre, es hermosa, porque hacemos lo que nos gusta, en este caso pues la música, ¿no? El arte. Pero después hay la contra. Yo tengo cuatro hijos en mi vida, ahora ya son mayores todos ellos, pero los he visto crecer de tanto en tanto, porque claro, las ausencias de mi carrera han sido brutales.

­-No será tan malo de todos modos, considerando que dos de ellos eligieron el mismo trabajo. Uno está contratado en Chile ahora.
-No se puede evitar esto. Es que es una cosa que… mira, mi padre era músico, y yo quise ser cómo él. ¿Qué han visto en mi casa mis hijos? Pues que yo he sido cantante y músico, y ellos han querido ser lo mismo. Con Marcos Llunas pues intenté sacárselo de la cabeza, pero después, dándome cuenta de que no podía, ya ni me preocupé.

-¿Y con Jordi?
-Y con Jordi pues ya vi que no podía hacer nada. La cabra tira al monte. Hay una necesidad de expresión, que es lo mismo que me pasó a mí, ¿no? Pero estoy orgulloso de ellos.

-Va a ser un disco bien autobiográfico entonces.
-Exactamente, tú lo has dicho, mira: es un disco autobiográfico.

-¿Qué canciones vas a elegir acá para mostrar de ese disco?
-Una es "El cantante". Otra es "La última vez". Otra canción se llama… ni me acuerdo. Pero esas dos van a estar.

-¿De qué se trata "La última vez"?
­-"La última vez" no deja de ser una canción de amor. Pero "El cantante" refleja lo que te estaba comentando, cuando te sacas el traje de cantante en cualquier ciudad, lo cuelgas y dices "joder, qué bonito sería poder estar con tu mujer".

-Bueno, ¿mujeres no suelen faltar en esas giras? ¿O es un mito?
-Hombre, mujeres siempre hay, y muy hermosas. Pero claro, en cualquier parte del mundo la mujer de uno es la mujer de uno. Es diferente, ¿no?

-Es muy romántico eso.
-Claro que es romántico. Yo soy romántico. Soy una persona que ha cantado tanto al amor que si no hubiese sido romántico sería un engaño total, una burrada completa. Cantar tantos años al amor y al desamor y siempre con una sonrisa en los labios, hay que reconocer que es la vida de uno, pero además lo he sentido muy profundamente.

Bendita maldición ser tan romántico: el catálogo

El cantante será el disco siguiente a los álbumes Íntimamente (2006), Coplas (2008) y Puñaladas en el alma (2010) en la trayectoria de Dyango, un hombre que empezó a hacer discos en 1969 y que ha estado en las radios a partir de impactos como "Lejos de los ojos", más identificada como "Me encuentro tan solo" y grabada ya en su primer elepé, Dyango (1969).

Y si en un principio se dedicó en parte a aprovechar éxitos ajenos, con adaptaciones a sonido setentero del tango "Nostalgias" (en el disco Alma, corazón y vida, 1975) o del vals "Ódiame" (de Contigo en la distancia, de 1977), incluido un insospechado cover de "Muchacha (ojos de papel)", original de Luis Alberto Spinetta y grabada por Dyango en su disco Yo mañana (1974), luego haría más historia propia.

En ese catálogo están los hits "El primer beso" (de Si yo fuera él, 1976); "Hoy he empezado a quererte otra vez" y "Querer y perder" (de La radio, 1980); "Si la vieras con mis ojos" y "Si el amor llama a tu puerta", también grabada por Julio Iglesias (de Entre una espada y la pared, 1981); "Hay algo en ella" y "Por volverte a ver", que parte con el verso "Nos fallaron dos palabras / y sabernos perdonar" (de Bienvenido al club, 1983); "Corazón mágico" y "Adónde vas, amor", que incluye el verso "Bendita maldición ser tan romántico" (de Al fin solos, 1984) y "El que más te ha querido", sumadas a "Por ese hombre", hecha a trío con Pimpinela en el disco Lucía y Joaquín (1985) de ese dúo argentino, y seguida años después por una secuela de la misma historia.

-Imagínate si tuviera que cantar cincuenta y un discos, a doce canciones por disco -saca la cuenta Dyango en 2012-. No puedo.

-¿Qué recuerdas de discos más recientes como Íntimamente, Coplas y Puñaladas en el alma?
-Puñaladas en el alma fue el número cincuenta y éste es el cincuenta y uno. Y sí, hay Íntimamente, después hay uno de coplas… sabes que he perdido un poco la memoria ya, después de tantos discos. Es normal. Tú a mí me dices "Canta esta canción". ¿Qué canción, ésa la he grabado yo? Eso me pasa en muchas ocasiones. Un cantante que tanto material, tanta música… de un disco de doce canciones pues hay seis o siete que solamente las ha cantado el día de la grabación. Nunca más las ha vuelto a cantar, porque la gente ha hecho éxitos otra canción que a ellos les ha parecido. Entonces es de una dificultad tremenda. Te juro que me ha pasado: decir "Pues no, esa canción no es mía". Y era mía.

-¿Los éxitos no han sido los que tú esperabas?
-Eso pasa muchas veces, y nos sorprende a todos. Decimos "ésa es la canción". Y es la de al lado. Y nadie se da cuenta que es la de al lado. En Colombia me pasó, grabando "Esta noche quiero brandy" (del disco Al fin solos, de 1984). Estaba el "Corazón mágico", "Adónde vas, amor", grandes éxitos en todas partes, pero nadie había prestado atención a "Esta noche quiero brandy". Imagínate lo que fue la canción después. Después te das cuenta de que tú no mandas, en definitiva es eso, uno piensa que puede ser una y es la otra. A veces no: a veces es la canción que quieres trabajar y con la que quieres demostrar.

-¿Con "El que más te ha querido", por ejemplo?
-No, ésa, que era de la Concha Valdés Miranda, una dama cubana, maravillosa, la adoro, es como una madre para mí. Y eso que yo ya soy viejo, ¿eh? Yo estaba en un night club en Miami y ella cantaba esta canción, y yo me quedé pensando en cómo se puede escribir una canción tan hermosa. Me presenté, "¿qué tal, Dyango?", me respondió, y resulta que después fue un éxito brutal. Pero ésa yo la presentía: en la voz de esta mujer ya vi que esa canción tenía que ser un éxito.

-¿Y con "Corazón mágico", ya que la mencionaste?
-Te la cuento y es al revés: a fuerza de ser sincero, me presentaron las canciones y entre ellas estaba "Corazón mágico", y yo dije "no, pasa, pasa esta" -se ríe-. No era tan apasionada como una canción para mí. Y había un chico de la compañía (de discos) a mi lado y y me dice que la canción es maravillosa. Y después fue una de las canciones de más impacto de mi carrera. Nunca se sabe, nene. Nunca se sabe dónde va a saltar la liebre.