Hoffman arrivó como rockstar al estreno de su cinta en Toronto.
ReutersTORONTO.- Se pasó gran parte de su vida delante de las cámaras dando vida a personajes memorables, sin embargo a sus 75 años Dustin Hoffman decidió pasar al otro lado del lente, y lo hizo con "Quartet", cinta que en la noche del domingo tuvo su estreno en el Festival de Toronto (TIFF).
Con un elenco de lujo, integrado por los actores británicos Maggie Smith, Tom Courtenay, Pauline Collins y el comediante escocés Billy Connolly, "Quartet" es una historia pequeña y conmovedora sobre un asilo para músicos y cantantes de ópera retirados, en el que un grupo de cuatro internos decide volver a llevar al escenario el cuarteto de "Rigoletto", la ópera de Giuseppe Verdi, a pesar de que sus voces, salud y despliegue ya no son los mismos.
"No sé por qué esperé tanto para dirigir, aún lo estoy hablando con mi analista", confesó el domingo por la noche un Dustin Hoffman emocionado ante el abarrotado público del Elgin Theatre de Toronto que lo aplaudió a rabiar y durante varios minutos. "Estoy muy agradecido de haber podido dirigir a estos grandes artistas", afirmó el actor, que contó que conoció el mundo de la ópera gracias a Robert Duvall, con quien compartía habitación cuando eran estudiantes, y que tenía un hermano cantante de ópera.
Rodada en Inglaterra y basada en la obra de teatro de mismo nombre de Ronald Harwood, quien también escribió el guión, "Quartet" cuenta con varios cantantes y músicos retirados de ópera como extras, a los que se rinde especial homenaje durante los títulos finales de la película, aunque Hoffman no es muy partidario de esa definición. "Nunca me gustó mucho la palabra extra. Fellini, por ejemplo, puso a los secundarios en primer lugar", contó.
Según dijo en su diálogo con el público, su directora de casting hizo un trabajo exhaustivo para encontrar a todos estos músicos y cantantes de ópera retirados. "Había artistas de entre 70 y 90 años", contó Hoffman entusiasmado. "Eran personas que habían sido grandes estrellas pero a los que les había pasado por encima la cultura, estaban olvidados. Vinieron con muchísima alegría a trabajar todos los días".
Por su parte, Maggie Smith dijo que había sido un auténtico placer trabajar con un actor detrás de cámaras. "Fue genial ser dirigida por un actor al que admiré durante muchísimo tiempo, tener al otro lado de la cámara a alguien que supiera cómo nos sentíamos fue un gran regalo y le estaré eternamente agradecida", señaló.
Hoffman aseguró que no fue nada difícil dirigir a estos actores. "Sabía perfectamente lo que ellos odiaban; todo lo que yo odié de los directores durante 45 años", añadió el dos veces ganador del Oscar como actor, que recibirá el premio Donostia en el próximo Festival de San Sebastián, que será cerrado por la cinta "Quartet".