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Cultivada en el sur

La cantante y compositora de Traiguén afincada en Santiago presenta su tercer disco, "Pensamiento i frecuencia". "Yo vivo tal y como canto", dice. "Quien escuche con atención mis canciones conocerá un mundo interior bien cultivado allá en el sur".

20 de Septiembre de 2012 | 17:46 |

Pensamiento y frecuencia pueden ser dos polos, dos mitades complementarias o las dos herramientas para componer canciones que usa Vasti Michel. De partida son los las palabras del título de Pensamiento i frecuencia, el disco que esta cantante y autora chilena está presentando desde hace algunos meses.

"Huayno-pop, bolero-guajira, aires de chacarera y tonada" son algunas de las definiciones del contenido del disco de esta profesora y compositora nacida en Traiguén, criada en Concepción y establecida en Santiago. De sus doce canciones, diez están basadas en la guitarra "traspuesta", es decir afinada en modalidades distintas a las convencionales y muy frecuentes en el canto campesino.

Vasti Michel escuchó por primera vez estas afinaciones cuando asistió a una de las versiones del encuentro de payadores y cantores de Portezuelo, uno de los lugares habituales en el circuito chileno de la paya. Entre los versos de su disco, en "Linaje" se remonta además a la memoria de las cantoras de su familia, en "Crédito fiscal" mezcla sentimientos y contingencia, y "El tiempo que requiero", una de las de su primer disco, fue regrabada acá como primera carta de presentación.

Vasti Michel suma de este modo tres grabaciones, entre De tierras y asfaltos (2009), difundida por canciones como "Individual sociedad"; el inédito Tiempo verde (2010) y Pensamiento i frecuencia (2012). Los dos primeros esperaron años por ser publicados: el primero desde 2006 a 2009 y el segundo desde 2008 a 2010. "Es como haberme titulado de una carrera profesional que cursé de modo empírico junto a amigos y amigas músicos, la familia y todos aquellos que de alguna u otra forma han colaborado conmigo", compara.

-¿Quiere decir que estas canciones son más actuales que las anteriores, o no necesariamente?
-Claro que son más actuales. Conforme pasan los años las temáticas representan de mejor forma lo que ocupa mis pensamientos en el último tiempo, pero los trabajos publicados se van mezclando. Jamás presento sólo un álbum. El público que se acerca a mis recitales, pienso yo, disfruta de esta entrega siempre viva y no determinada por los hitos de publicación de un CD. Intento dar con las canciones más queridas por todos. Para mí cantar es un placer y más aún cantar lo que en el minuto siento, veo y tengo ganas de cantar. Eso es sinónimo de que mi arte de cantora es un arte vivo.

Pensamiento: el verso

-¿Decir "pensamiento" y "frecuencia" es un modo de hablar de una dualidad entre lo racional y lo espiritual, lo intelectual y lo intuitivo, una cosa así?
-Con este concepto describo la forma en que compongo y creo canciones. Siento que a través del pensamiento me "llegan" palabras guiadas por las frecuencias que arroja mi guitarra. Mi arte es hipersensible y absolutamente intuitivo, tiene una línea poética de tradición popular marcada. Suelo hablar de la cultura baqueana que llevo dentro, donde la montaña, el río y el viento son protagonistas. Mismo me gusta tocar con esmero en la guitarra bellos ritmos de raíz, que marcan claramente una espiral de identidad que viaja por estos tres álbumes.

-En el título pusiste el ilativo con "i" latina. ¿Eso es por afán de diferenciarse nada más? ¿O es una cita al castellano antiguo a lo mejor?
-Cito el castellano antiguo, me identifico con la literatura de cordel y sus xilografías, mundo popular de tradición oral y escrita que amo.

-Has hablado de la poética que distingue a los cantantes y autores. ¿Cómo se manifiesta esa poética en tu disco, qué asuntos querías abordar en estas canciones?
-No es racional, las canciones van saliendo y dicen lo que tienen que decir. Yo soy un instrumento, una antena receptora de pensamientos colectivos y memorias que con ciertos estímulos, estados y vivencias, se activa.

-¿Cómo te manejas entre lo metafórico y lo concreto, a propósito de la poética? ¿Una canción como "Crédito fiscal" es un buen ejemplo? ¿Cómo resolviste en qué momentos hablar con imágenes o metáforas y en qué momento romper con una idea literal y tan concreta –y violenta– como la del crédito fiscal?
-Es un juego que nunca acaba. Muchas canciones son biográficas pero se visten de épocas, espacios y tiempos que salen un poco de mí para ser más universales. La verdad es que "Crédito fiscal" es así tal cual como me salió. Yo me dejo fluir, dejo que las palabras salgan junto a la música. Por ejemplo el momento en que digo "Que si conmigo te casas tendrás que pagar" es súper honesto y vivido, tanto como el verso anterior de carácter atmosférico: "Cuando pases por aquí". Yo vivo tal y como canto. Quien escuche con atención mis canciones me conocerá al revés y al derecho. En mi persona no hay sorpresas, sólo un mundo interior bien cultivado allá en el sur.

-En otras canciones como "Cantores y cantoras" y "Cuando canta una cantora" aludes literalmente a ese oficio. ¿Cómo llegas a ese descubrimiento, tuvo que ver haberte criado en Traiguén, en otras localidades de la zona? ¿Cómo fue esa aproximación y desde cuándo viene, qué tan chica eras cuando estabas viendo a cantoras campesinas?
-En rigor mis primeros años en Traiguén me acercan al mundo del silencio y la contemplación junto al río y su canto rodado. Mi pueblo me conecta con el mundo antiguo que aún veo en imágenes de colonos y mapuche que llevo dentro, así como también la montaña, la lluvia, un par de gauchos y el verde. Luego en Concepción, estando en la universidad, me conecto con el mundo de las cantoras en la localidad de Portezuelo, donde me involucré profundamente con mis amigos payadores, quienes me enseñaron con dulzura parte de la tradición oral que llevo dentro. Lo demás es el seno familiar que maduró con los años, viajes y encuentros.

-¿Cómo se combina esto con tu realidad citadina? ¿Lo campesino es un elemento más en un mosaico donde también está tu condición urbana?
-Yo soy de pueblo chico, muy cercana a lo rural, pero jamás viví en el campo. Como muchos, tengo la memoria de mis abuelos, que a pies descalzos, llegaron a la ciudad y con este paso convirtieron la realidad de sus descendientes.

Frecuencia: el sonido

En Pensamiento i frecuencia la cantante trabajó con músicos como Javier Cornejo (violín), Juan Ángel Muñoz (violoncello), Patricio Rojas (bajo) y en especial con Paz Quintana ("Paz Queentana", escribe Vasti Michel), la cantante del grupo Tizana, y Luis Barrueto, percusionista y baterista del trío de rock con influencia folclórica Vejara. Michel ya había trabajado en su disco previo, Viento verde, con otro integrante de Vejara, Javier Guíñez, a cargo de los arreglos.

-¿Cuál fue la participación de Paz Quintana?
-En general los temas están grabados en base a mi guitarra y la percu de Luis Barrueto. Pacita (Quintana) trabajó conmigo durante meses ayudándome a cerrar detalles como intros (introducciones), interludios y finales que yo sola no resolvía. Luego grabó diferentes guitarras y cuerdas. Paz "Queentana" dirigió arreglos de cuerdas, lups electrónicos, gaitas colombianas y participó muy conscientemente en la mezcla. Y me permití un arreglo especial para "Linaje", bonus track del álbum, en piano y violín, hecho por Javier Cornejo.

-¿Cómo es la experiencia de tocar con Luis Barrueto, qué te parece él como percusionista y/o baterista?
-Luchito es un capo de la percusión. Desarrolla de manera exquisita variados ritmos latinoamericanos del folk, su presencia enriquece enormemente mi música y como batero es un bacán, vuela sobre todo su set y es un placer oírlo y verlo tocar. Utiliza cientos de recursos y siempre me impresiona con colores nuevos dentro de la percusión. Me siento muy a gusto con su compañía, es un grosso, sutil y sobre todo inmensamente humilde y concreto.

-En Viento verde ya habías trabajado con Javier Guíñez, lo que te da otro link con Vejara. ¿Te llama la atención ese grupo, qué te parece su música?
-Pienso que los Vejara son un lujo como trío y como personas. Me da gusto conocerlos y asistir a sus conciertos cuando puedo. Son unos rockeros de raíz únicos en Chile, además de ser unos trabajadores de la música y la resistencia cultural independiente que da gusto. Solos producen sus vídeos, discos, giras y recitales. Me encantan, los recomiendo.

-¿Cómo se relacionan tus tres discos? ¿Hay una continuidad entre ellos, en qué se nota?
-Mis discos son yo misma creciendo, andando este camino que observo con atención y que viene De Tierras y asfaltos solista, pasando por un Viento verde donde por primera vez me uno a otro creador como es Javier Guíñez, quien arregló este segundo disco, para llegar a Pensamiento i frecuencia, donde tiramos toda la carne a la parrilla junto a los arreglos desarrollados por mi amiga Paz.

-El primero es bien elemental, casi tu voz, cuerdas y percusión. ¿Cómo suena el segundo en ese sentido? ¿Y en Pensamiento i frecuencia quisiste deliberadamente ampliar los timbres, los sonidos, grabar con más instrumentos?
-Es una búsqueda necesaria, es un entrenamiento placentero y notorio tocar junto a más músicos. Para una solista autodidacta como yo, sumar música junto a otros colegas constituye un verdadero aprendizaje. Mi segundo álbum suena experimental, sigue siendo minimalista como el primero y Guíñez se atrevió a dar colores musicales a mis composiciones, otorgándome la oportunidad de verme desde fuera, lo cual fue intenso y delicado. Luego en Pensamiento i frecuencia yo ya venía más preparada para unirme a otros sonidos, pero igualmente el resultado final no lo supe hasta terminar de masterizar el álbum y con el tiempo oírlo y reconocerme.

El nuevo disco de Vasti Michel incluye un trabajo gráfico del ilustrador cordobés Pablo Risso, una xilografía de la artista chilena Loreto Reyes Montero y el diseño por cuenta de Carlos Cadenas. Y contiene además un cancionero con instrucciones para aprender a tocar y afinar la guitarra traspuesta. "Para que más personas practiquen esta forma de afinar la guitarra", dice, "que es muy placentera, fácil e intuitiva de desarrollar".

-¿Estas afinaciones que usas en el disco son aprendidas del campo o son inventadas?
-Digamos que me las encontré jugando. Mi pasión por esta sonoridad de la guitarra traspuesta viene de mi encuentro con los grandes en Portezuelo, en 1995.

-¿Qué tan complejo fue hacer esos diagramas de acordes para guitarra traspuesta en el cancionero? Las posturas no tienen nada que ver con las de una guitarra con afinación convencional.
-En lo gráfico: lento, artesanal y con pedir ayuda para saber cómo se llamaba cada uno de los acordes. En lo creativo, es la síntesis de seis años de venir practicando afinaciones, encerrada en mi casa y volviéndome loca a ratos. E hipnotizándome a mí misma con estos sonidos medios mantras.

-Eres profesora, ¿de qué especialidad, de qué asignatura?
-Soy maestra de educación especial.

-No eres profesora de música. ¿Es un contraste eso para ti: ser profesora, es decir tener un método racional, estructurado; pero no saber música y ser al mismo tiempo muy intuitiva en tus canciones? ¿Puede ser otro ejemplo de esa combinación entre "pensamiento" y "frecuencia"?
-Luego de tres discos y de muchos recitales y contacto directo con todo el mundo, me doy cuenta de que sigo siendo una profesora con especialidad en "lo especial", que transmite conocimientos, pensamientos y visiones a través del canto. Soy sólo un instrumento de la hermosura que es el arte creador, reflejo de lo bello que somos. Y tanta hermosura sólo me lleva a decir "gracias por escuchar".

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