''En esencia, la película está concebida como un homenaje a los diplomáticos'', explicó Affleck.
AFP
SAN SEBASTIÁN.- Es uno de los guapos de Hollywood y, además, multitalento: actor, director, productor y ganador de un Oscar como guionista, Ben Affleck revolucionó hoy San Sebastián con la presentación de su thriller "Argo", enmarcado en el Irán de 1979.
Su tercera incursión tras la cámara, que se presenta fuera de concurso, es una trepidante historia inspirada en hechos reales que cuenta con una fotografía del mexicano Rodrigo Prieto ("Brockeback Mountain") y con George Clooney entre sus productores.
Affleck retrocede en "Argo" a los primeros meses de la Revolución Iraní que derrocó al Sha, apoyado por Washington. El 4 de noviembre de 1979, manifestantes y militares irrumpen en la embajada de Washington en Teherán y toman como rehenes a 52 diplomáticos. En medio del caos, seis de ellos consiguen escapar y se refugian en casa del embajador canadiense.
Su rescate es una operación a vida o muerte de la que se encargará un especialista de la CIA llamado Tony Mendez, a quien también da vida Affleck. Consciente de que salir vivos de Irán es casi imposible, urde un plan igualmente inverosímil: hacerse pasar por gente de Hollywood en busca de localizaciones para una película de ciencia-ficción.
"En esencia, la película está concebida como un homenaje a los diplomáticos", explicó Affleck, liberado ya de esa peculiar melena y la barba larga que luce en "Argo". "Son gente que tiene un trabajo bastante peligroso, aunque no se vea o no seamos conscientes de ello, pero muchas veces ponen en riesgo su vida".
Pese a que el filme transcurre hace tres décadas, su argumento está más de actualidad que nunca: Precisamente, su estreno hace unos días en el Festival de Toronto coincidió con el cierre de la embajada canadiense en Teherán y el anuncio de expulsión de los diplomáticos iraníes en el país norteamericano.
Sin embargo, Affleck (California, 1972) evitó meterse en terrenos pantanosos sorteando las preguntas más políticas o sobre el patriotismo que denotan algunas escenas. "Tengo amigos tanto demócratas como republicanos, y me gustaría que todos vieran 'Argo'", señaló.
Pese a la ficcionalización que requieren este tipo de películas, el cineasta subraya que intentó "presentar los hechos" y centrarse en la parte más humana de la situación, en cómo un hombre pragmático, sin magia, con mujer y familia (Mendez) se convierte en un héroe. Y para ello se sirvió de una aclamada estética setentera que emulaba los thrillers hollywoodienses de entonces.
Affleck estuvo acompañado en la rueda de prensa por Alan Arkin, ganador de un Oscar por "Pequeña Miss Sunshine". Su papel y el de John Goodman -que canceló a última hora su asistencia al festival- ponen el toque de humor, aliviando un poco la tensión que flota en todo el filme.