Son diez años justos, días más o menos, los que han corrido entre el momento en que Mamma Soul empezó a grabar su nuevo disco, allá por 2002, y el lanzamiento en público que están haciendo hoy en 2012. Es una historia de viajes, reencarnaciones, disoluciones y reapariciones que tiene a este grupo chileno de vuelta en los escenarios desde 2008, y con un disco nuevo por primera vez desde que debutaran con Fe (2001), esta vez en el nombre de Raza (2012), el segundo álbum.
Varias cosas han cambiado en la banda en todo este tiempo. En total suman catorce las personas que han pasado por sus filas. Un desglose posible, por género, arroja doce mujeres y dos hombres. Por permanencia, ocho son ex integrantes y seis conforman la alineación actual: Jeannette Pualuan (voz), Michèle Espinoza (voz y guitarra), Jessica Vera, alias Jeka Vera (voz y rimas), Marcela Vergara, también llamada Mars Keys (teclados), Natalie Santibañez (bajo) y Fernanda Fuentes (batería). Y por orden de llegada, tres son integrantes históricas entre Michèle (fundadora en 1998), Jeannette (1999) y Natalie (2000), y tres nuevas: Fernanda (2008), Mars (2011) y Jeka (2012).
Otras cosas han cambiado también en el mundo de la música en estos diez años. Fe, el primer disco del grupo, alcanzó a ser lanzado en los descuentos de la bonanza final de la industria discográfica, con los últimos presupuestos millonarios de la época. Hoy en cambio el grupo terminó de producir su segundo trabajo haciendo rendir unos fondos culturales estatales. Y más cosas cambiaron en el trámite del disco en ese lapso. Las primeras grabaciones fueron hechas en Los Angeles, California, en 2002. Dos años después, de vuelta en Chile el grupo estrenó un primer single en 2004: "Basta ya". El desgaste de los primeros seis años causó al mismo tiempo la separación de la banda. Cuatro años más tarde se reunieron y lanzaron un segundo single, "Raza" (2008). Y pasaron otros cuatro años antes de estrenar Raza en 2012.
Pero hay asuntos que no han cambiado, dicen en Mamma Soul. "Cuando tienes la gran visión de qué es lo que quieres, independiente de un montón de cosas erráticas en el camino, sabes adónde llegar", reflexiona Michèle Espinoza, cantante, guitarrista y fundadora del grupo. "En este disco llegamos a Arica por Punta Arenas, pero está ahí. Escuchas el disco y parece disco. Ésa fue la frase".
Pol Niuman se llamaba el director
Hay una antesala para esta historia. Mamma Soul se inició en Santiago en 1998 como una banda de fusión entre sonidos de funk, soul, rhythm & blues, hip-hop, reggae y ritmos latinos caracterizada desde el principio por una combinación de cuatro voces de mujer junto con el mestizaje sonoro. Canciones como "Bendición" y "Eternamente" fueron destacadas de su primer disco, Fe, nominado al citado Grammy Latino en 2002.
-¿Cuántas vidas tiene este segundo disco? ¿Se supone que lo empiezan a concebir en 2002 cuando van a la premiación del Grammy Latino?
-En Los Angeles -dice Michèle-. Grabamos en Los Angeles aprovechando el vuelito, la invitación y la hospitalidad sobre todo de Mauricio Guerrero y Carlos Murguía (los ingenieros con los que trabajaron), que nos alojan en sus casas. Un mes estuvimos.
Tres canciones registró el grupo en esas primeras sesiones californianas, de las cuales hoy en Raza se escuchan dos: "Raza" y "Sonríe".
-¿Cuál voló?
-"Salud, dinero y amor". Un tema que se escuchó en alguna tocata, y que cantamos para una entrega de viviendas en el court central.
-Estaba el Presidente Lagos -se acuerda Jeannette.
-"Cámbiese a mi casa", decía la letra -cuenta Michèle y canta: "Yo tengo en mi casa"…
-"Salud, dinero y amooor" -responden Jeanette y Natalie a coro.
Para entonces Mamma Soul había dejado entrar al primer hombre de su alineación: Yuri Hevia, baterista del trío Raiza, con el que viajaron a Los Angeles. "Fue el único que la hizo bien: porque se quedó allá", dice Jeannette.
-¿Cuánto de esas grabaciones quedó tal cual en el disco?
-Harto -dice Michèle-. Ponte tú en el tema "Raza" dejamos las baterías del Yuri. Lo que hicimos acá fue armarlo, ordenarlo. Me acuerdo de que en esos días yo estaba tocando con el Joe (Vasconcellos) en Arica, pasó una comparsa, la grabé con el celular y pusimos esa grabación en el tema. Empezamos a condimentarla y salió la ensalada.
De vuelta en Chile, el grupo siguió trabajando en la producción del disco con los músicos Chicho Espinoza, bajista de grupos como CHC y Joya (la banda de Funky-C) y hermano de Michèle, y Diego Las Heras, compositor, percusionista e integrante de Tropiflaite. "Desde que volvimos de Los Angeles toda esa pega fue con él", acredita Jeannette. "Súper bueno su aporte como compositor y percusionista, en el sentido del ritmo y en la programación".
Para entonces ya se habían producido rupturas. La partida de Moyenei Valdés en 2002 no fue la única. La baterista Paula Parra había cedido también en 2002 su puesto al citado Yuri Hevia y luego a Edita Rojas, quien estuvo unos ocho meses hasta la separación de 2004. La tecladista Gabriela Ahumada se alejó por su parte en 2004, y lo mismo había hecho antes Jeannette Pualuan, quien se reincorporó en 2008.
La separación interrumpió también en 2004 el trabajo del futuro disco, y canciones como "Humedad", "Ansiedad" y "2010" quedaron guardadas en versiones preliminares sin editar, salvo "Basta ya", un último cañonazo que el grupo lanzó como single y videoclip el mismo año antes de bajar la cortina.
-Sí, ninguna tuvo el privilegio de transformarse en canción -recuerda Michèle-. "Basta ya" fue la única con la que tuvimos el acto poético de fabricar un single. Aparte ya veníamos con un montón de deserciones. Yo creo que ése fue el cansancio. Ahí ya no estaba la Jeannette. Y la Gabi (Ahumada) también se iba.
De esa primera época Fe no es el único disco que queda como registro. Entre 2000 y 2005 Mamma Soul se anotó además en una serie de compilaciones compartidos con otros artistas, entre ellos Tributo a Los Prisioneros (2000), Después de vivir un siglo - Tributo a Violeta Parra (2001) y Generaciones - Dos épocas en dueto (2003), para el que grabaron junto a la cantante melódica Palmenia Pizarro.
-Nos tocó hacer hartos tributos -revisa Natalie-. Los Prisioneros con "Estrechez de corazón", Generaciones con "En vano"…
-… "La camioneta verde" del Padre Hurtado… -agrega Jeannette-. "El derecho a la inocencia" en la Reforma Procesal Penal…
-Todo eso era súper refrescante -continúa la bajista-, pero la banda en sí con su siguiente disco estaba muy difícil, porque había que reestructurar los temas cada vez que se iba alguien y llegaba alguien nuevo, o si se iba una cantante. "La Nati va a hacer la voz de la Jeannette": ya, Nati Mentolatum, vamos.
-Era agotador -resume Michèle.
-Eso nos desgastó bastante -coincide Natalie.
-¿Pero todavía hubo energía para ese último single quijotesco antes de desbandarse?
-Sí, y hasta con video -dice Michèle-. Pol Niuman se llamaba el director. Toda la gente que trabajó ahí fue por un vaso de bebida y un sándwich.
Esto es un elástico eterno
Recién en 2008 Mamma Soul se vino a reagrupar, con el regreso de Jeannette Pualuan y el debut de la baterista Fernanda Fuentes, para volver a tocar en vivo. Pero iban a faltar otros cuatro años para dar la salida definitiva al postergado disco.
-Es que tampoco era el disco todavía -explica Jeannette-. Lo más clarificador es lo que pasó con el tema "Ansiedad": había seis versiones grabadas del tema. Y todas eran distintas. Una tenía un coro, una estrofa y una parte C. La otra tenía otro coro…
-… otra era más dance hall -complementa Michèle-. Otra era una versión medio Orishas. Había otra que era sólo percusión y voz como con un tres. ¿Qué dejamos? Estuvimos armando estructuras, patchwork.
La canción más reciente en aparecer fue "Mujer", compuesta en el estudio, junto a otras como "Palabras santas", de la que también había una versión previa. "Ésa la hicimos por una inquietud dogmática de 'Hasta cuándo estos curas re c…'. Pero muy linda. Esas mismas palabras de princesa pero más lindas", explica la guitarrista. "Y es una canción más arriagada en el folclor, porque las otras son mucho más pop".
-Le da el toque más folclórico, que también es algo que abarcamos y nos interesa, sin remitirnos a lo purista -confirma Natalie-. Nada en lo que hacemos es purista, es una mezcla. Y en vivo, para complementar eso, más encima la canción ha agarrado una onda medio rockera en algún momento, con la Fer en la batería y la Mars en teclados… Realmente, con el cariño que tengo por todas las versiones de Mamma Soul y toda la gente que ha pasado, creo que ahora la banda está musicalmente en su mejor momento, más depurada.
-Y uno es lo que es por los que estuvieron antes también -reconoce Jeannette.
-Todas las etapas han sido importantes -continúa la bajista-. Hay gente que, sobre lo que hubo antes, dice "lo que pasó, pasó" nomás. Como dice cierto tema de poesía superior…
-… que está citado, querida, en el tema "Basta ya" -le recuerda Michèle, y lo canta a dúo espontáneo con Jeannette.
-Es que es muy sabio -reconoce Natalie-. Cada agrupación en su momento logró lo suyo y estamos muy agradecidas de eso, y qué bueno estar en otra etapa ahora y crecer a partir de eso.
-¿Cómo influyó la salida de Misty-k este año, que es el cambio más reciente que han tenido?
-La Misty-k en esta última vuelta se fue dos veces -precisa Jeannette.
-Ustedes tocaron en 2009 en un festival de mujeres en el Teatro Caupolicán y ella ya no estaba.
-Sí -dice Michèle-. Pasan desapercibidas esas cosas porque nosotros no somos los Beatles, ¿cachai? No es que estés de gira por el mundo ni que si falta alguno te das cuenta. Al Caupolicán nos invitaron, primero a lo de las mujeres y después a un tributo a Michael Jackson…
-Espérate: primero fue a un Tributo al Funk, donde la Fer y yo fuimos a cantar -aclara Natalie.
-Era la Fer, ella (Natalie), Ema Pinto (la cantante de Matahari) y yo -completa Jeannette.
-¿Pero eso era como Mamma Soul?
-Sipo, estaba personificado como "Y esta noche tenemos a Mamma Soul" -presenta Michèle-. Si por eso esto es fantástico, es un elástico eterno.
-¿Mamma Soul es más grande que sus integrantes?
-Mucho más.
-Ése es lema -dice Natalie-. Es lo que sintetiza a Mamma Soul: siempre ha sido mucho más que la suma de sus partes. Más allá de los que estén o no estén. Funciona en sí misma, tiene vida.
-Mientras haya dos de nosotras esto sigue, compañeras -proclama Michèle-. Por lo menos por mi parte.
-Se logró, sin querer queriendo, una identidad -dice Jeannette-. Creo que cuando las cosas adquieren una identidad ya tienes la gran visión, entonces cualquiera lo puede armar, porque concepto ya se paró solo.
-¿O sea que nadie es indispensable? ¿No es triste saber que ninguna de ustedes es indispensable en este grupo?
-No, porque es una forma de ver la vida también -dice Michèle.
-Es que ya fue triste -dice Jeannette entre risas-. Para qué va a ser triste de nuevo.
-¿Tú lo puedes decir por experiencia, porque estuviste un rato fuera del grupo?
-Sipo.
-Para qué seguir sufriendo. Pasémoslo bien ahora -agrega la bajista.
-Yo abrí la puerta y probablemente la voy a tener que cerrar -asume Michèle, la única fundadora que queda a bordo.
-Las dos somos las que nunca se han ido -añade Natalie.
-Pero el karma de la Natalie es que no era la primera bajista -apunta Jeannette.
-Sí, es verdad -concede la bajista-. Sólo llevo doce años. Doce.
Por qué se hundió el Titanic
-Con toda esta historia previa, ¿qué tan homogéneo les suena este disco? ¿Es como si todas las canciones tuvieran la misma edad o notan que unas son del 2002 y otras del 2010?
-O sea, es tan heavy que además este disco está mezclado por distintos ingenieros -agrega Michèle-. Ya pa' rematar la ensalá.
-Seis ingenieros -pasa lista Jeannette-: Carlos Barros. Marcos Salazar. Pablo González. Chicho Espinoza. Prabha. Y Diego Las Heras. Seis.
-Ya que hay tantas manos en esto, ya que son tantas manos de pintura, ponle una más -continúa la guitarrista-. Y te juro por Dios que hay una unidad que tú dices ¿por qué?
Pronto sale al ruedo también la comparación entre los recursos gastados en el nuevo disco al lado de los de Fe, el álbum grabado con EMI hace diez años. "Cuando nos fuimos a liberar de la EMI (del contrato con el sello), entre comillas, nos dijeron que les debíamos plata porque el disco salió cincuenta o sesenta millones de pesos, dijeron ellos", cuenta Jeannette. "Y nosotros: '¿tanto?'. Ahora nos gastamos el uno coma cinco de eso".
-¿Cincuenta millones? ¿Así eran los presupuestos de los '90?
-Mira -dice Jeannette-: sólo el lanzamiento…
-… costó como nueve palos -completa Michèle.
-Más -corrige Jeannette-: doce. En La Cúpula (del Parque O'Higgins). Imagínate lo que fue grabar en el Estudio del Sur.
-Con eso hacemos tres discos -calcula la guitarrista-. Es súper claro por qué se hundió. Por qué se hundió el Titanic.
-Y por eso tampoco la compañía tenía presupuesto para grabar un segundo disco de Mamma Soul -explica Jeannette.
-Pero, por ejemplo, si uno se mete ahora a YouTube, se encuentra con cantidad de videos de Mamma Soul de ese año: un video por cada single. ¿Ahí no está ese gasto?
-El primer video ("Fe") costó cinco millones -responde Michèle-. El segundo, "Eternamente", costó tres. Y así fueron bajando: dos, uno…
-¿O sea eso no explica los cincuenta millones?
-No, si eso fue el puro disco.
-Cuando pedimos la lista de gastos (de ese disco) en el informe venían ítemes como, no sé, rosas que te llegaban a la casa el día de tu cumpleaños: cincuenta lucas -recuerda Jeannette-. Nosotros fuimos a decir a la persona encargada que a la Misty-k por favor no le mandaran rosas: que le mandaran pañales.
-Para el lanzamiento nos llegó una cantidad de rosas que parecía que nos estábamos muriendo -dice Michèle, con risas de las tres-. Llegó un ramo que no cabía por la puerta. Yo me sentía la Greta Garbo. Nosotros vimos muchos excesos. Si era como vida de ricos y famosos. Yo anoche escuché que decían (en un noticiero de televisión) "Por primera vez una artista chilena nominada a los Grammy Latinos", por la Anita Tijoux. Y era como: "Señores de Canal 13, por favor".
-Ese sólo año 2002 hubo seis nominados chilenos. Era como una delegación.
-Supernova, la Cecilia Echenique, nosotras… -recuerdan-. Y fuimos todas para allá.
-Es que entre los periodistas hay mucho cabro joven -dice Michèle-. Que en el 2002 no había nacido
Mamma Soul 2012: cuarenta y veinte
-A propósito de cabro joven, hablemos de la formación actual de la banda, ahora que hay tres integrantes históricas –ustedes tres- y tres nuevas.
-"Cuarenta y veinte" -sintetiza Michèle, como la canción de José José.
-Ustedes mismas bromean con eso en los conciertos, pero si no lo dijeran nadie se daría cuenta de cuáles son las de cuarenta y cuáles son las de veinte.
-Obvio, nadie se daría cuenta -dice Natalie.
-Sí, yo me opongo a ese comentario -coincide Jeannette.
-Sí, eso edítalo.
-Me da lo mismo -responde Michèle-. Imagínate que te tratan de "Grandma Soul" y tienes cuarenta años.
-Tuntanka Soul -aporta Natalie.
-La momia de Ipanema -agrega Jeannette. Y pasa un minuto tres segundos de carcajadas, por cronómetro.
-¿Qué podemos agregar después de esto?
-Yo sí -dice Jeannette-: yo quiero decir que estoy impresionada de verdad del talento de las nuevas generaciones. Y no sólo por las compañeras. Cuando partimos yo conocía por ejemplo a dos o tres mujeres bateristas. La Cristina Capra, la Paula (Parra), la que tocaba en las Venus y la Juanita Parra por supuesto, histórica.
-De hecho ustedes tuvieron que recurrir a Yuri Hevia cuando se fue Paula Parra.
-Tuvimos que decirle a Yuri que se afeitara el bigote -se ríe Jeannette-. Después, en 2008, cuando quería que volviéramos, la Michèle decía que no había bateristas. Y encontramos a la Fer: menos mal que no había.
-La Fer tenía como diecisiete años -recuerda Natalie-: un pollo mojado, llegó con las partituras, se aprendió todo, y más encima estábamos tocando y de repente se le corta el monitor. Y siguió tocando todo a la pata.
-¿Ahí aprobó?
-Ídola -dicen Michèle y Natalie.
-Me llama la atención que cuando entré a estudiar música al comienzo eran puros hombres -recuerda Jeannette-. Después empezaron las mujeres, y eso lo siento reflejado en la historia de la banda. Cuando nos armamos de nuevo conocíamos a algunas tecladistas, pero ¿tecladista funk? Y por eso también estuvimos tocando con el tremendo tecladista Felipe Muñoz, de Fulano (que acompañó al grupo en 2009 y 2010). Otro que se afeitó (risas).
-Aparte Felipe Muñoz el tremendo pianista de culto con su banda -reconoce Michèle.
-Y entonces llegó la Mars -continúa Jeannette-. Y la misma cosa. Su padre es un músico de bailables, de orquestas cancheras, que a los quince años la mandó a la cancha, y la otra toca cueca, bossa nova, jazz, lo que le pongas. Yo miro las glorias del país, el talento, en el sentido de que es gente que no ha ido a ninguna escuela. Para mí eso es fruto de la tierra.
Misty-K Vásquez permaneció en el grupo hasta enero de este año, y la integrante más reciente, la rapera y cantante rancagüina Jeka Vera, se incorporó hacia junio. "Tiene un timbre de voz muy versátil", presenta Michèle, "como entre la Moyenei y la Misty-k. La pega más fuerte nuestra es la de arreglo de voces: si no eres cantante es un desastre, y ella ha sido un aporte heavy".
"Tiene un tipo de voz que se nota que amó la música desde la música negra. Te das cuenta que sin querer generaste una escuela, y por eso pueden entrar y salir elementos, porque esto va más allá del grupo", atribuye Jeannette. "Si piensas que la banda está desde el año '98 y la cabra tiene veintiuno, nació en el 89", saca la cuenta Michèle.
-O sea que tenía doce cuando estaba sonando Mamma Soul en la radio.
-Claro. Justo la época en que más uno se mete en la música.
-¿Entre el público ya pasa lo mismo ahora: llegan niñas que conocieron al grupo cuando eran chicas?
-La Mars, la Fer y la Jeka dicen eso -dice Jeannette. -"Oye, a mí me encantaba Mamma Soul cuando era chica".