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House of gold and bones part 1

El nuevo disco de la banda que mantiene el paralelo el cantante de Slipknot, Corey Taylor, contiene una serie de canciones cada cual con un riff más potente por sobre las otras.

03 de Noviembre de 2012 | 19:19 |
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Proyecto en solitario de la voz de Slipknot, Stone Sour es una de esas "locuras" que agarran personalidad propia a medida que transcurren los años. En efecto, Corey Taylor se ha esforzado y mucho para que, tanto sonora como estilísticamente, lo que se presente en su banda se aleje de lo que el noneto de Des Moines, Iowa, habitualmente presenta. Y si esto significa prescindir de las influencias más extremas en aras de un rock si bien duro, pero al mismo tiempo melódico y con muchos ganchos, pues bienvenido sea, sobre todo si el resultado final es House of gold and bones part 1, sucesor de un oscuro (aún más) Audio secrecy (2010).
 
Primera parte de una obra conceptual doble, House of gold and bones explora los clichés líricos de Taylor en su máxima expresión. Y si bien ese elemento otorga la unidad necesaria al disco, también lo hace algo cansino luego de repetidas escuchas. Lo interesante es que, al parecer, el vocalista sabe de esto y se encargó de componer, en conjunto con los músicos de la banda, una serie de canciones cada cual con un riff más potente por sobre las otras. Así, si el inicio del cedé con "Gone sovereign" es demoledor, los cortes siguientes, "Absolute zero" y "A rumor of skin", elevan la apuesta de este trabajo conceptual de Stone Sour a otro nivel.
 
Siguiendo con los dictámenes de una obra de este tipo, Stone Sour también presenta intermedios, como "The travelers", que da paso a "Tired", composición que destaca por su suave arreglo de cuerdas y un coro enorme. Quizás este tema sea el mejor logrado del trabajo junto con "Taciturn". Aún así, también el álbum presenta otras canciones potentes como "My name is Allen" o el cierre del disco, "Last of the real".
 
Siempre existe un riesgo en la presentación de una obra de estas características, principalmente por los lugares comunes que suelen asociarse con discos de esta índole. Por suerte, Corey Taylor y sus Stone Sour lograron aprovechar eso y construyeron canciones que son funcionales para este gran proyecto que alberga la mente del vocalista, y al mismo tiempo grandes temas que crecen con cada pasada que se le da a este elepé.

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