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Santiago: Miércoles 04 de diciembre del 2024 | Actualizado 00:35
WASHINGTON.- Los candidatos presidenciales estadounidenses planean pedir el voto en incontables mítines hasta el último minuto y para no perder el ritmo, contarán con la ayuda de estrellas de la música como Bruce Springsteen, Jay-Z o Kid Rock.
"The Boss", que ya en octubre saltó en ayuda del presidente demócrata, Barack Obama, con una aparición en Ohio, estará con el mandatario que aspira a la reelección en la recta final mañana lunes. El cantante de Nueva Jersey acompañará al candidato en tres actos en otros tantos estados.
Así, Springsteen comenzará la jornada demócrata en Madison, Wisconsin, para calentar el ambiente antes de la última arenga electoral de Obama en este estado bisagra. Compartirán de nuevo escenario unas hora más tarde en Columbus, Ohio, otro estado clave en las elecciones del martes.
Allí Obama contará con otra estrella de la música estadoundiense, el rapero Jay-Z, quien junto con su esposa Beyoncé son declarados seguidores del presidente demócrata, para quien ya han hecho campaña y recaudado fondos en ocasiones anteriores.
En una última jornada electoral de vértigo, Obama acabará sus actos de campaña en otro estado bisagra crucial, Iowa, donde de nuevo contará con la ayuda de Springsteen, quien en octubre anunció su apoyo al demócrata -a quien ya había respaldado cuatro años atrás- en un "mensaje de Bruce" colgado en su web.
Y eso pese a haber manifestado en frecuentes ocasiones los últimos meses su enfado con la política estadounidense.
"Necesitamos un presidente que tenga una visión que incluya a todos los ciudadanos, no sólo algunos (...) Para mí, Obama es nuestra mejor opción porque tiene una visión de Estados Unidos como un lugar donde estamos todos juntos en esto", escribió Springsteen, quien esta última semana también estuvo muy involucrado en acciones para ayudar a los damnificados por el huracán "Sandy", del que su estado natal fue el más perjudicado.
Frente al programa de estrellas de Obama, el de su rival republicano, Mitt Romney, parece a primera vista más modesto: por el momento, su campaña se ha limitado a anunciar que la banda de rock The Marshall Tucker Band estará con él en su mitin en Ohio el lunes, y que en su acto final en New Hampshire, ya en la noche final, contará con Kid Rock, un habitual en campañas republicanas y también conocido por ser el ex de Pamela Anderson.
Una cosa será lo que digan las urnas el martes pero, en lo que a estrellas se refiere, Obama le ha ganado la batalla a Romney.
La mayor parte de Hollywood -desde George Clooney a Sarah Jessica Parker, pasando por Scarlett Johansson o Jeff Bridges- se ha declarado demócrata, participando activamente bien en actos de recaudación de fondos para Obama, en la misma convención de su partido en Charlotte, Carolina del Norte, en septiembre, y hasta en comerciales para su reelección.
A ello se unen nombres de todo el espectro del universo de la música como el propio Springsteen, Beyoncé, Madonna, el puertorriqueño Marc Anthony o Katy Perry, quien también actuó este fin de semana en un mitin de Obama enfundada en un estrecho vestido azul, el color demócrata, con el lema de campaña "forward", adelante, escrito en lentejuelas.
Frente a ello, el número de artistas de cuyo apoyo puede vanaglorirarse Romney es significativamente más reducido. Y no siempre afortunado, como aprendió la campaña republicana tras la actuación del actor y director Clint Eastwood en su convención en Tampa, Florida.
Su extraña aparición poco antes de la presentación de Romney en el escenario, en un acto improvisado con una silla vacía en presunta referencia a los fracasos de Obama, ha entrado ya en el "top ten" de las anéctodas extrañas de esta larga campaña electoral.
Romney intentó buscar el apoyo de la banda The Killers, cuyo líder, Brandon Flowers, es mormón como el candidato. Pero no tuvo éxito y la banda de Nevada se mantuvo neutral.
Precisamente hoy, penúltimo día de campaña, se estrena en la televisión nacional "Seal Team Six: The raid on Osama bin Laden", una película sobre la captura del líder de Al Qaida y enemigo número uno de Estados Unidos que falleció en 2011 en una operación ordenada por Obama.
El estreno ha sido calificado por el Partido Republicano como una maniobra política a favor de Obama, al recordar en horario estelar de domingo uno de los episodios más aplaudidos de su mandato.
"La película es sobre historia, no sobre política", se defendió en la emisora CNN Harvey Weinstein, productor del film y magnate de Hollywood. Pero nadie olvida que esta figura clave del mundo del celuloide es uno de los más firmes defensores de la reelección de Obama. Algo más de suspense, además de ritmo, para los últimos estertores electorales.
