Tijoux comenzará a trabajar en un nuevo disco cuando nazca su segundo hijo.
El Mercurio.SANTIAGO.- Aunque sólo faltan nueve días para la ceremonia de los Grammy Latino, la cantante nacional Ana Tijoux asegura estar tranquila con su nominación. La ex Makiza compite en la categoría mejor álbum urbano del año, por su tercer trabajo solista, La Bala
La intérprete de "Partir de cero" dice que el Grammy es un reconocimiento que agradece, pero lo considera algo "surrealista".
"La nominación de un disco, entre comillas independiente, y estar compitiendo con unos artistas que reciben un tremendo apoyo de las multinacionales es una ironía y eso también causa mucha satisfacción dentro de lo surrealista de la nominación", admite.
Nacida y criada en Francia hasta los 14 años, Tijoux rehuye de los focos mediáticos y prefiere estar conectada a la realidad social y política que emerge en Chile, ya que en el país se está produciendo un "despertar general".
"Chile tiene mucha plata. El problema es que la plata se va a un sector muy pequeño. Por eso hay un descontento general y es un país que se ha empobrecido", apunta.
Un disgusto social que se plasma en su último trabajo, en el que realizó un videoclip de "Shock", dedicado a los estudiantes movilizados.
Pese a ello, Tijoux se desmarca de aquellos que la encasillan como una "rapera comprometida" y se define como una artista atenta a lo que sucede en su país.
"Fue un documental, fueron las protestas, fue observar a mi país, a mi hijo, a su colegio, observar la calle y de hecho ser sensible con lo que pasa a tu alrededor", argumenta para explicar los motivos que la llevaron a escribir "Shock".
Admiradora de Violeta Parra y seguidora incondicional de Public Enemy, Tijoux reivindica la riqueza tradicional de América Latina y admite que cada vez se fija más en las propuestas que nacen en su región.
"El hecho de haber nacido en el norte me ha dado entender lo bello que es el sur. Yo creo que cuando uno está lejos de su tierra, de sus raíces y de su cultura, uno lo aprecia muchísimo más. Aprecia sus colores, su historia y porque finalmente en ese mapa mundial siempre el sur ha mirado al norte. Y ahora miro el sur", defiende.
Pero la pasión por escudriñar sus raíces no le ha privado dar el salto fuera de las fronteras chilenas, sino todo lo contrario.
En el último año, las rimas de Tijoux se han podido escuchar en México, Brasil, Argentina y hasta en Estados Unidos, en donde trabajó con el conocido productor Dr Dre y, según cuenta, pudo conectar con un público, el hispano, hambriento de rap español.
"Yo creo que lo que ha pasado con el público de Estados Unidos es que me ha tocado actuar junto muchos de los artistas que escuchaba durante mi infancia y me decían que no entendían lo que cantaba pero les gustaba, y yo respondía: te gusta porque tú eras mi escuela", razona.
Pero su inclusión en la industria no parece haber cambiado su visión sobre lo qué significa crear música.
"No puedo hacer la música por interés de mercado. Yo creo que vivimos en un sistema de contradicciones, y no aceptar las contradicciones es no aceptar el tejido contradictorio en el cual uno vive y uno es", reflexiona.
La cantautora explica, además, que cuando dé a luz a su segundo hijo, comenzará a trabajar en un nuevo disco.
"En noviembre termino la gira y pararé para tener el bebé y después empezaré a cocinar el nuevo disco. Será muy latinoamericano", promete.