EMOLTV

Los Auténticos Murgueros

Este viernes 9 de noviembre debuta en Santiago la murga uruguaya Agarrate Catalina, y aquí uno de sus directores explica la naturaleza profunda de esta expresión carnavalera. "Es un intento desesperado por comunicarse, por agarrarte, por captar tu atención con muchos anzuelos paralelos", dice Yamandú Cardozo, y de paso explica la diferencia entre murga y candombe. Y entre murga y "El murguero", de Los Auténticos Decadentes, que es otra cosa.

08 de Noviembre de 2012 | 19:03 |

Fue un carnaval el motivo de su primera visita a Chile: a raíz de los Carnavales Culturales de Valparaíso la murga uruguaya Agarrate Catalina debutó en nuestro país en 2007, con actuaciones en el puerto y en Viña del Mar. Ocho años más tarde es el momento del regreso, con la visita que este elenco uruguayo, exponente de una de las mayores tradiciones populares de ese país, hará a Santiago (ver recuadro) para presentarse en el Teatro Nescafé de las Artes.

-Es la primera vez en Santiago -corrobora Yamandú Cardozo, quien junto a su hermano Tabaré Cardozo dirige a Agarrate Catalina desde su aparición en 2001 y su debut a gran escala en 2003 en el Carnaval Mayor de Uruguay-. La vez anterior en Valparaíso era una fiesta muy grande y en ese caso la ciudad invitada era Montevideo. Estuvimos con un grupo de candombe, que es la música más africana de la ciudad, y con una banda que fusiona rock y murga.

-¿Tienes algún recuerdo de ese primer encuentro en 2007?
-Lo lindo del motivo de nuestra visita ¿no? Representar a nuestra ciudad. Nos ha tocado ser embajadores de la ciudad y nos interesa mucho esa responsabilidad de compartir la cultura popular con los pueblos hermanos, zanjar posibles diferencias y distancias que cuando son superadas por lo artístico uno descubre que somos más parecidos de lo que pensamos.

-A propósito de esas similitudes, ¿te llamó la atención esa apuesta por instalar en Chile y en particular en Valparaíso la celebración del carnaval? ¿Se parecía al carnaval con el que ustedes están familiarizados en Uruguay, o con los de Brasil que hayas conocido?
-A mí me pareció que estaba muy bueno, sobre todo ese intento que dices de instalarlo. En Uruguay el carnaval y las murgas existen hace más de cien años, es más de la mitad de la vida de nuestro país, son parte de la identidad de la nación, entonces es como que nace con nosotros. Y cuando conocemos otros carnavales nos pasa que el carnaval de Montevideo es muy particular porque se distingue del resto de los de Latinoamérica como un carnaval de espectáculo, de escenario, cuando la mayoría de los carnavales son carnavales de desfile. De percusión, de danza, pero de desfile.

Por definición, según explica Yamandú Carozo, la murga es un género artístico que conjuga elementos del canto, la percusión , el teatro y crítica social, y que, más allá de la connotación callejera de la palabra, tiene un carácter sobre todo orientado al escenario, y se manifiesta por excelencia en el Carnaval de Montevideo.

-El carnaval de Montevideo dura cuarenta y cinco días, en los que la fiesta convive con la ciudad. Se toman muchos barrios de Montevideo, treinta barrios, ponele, y se hacen teatros populares que funcionan desde en lugares muy populares hasta en otros más acomodados. Toda la ciudad durante cuarenta y cinco días tiene abiertos treinta escenarios en los que cincuenta cofradías por año preparan un espectáculo nuevo, en música, en texto, en vestuario, en actuación, en arreglos corales. Para que veas la importancia que tiene para los uruguayos el carnaval, el público que asiste a ver el carnaval en este mes y medio es más grande que el de todos los equipos de fútbol de todo el Uruguay.

-¿Y hay algo en común con otros carnavales del continente?
-En muchos casos encontramos diferencias con otras expresiones típicas de los carnavales. Pero en todas igual, más allá de la estructura, existe una cuestión popular, una cantidad de manifestaciones que funcionan como nexo horizontal entre los pobladores y donde la mayoría de las expresiones artísticas de los carnavales están ejecutadas por personas comunes y corrientes. Entonces tienen un valor muy grande para mí, se asemejan al teatro popular, expresiones en las que cualquier hijo de vecino toma las riendas de lo artístico y denuncia, describe, cuenta y protesta a través del arte. Eso lo hemos visto, no sé, en el carnaval de Cádiz, en algunas manifestaciones de Argentina o en Chile, cuando estuvimos con grupos populares que hacían muestras de carnaval. Nos interesa mucho eso. Y es lo que van a ver en el teatro, en esas caricaturas que hacemos, de la foto social, de la denuncia social. Por más diferentes que sean en sus criterio estéticos, hay un denominador común en la necesidad de comunicarse horizontalmente. Eso a mí me emociona mucho.

El ritmo es la base, pero el nudo es el canto


Con su espectáctulo de máscaras y sus diversos vestuarios además de la música, Agarrate Catalina es un reflejo fiel del carácter teatral de la murga, explica Yamandú Cardozo.

-Nuestra murga es nuestro teatro popular. Es como la ópera del pueblo, si quieres. Hay una base de percusión que tocan tres compañeros, pero sobre eso hay que imaginarse como una comedia musical, pero popular, y con temáticas muy políticas, con un humor muy irónico, corrosivo, muchas veces cáustico, armado desde lo popular. Necesitamos el concepto del escenario en el carnaval montevideano uruguayo. Necesariamente hay un teatro, que la gente esté sentada media hora, cuarenta minutos, una hora, lo que dure la función. La murga nace en la calle, es un género de calle, hace de la calle un escenario, pero el lugar natural es un escenario.

-¿Ese carácter teatral es propio de la murga desde sus inicios, ha habido cambios en la evolución del género?
-Sí, es insoslayable al género. La murga nace así, y después obviamente han existido en estos cien años diferentes caminos hacia un perfeccionamiento vocal, las armonías vocales, se canta a más voces, los coros polifónicos son cada vez más exigentes, se han ido vinculando diferentes artistas plásticos en la murga, desde las técnicas plásticas del vestuario hasta los diseñadores de vestuario, los directores y actores, los compositores. Y la caricatura, escenificada, dramatizada. Algunas murgas eligen en sus temáticas hablar sobre cosas más puntuales, de Uruguay, la coyuntura más inmediata, y otras nos preocupamos más por alguna temática universal, pero en general sigue siendo lo mismo. La teatralidad nace ya con las primeras murgas.

-Qué bueno que lo aclares, porque puede existir la tendencia a asociar una murga sobre todo a percusión más que a voces, a un ejército de tambores.
-Sí, es fundamental la percusión en nuestro caso, es como el trampolín que nos permite todo lo otro, es la base y es sustento rítmico del espectáculo. Pero en la murga uruguaya el centro del espectáculo, el nudo, es la dramaturgia. Es lo que está escrito para ser un cuento cantado. Llevamos trece cantantes que actúan, o actores que cantan, como vos prefieras, sobre una base rítmica que nos permite bailar, cantar, expresarnos y decir, completar el discurso con lo corporal y lo escénico. Pero la base está en el texto de esta obra cantada.

-¿Ésa es la proporción? ¿Son tres percusionistas y trece cantantes actores?
-En la estructura de las murgas hay un reglamento muy exigente y formal, pero el número básico y promedio de la murga está entre tres percusionistas, que pueden tocar un bombo, los platillos y el redoblante (tambor). Sobre eso hay trece cantantes divididos en tres voces básicas, que también son adaptaciones de de los coros clásicos, como muchas cosas en nuestra Latinoamérica, ¿no?, mezcladas con lo autóctono, con lo europeo, y se informaliza lo formal. Son tres voces básicas: primos, sobreprimos y segundos, que corresponde a barítono, tenor y bajo. La armonía vocal alcanza hasta tres, cuatro, o cinco o seis voces. Los instrumentos fundamentales son las voces. Entonces son tres que tocan, trece que cantan y el director escénico: diecisiete. Obviamente los que tocan también pueden cantar y actuar, y los que cantan también pueden tocar otros instrumentos.

-Sigamos hablando de números. ¿Cuántos tipos de vestuario tienen, o cuántos distintos usan a lo mejor en el mismo espectáculo?
-Depende de qué espectáculo estamos mostrando, de la consigna de ese espectáculo. Esto tiene que ver también con el origen de la murga, con el escenario callejero; imaginate el Montevideo del 1900, con la amplificación o microfonía inexistente, la iluminación, los trajes: los vestuarios tienen que ser grandes para que se divisen a lo lejos. Por eso utilizamos un maquillaje a manera de máscara teatral, donde los rasgos se exageran. Por eso la voz la vas a encontrar como impostada y proyectada desde un lugar muy empírico pero muy necesario, porque tenía que llegar hasta muy lejos, tenía que competir con los tranvías, con los carros, con los niños jugando. Entonces todo lo de la murga es un intento desesperado por comunicarse, por agarrarte, por captar tu atención, ves muchos anzuelos paralelos. Y el vestuario es fundamental en la murga. Nos cambiamos muchas veces, hay un vestuario para presentación, para retirada, para diferentes partes del espectáculo, para lo que llamamos los "medios" o los "cuplés", que son estos sketches o caricaturas. Hay muy poco momento estático en el espectáculo de la murga.

-Y ya que seguimos hablando de la disciplina, ¿"murga" es el nombre del tipo de conjunto, o es el nombre del género musical, del tipo de música? Ustedes son un murga, o tocan murga?
-Es básicamente el nombre del género. Nosotros nos decimos "murga Agarrate Catalina" como si dijéramos "banda de rock Agarrate Catalina", o "conjunto de reggae" o "compañía teatral Agarrate Catalina". Murga es el grupo humano, el tipo de conjunto, pero además es el género, las dos cosas. Por ejemplo hablamos de "cantar murga". "¿Podemos cantar una murga? ¿Quién se sabe una murga?"


El candombe adentro de la murga


-Y en ese sentido, a propósito de lo mismo, ¿qué es el candombe entonces? Y además ¿está bien dicho candombe o se llama candomblé?
-Está bien dicho candombe, viene del candomblé, que es un nombre con connotación más religiosa. El candombe es la música africana uruguaya, música afro-uruguaya que viene del candomblé y, como muchas cosas, derivada de África, de sus costumbres y tradiciones rituales. Es una música que tiene una clave común con muchas músicas afroamericanas, y que explota en el Uruguay porque Montevideo fue durante mucho tiempo, en el Virreinato del Río de la Plata, el puerto oficial esclavista por excelencia. Entonces Montevideo recibe una población muy, muy grande de esclavos de una cantidad de lugares, y eso hace que se junte mucha música, mucha tradición africana en esta ciudad. Y el candombe es el derivado de eso.

"Es música que se toca con tambores de tres tipos, pero con muchos tambores: de a cien tambores por ejemplo", continúa. "Y ése sí es un fenómeno naturalmente de desfile, en donde se toca y se llama a los dioses. La fiesta más grande del candombe en Uruguay es dentro del carnaval pero se llama La Llamada y proviene de cuando las tribus salían a tocar para llamarse, para comentar, para conectarse con sus antepasados y sus dioses. Y eso es una música distinta a la murga, pero la compartimos mucho porque es la otra mitad de la banda sonora de ciudades, de nuestra vida ¿no? Es una tradición muy viva".

-¿Entonces es un error pensar que una murga toca candombe?
-Sí. Como uruguayos que nos gusta mucho el candombe siempre andamos con tres tambores de candombe para en algún momento tocar, pero lo hacemos en bises o como un guiño, un compartir algo que aclaramos que no es estrictamente de la murga, es otro género separado. Sin embargo la interacción es una cosa que sientes, son dos cosas distintas pero se mezclan y fusionan. De hecho uno de los ritmos básicos de la murga se llama candombeado, y es una especie de derivado del candombe. Es como una murga candombeada.

-¿Es común esa confusión fuera de Uruguay, de considerar murga y candombe como sinónimos?
-Es muy común esa confusión, porque es lógico, es nuestro carnaval, y lo más conocido de los carnavales en general en América son los desfiles. Y el único que hace desfile en nuestra música es el candombe, entonces es lógico que la gente piense que la murga toca candombe, pero son dos cosas bien diferentes que en algún punto se mezclan como se entremezcla todo en América Latina, y como están muy claras dentro de una misma familia las raíces europeas y nativas y africanas. Porque, bueno, somos mezcla.

-Al punto de que la misma murga tiene un ritmo candombeado, como dices. El candombe adentro de la murga.
-Totalmente. Tu sabes que hasta más, hay muchos estudios de gente que labura en el tema y que dicen que el tango es hijo del candombe, que el tango es africano en su origen, igual que la milonga. Son todos derivados de, o hijos o nietos, o bisnietos de los ritmos esclavos africanos. Después pasa que ya al tango se le mete un instrumento europeo como es el bandoneón, que nace con un abuelo secreto africano y se mezcla con ciertas cosas de los cantos españoles y flamencos, un sincretismo cultural y todas nuestras expresiones están teñidas un poco de eso, ¿no? La murga no es la excepción.

-Para cerrar este punto, seguro que conoces la canción "El murguero", de Los Auténticos Decadentes, que es la referencia que mucha gente puede tener de un murguero, ¿no? ¿Esa canción identifica la naturaleza de la murga o no?
-Yo conozco a los Decadentes y de hecho tocamos el año pasado con ellos. Nos gusta mucho vincularnos con otras expresiones, por eso estamos haciendo esto, yendo a Chile, hemos estado en Paraguay, en Brasil, en Argentina, México, Panamá, Cuba, España, Francia, Ecuador. Salimos de la estructura del carnaval también para fusionar el género con otras cosas y presentarlo en otros lugares. Ahora el 21 de noviembre vamos a tocar con Manu Chao y con la Vela Puerca en un festival acá en Montevideo, e hicimos tres conciertos muy grandes con No Te Va a Gustar, una banda uruguaya de rock muy importante, y con los Decadentes, en donde fusionamos su música, su rock más argentino, el rock más uruguayo de No te va a Gustar y la murga. Y creo que "El murguero" es una canción que define al murguero porteño. La murga porteña es bien diferente a la murga uruguaya. La murga argentina es de desfile, ellos incluso le llaman comparsa también: son muchos, la percusión es muy del estilo brasilero con zurdos, con los grandes tambores, con cuicas, salen a por las calle con un baile muy de salto, muy acrobático, desgastante, físico, tiene más un significado de desfile y de fiesta que de escenario. Es el sentido de la murga argentina del baile, de la fiesta, de la protesta a través de la potencia de su percusión, con ese ritmo que es muy parecido también al ritmo de las canchas (estadios), de las hinchadas de las barras de fútbol, porque son los mismos instrumentos. Esa canción está buenísima y nos quedó como un gran recuerdo, pero no está escrita para definir a un murguero uruguayo: es la murga porteña.

Si es necesario caricaturizar al Presidente


"El tablado amateur", "El tiempo", "Los sueños", "El fin del mundo", "El corso del ser humano", "Civilizaciones", "El viaje", "Gente común" y el más reciente "La comunidad" (2012) son los nombres de los espectáculos montados por Agarrate Catalina desde sus inicios, varios de los cuales han dado origen a discos.

-En alguno de esos espectáculos hay referencias por ejemplo a discursos del Presidente Chávez incluidos, ¿no? ¿En cuál obra es?
-En "El fin del mundo". Es una caricatura a Chávez, porque eso está muy instalado también, la caricatura política. La murga se ríe mucho de la solemnidad y se puede meter con mucha cosa, nosotros hemos hecho humor con Dios, con la institución de la Iglesia denunciando fuertemente, con la muerte, con la vejez, con la ideología, con los modelos de educación arcaicos, con los prejuicios, con los miedos, con la guerra. En este caso justo habíamos hecho una caricatura que fue muy famosa acá en Uruguay, del Presidente (José) Mujica, y después hicimos una de Chávez. La murga tiene como materia prima la vida más cotidiana. Todos somos de la generación del '70, de fines de los '60, y muchos de nuestros padres son muy militantes izquierdistas. Y yo estaba viendo junto con mi padre el discurso de Chávez por la televisión, cuando Chávez llegó a la universidad de Montevideo, y después de una hora, dos horas, tres horas de discurso mi padre seguía con tantas ganas de ver el discurso y yo quería cambiar y quería ver fútbol y volvía y seguía hablando Chávez y seguía. Y sobre esto hicimos un poco de humor, en la solemnidad de la militancia del poder y de esa vieja escuela de los discursos.

-Que es la escuela de Fidel Castro además, ¿no?
-Exactamente.

-Y ya que lo mencionas, ¿cómo se manejan entre provenir de esa cultura de izquiera como dices y al mismo tiempo hacer una caricatura del presidente Mujica, por ejemplo? ¿De todos modos pueden tener una mirada sarcástica sobre eso?
-Sí, eso está buenísimo, las murgas lo han resuelto muy bien. No te olvides de que en Uruguay en 2005, cuando gana Tabaré Vásquez, se rompe el bipartidismo clásico del Uruguay con un esquema único y neoliberal de partidos y sube por primera vez al poder la izquierda. Pero las murgas han sido muy contestatarias y muy protestonas frente al poder. Entonces cuando subió elegido Mujica también fue un escenario nuevo para las murgas: "Qué van a criticar ahora las murgas, qué van a decir".


-¿Y qué dijeron?
-Se ha logrado tener una independencia política que a mí me parece fundamental en el arte, una independencia artística. Las murgas no se han transformado en el brazo artístico ni de Mujica  ni de la izquierda, ni del Frente Amplio ni de nadie. Siguen criticando, siguen punzando donde hay que punzar, siguen haciendo caricaturas donde hay que hacer y siguen denunciando una cantidad de cosas que hay que denunciar.

-¿De hecho el Presidente Mujica es seguidor de ustedes?
-El se hizo muy seguidor de  estas murgas, y de hecho en mucho de sus discursos nos ha citado. Ahora recibió un premio en Buenos Aires e incluyó en su discurso unas palabras de Agarrate Catalina, cosa que es muy loca pero sí, está integrada la murga. Danilo Astori, el vicepresidente, es hincha fanático y confeso y seguidor de Falta y Resto, una murga muy tradicional. Entonces acá pasa un poco así: te preguntan cuando sos chico de qué cuadro de fútbol sos hincha y qué murga te gusta. Vos fijate, me preguntabas por la independencia artística, y uno de los ministros de Tabaré Vásquez, el Ministro de Economía Álvaro García, fue durante toda su vida integrante y escritor de una murga muy cooperativa, La Cofradía, y en un momento compitió en carnaval con una murga que criticaba al gobierno. ¡El Ministro de Economía del país! No subía al escenario pero sí escribió los versos. Entonces a ese nivel está metida la murga, y de repente al lado del Ministro de Economía podés encontrarte con un desempleado cantando, o con un tipo que trabaja en la construcción, un albañil, un mecánico, un inventor o un bohemio loco poeta de la noche. La murga es un muestreo súper claro de todos los habitantes de Montevideo. No todas las murgas son izquierdistas, no todos los componentes de una misma murga son izquierdistas, no todos se alinean a la misma tendencia. Por eso te digo que es muy horizontal y muy democrático y además cualquiera puede hacerlo.

-¿Y de pasada eso es un buen índice del nivel de igualdad del país? En Chile sería difícil imaginar algo así, y éste es uno de los países más desiguales y con peor distribución de la región.
-Ahora que vos lo decís es así probablemente. En Uruguay, por su tamaño, por su escala, por su historia, por lo importante que ha sido la lucha pública en nuestro país, es verdad que puede existir menos diferencia y que esa brecha social no es tan grande. Al ser tan pequeñitos el tema es un poco más abarcable. Pero como en toda Latinoamérica tenemos una tendencia a que cada vez lamentablemente esa brecha se agrande. Y no sólo en lo económico sino en lo cultural, que es tan o más peligroso. El acceso a la información, a la educación, a la formación, a las herramientas, es un patrimonio de los cada vez más ricos. Y eso indigna mucho a las murgas también. Todas han contado con ese reclamo. Como somos tan pocos no nos costaría tanto como a Brasil, como Argentina, como Chile, repartir la plata de una manera más justa.

"Porque además para escribir en las murgas se mantiene mucho eso: no es que vos tenés que estar recibido, ser un literato reconocido ni tener un doctorado en algo. Nos juntamos vos y yo en un barrio, tenemos ganas de decir una cantidad de cosas que tenemos atragantadas y que no podemos decir nunca porque no tenemos acceso a un micrófono o a una cámara: bueno, lo decimos con forma de murga. Y si la murga es buena y tiene valor artístico o calidad o algún talento, la gente la va a escuchar y la va a querer. Y ya te digo, si es el espectáculo más visto de todo el año en Uruguay. La escuchan todos, hasta los políticos. Y los políticos aguantan, no tienen más remedio", se ríe. "Al ser tan horizontal, los que cantan son los que viven en los barrios, los habitantes desconocidos, nadie canta por ellos, termina siendo la voz del pueblo y entonces los gobernantes no tienen más remedio que escuchar. Algunos se lo toman con más humor. El Pepe (Mujica), yo lo recuerdo, fue muchas veces a vernos a nosotros, a las funciones. a ver su caricatura…

-¿Y qué le parecía?
-…y se ha reído mucho. Y nos daba un poco de vergüenza decirle las cosas en la cara al presidente, pero sobre todo la que más se reía era Lucía (Topolansky), su esposa. Eso significaba que la caricatura estaba bien hecha.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?