SANTIAGO.- Aunque vino en dos oportunidades al país, Marilyn Manson tenía una especie de deuda impaga con Chile: no había vuelto para exhibir sus años de madurez tras ser ícono de la oscuridad en los noventa.
La banda estadounidense, que en esencia es básicamente su frontman, congregó a la mayor multitud que se ha visto hasta esta hora en el festival Maquinaria. Ante ellos repasó parte importante de su repertorio.
Con un inicio marcado por temas como "Hey, Cruel World...", "The Love Song", y "mOBSCENE", el grupo hizo gala de lo que Manson mejor sabe hacer: un show atractivo, en el que no faltan los movimientos, cambios de vestuario del líder y modificaciones en la escenografía.
En comunión con el público recibió banderas, peluches y hasta ropa interior- episodio al que dedicó unos minutos tras ver a una admiradora en topless durante casi todo el espectáculo.
Los ánimos del show fueron al alza desde "Rock Is Dead", a la que siguió el cover de Depeche Mode  "Personal Jesus". El éxtasis creció aún más con su versión de  "Sweet Dreams (Are Made of This", original de Eurythmics.
El concierto- que a varios dejó con ganas de más debido a que sólo duró 65 minutos- concluyó con la canción original más emblemática de Manson, "The Beautiful People".
Debido a los tiempos asignados al show, la banda no exploró mayormente en su última placa, Born Villain, editada en abril de este año.
Recordando a Los Ramones
Pasadas las 21:15 horas, el ex baterista de los Ramones, Marky Ramone, se subió a uno de los cuatro escenarios del Festival para recordar las canciones que popularizó junto a la insigne banda hace más de 30 años.
El percusionista dio el vamos a su setlist con "Rockaway Beach", junto al trío que lo acompaña este año en una gira mundial.
Mientras a esta hora Ramone recorre su pasado, en un escenario contiguo Tom Araya hace lo propio ante la mayor parte de la audiencia. Tras este show, se dará paso a Kiss.